Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}

Capítulo Cinco

Se adentraron en la universidad sin prisas y miraron el gran reloj que los recibía en la entrada. Llegaban tarde, pero no les importaba, la primera clase no era muy importante:

- Yo me voy por allí –dijo el menor de todos.

- ¿Te toca arriba? –cuestionó Jimin.

- Sí –hizo una mueca de disconformidad.

- Suerte –le palmeó el hombro y besó sus labios.

- Adiós, Kookie –sonrió el castaño.

- Nos vemos después –se despidió de él también.

Una vez que lo perdieron de vista, siguieron caminando hacia su clase. Taehyung se sentía más calmado al no haber nadie por los pasillos, así que podía ir con su pareja tranquilamente:

- Jiminie, ¿podemos ir al baño antes de entrar? –hizo un puchero.

- Claro, vamos.

Ambos chicos se dirigieron hacia allí y al llegar, Taehyung entró con un poco de prisa. Jimin sonrió ante el infantil gesto y cerró la puerta:

- ¿Tú no fuiste antes de salir de casa?

- Sí –habló desde el otro lado del cubículo-. Pero bebí mucha agua.

El mayor rio en voz baja ante la respuesta y se apoyó en la pared para esperarlo. Suspiró cerrando los ojos y recordó las palabras de Hong. Dos días. Mañana. Si alguien se atrevía a retarle es que era un inconsciente o tenía la autoestima por las nubes. Pero en el fondo estaba preocupado, después de todo no sabía ni su nombre. Podría ser tanto un combate fácil como uno con secuelas.

De repente, sintió los largos brazos de Taehyung en su cuello y el delgado cuerpo acercarse a él con una tierna sonrisa:

- ¿Ya terminaste?

- Me he lavado hasta las manos, ChimChim. Estabas en tu mundo.

- ¿En serio? –le rodeó la cintura con cariño.

- Sí –asintió-. ¿En qué pensabas? –ladeó la cabeza curioso.

- En nada, mi amor –acercó su rostro para depositarle un beso en la boca.

- Te veías un poco angustiado –hizo un puchero.

- Cosas sin importancia –se encogió de hombros.

- ¿No me lo vas a decir? –murmuró sobre sus labios y con la mirada fija en sus ojos.

- Tae, de verd...

Los labios del menor atraparon los suyos y este sonrió entre el beso. Al castaño le gustaba provocar para conseguir lo que quería. Succionó el inferior y su ávida lengua se coló hasta dar con la del pelinegro. Jimin lo atrajo más hacia sí, apretando el agarre en la estrecha cintura. El menor era muy travieso y eso le encantaba:

- No sigas por ese camino, cariño –declaró con la voz más ronca de lo normal.

- ¿Por qué? –preguntó inocente y se mordió el labio-. ¿No te gusta? –hizo un puchero.

Los ojos de Jimin parecieron oscurecerse ante las acciones del castaño. Lo estaba provocando. La mano de Taehyung descendió peligrosamente por su abdomen hasta llegar a la entrepierna ya despierta de su novio:

- ¿A Jiminie no le gusta TaeTae? –dijo en tono infantil y acariciando su miembro.

- A Jiminie le encanta TaeTae –afirmó disfrutando de sus caricias.