Un rayito de esperanza.

La muerte, no tan lejos como parece.

Capitulo 1.

Lucia se aferraba fuertemente al vestido de su madre, no entendía la muerte pero la odiaba por haberse llevado un ser tan preciado e indispensable para ella.

Retrocedamos 18 horas, la pequeña Lucia se encontraba de cumpleaños, se levantó tan rápido que se mareo y cayó de espaldas a la cama; volviéndose a levantar corrió tan rápido como pudo y se abalanzo sobre la cama de sus padres, al principio no se habían percatado de la niña pero después de unos cuantos empujones, se levantaron de golpe.

Rosa (su madre) les hizo un desayuno especial, y se sentaron en la mesa, comiendo y hablando de cosas al azar, cualquiera que los viera se daría de cuenta de que es una familia unida, o bueno, lo era...

Ese mismo día su padre Edgar salió para comprarle a Lucia su regalo de cumpleaños, era un vestido precioso azul, un poco abultado con unos pliegues que iban desde la cadera hasta el tobillo; lo había visto unas semanas atrás pero no tenía el dinero para comprárselo, por lo que hizo horas extras en su trabajo.

Se subió a su moto, estaba lloviendo un poco fuerte pero nada que según él no pudiera manejar; Rosa y Lucia se quedaron en la casa preparando el pastel que servirían en la fiesta de esa tarde.

Edgar iba avanzando en su moto pensando en su esposa e hija, con una sonrisa de oreja a oreja, dichoso porque Dios y la vida le habían dado lo que tanto anhelaba: una familia. Pensaba en su hija, en lo feliz que se ha de poner al ver el vestido- es perfecto para ella- pensó, mi niña, mi princesa, la luz de mis ojos.

Iba tan absorto en sus pensamientos que no noto que un camión venia sin frenos en su dirección, no pudo esquivarlo por lo que lo arrastro y choco contra un almacén que había en el lugar, deteniéndolo.

Edgar quedo debajo de una de las llantas del camión, murió inmediatamente, en una milesima de segundo se fue de este mundo, dejando su familia, sus dos luceros, esos seres por los que daría todo.

Ya habían pasado horas desde la muerte de Edgar, su familia no sabía nada, pensaban que se había entretenido mirando cosas que a Lucia le podrían gustar. La fiesta estaba por terminar cuando Rosa recibió una llamada, habían reconocido el cadáver y necesitaban notificarle  a la familia.

Rosa sentía un nudo en la garganta, mientras lagrimas corrían por su cara desesperadamente, con una mano agarraba el teléfono con fuerza y con la otra se sostenía su pecho. Quería que esto fuese una equivocación- no él, no 

ahora- se repetía una y otra vez.

Con la poca fuerza que tenia se encamino con Lucia a medicina legal, comprobado, era Edgar, el accidente fue tan fuerte que parte de su cuerpo quedo totalmente desfigurado y la cabeza retorcida hacia el lado derecho; fue algo tan impactante que no sabía cómo explicárselo a Lucia, durante todo el camino permaneció en silencio tomando respiraciones profundas.

Lucia, mi amor- le dijo en un tono suave y pausado- tu padre...falleció, fue en un accidente- lagrimas brotaban de sus ojos-  esto es algo difícil e injusto a decir verdad, pero saldremos de esta, juntas.