Capítulo Cuarenta: Un nuevo comienzo.

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Narrador omnisciente.

Camila está en el supermercado, haciendo la compra de todas las semanas. Empuja despacio el carro de la compra mientras va buscando por las estanterías. 

Camila ve a Neraul coger una botella de cristal y, a sabiendas de lo patoso que es, acelera para decirle que la suelte. Pero al cruzar el pasillo, otro carro, que no la había visto, choca con el de Camila. 

"Dios... Lo siento", se disculpa la morena. 

"No se preocupe", le responde la otra mujer sin levantar la vista de su lista de la compra. 

Camila la mira de nuevo y le resulta familiar. La mujer retira un poco su carro para que Camila pueda seguir su camino y levanta la vista, buscando con la mirada, pero sin mirarla a ella. Y entonces se da cuenta. Camila se da cuenta, al verla de perfil, de que es ella.

"¿Lauren?", la mujer por fin la mira, extrañada. Definitivamente, al ver sus ojos, Camila verifica que es ella.

Lauren la mira atentamente y encoge los ojos.

"¿Camila?", la morena sonríe y asiente. "Camila", sonríe la ojiverde. "¿Q-qué haces aquí?"

"La compra", le responde.

"Me refiero a Miami, qué haces en Miami", ninguna deja de sonreír. 

"Vivo aquí", Camila está nerviosa, como cuando tenía 16 años y la vio por primera vez por el pasillo del instituto. Se quedan mirando unos segundos hasta que Lauren rompe el silencio.

"¿Cuánto tiempo hace que no nos vemos? Ha tenido que pasar una eternidad...", suspira.

"Creo que... -hace los cálculos- unos quince años", la ojiverde alza las cejas asombrada.

"Vaya... N-"

"¡Mamá!", Camila se gira para ver a su hijo acercarse a ella corriendo. Lauren mira en la misma dirección y frunce el ceño al escucharlo llamarla "mamá". "¿Podemos comprar esto?", le pregunta el chico enseñándole un paquete de palomitas de mantequilla.

"Vale, pero tienes que dejarlo para la tarde. Que si te lo comes ahora luego no almuerzas", le responde frotando su cabeza despacio.

"Sí, mamá", el pequeño suelta el paquete en el carro, mira a Lauren con timidez y se pone al lado de su madre de nuevo. 

Lauren mira la escena enternecida pero no deja de darle vueltas al hecho de que Camila sea madre.

"Camila, ¿te apetece quedar para tomar un café y, no sé... ponernos al día?", le pregunta la ojiverde con miedo a una negativa.

"Claro", sonríe la morena. "¿Te doy mi número?"

"Sí, sí. Toma", la ojiverde le da su teléfono para que lo apunte. Mientras Camila apunta su número, Lauren mira al chico y le asombra lo parecido que es a su madre.

"Ten", le devuelve el teléfono. "Espero verte pronto"

"Me haré cargo de ello", ambas sonríen y siguen con sus compras.

When Tomorrow Comes {Camren Fanfic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora