"Ella te ama."

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SOUNDTRACK: Skinny Love ~ Birdy

Capítulo 49 : "Ella te ama."

¿Por qué tuve que enamorarme? Todo era más fácil cuando lo único que me importaba era mi hermano, mis amigos y los estudios. Ahora no hago más que pensar en Sky, sus ojos, la forma en la que se le forman unas extrañas ondas en su cabello, sus labios...

¡Mierda! Tengo que dejar de pensar en Sky.

Si sigo así solo conseguiré hundirme más en mi miseria.

Lo que peor me sentó no fue la mentira, sino que no fue capaz de decírmelo por ella misma. No voy a decir que sospechaba algo porque estaría mintiendo, me creí cada una de las palabras que salieron de su boca. Es por eso que ahora no puedo volver a depositar la misma confianza que tenía en ella de nuevo. Necesito tiempo, estoy seguro de que en algún momento podré perdonarla, simplemente no sé el instante exacto en el que lo voy a hacer.

Ni siquiera tengo ganas de aparecer por el instituto hoy, aunque doy gracias que los periodistas no consiguieron saber nada acerca de mí. Lo habría pasado peor si al salir de casa me encontrara con una oleada de chismosos. Todos ellos me recordarían a Sky y a su mentira y no es algo que desee rememorar justo ahora.

Unos pasos lejanos se escuchan desde mi habitación. Doy por hecho que es Nora pues mis padres aún no han aparecido por casa. Están tardando más de lo que suelen hacerlo y eso ya es decir demasiado.

Unos golpes en la puerta me despiertan de mi suave adormecimiento. Una de las pocas noches que he conseguido no tener pesadillas, una e las veces que la realidad es peor que las pesadillas. Levanto mi cabeza intentando inútilmente poder ver a mi hermana a través de la puerta. No paro a ver el reloj pues si aún no ha sonado la alarma es porque todavía es pronto para irme.

— Vete a dormir, Nora. Aún es pronto — le grito.

— Están a punto de dar las siete, Dy — me avisa.

Me levanto con rapidez y cojo mi móvil para comprobar que sea verdad. Por suerte me relajo al saber que no es del todo tarde, aún falta casi más de media hora para que me tenga que levantar. Sin embargo, sé que con el susto que me ha dado Nora no voy a poder dormir de nuevo, tampoco lo habría conseguido hacer en caso de que ella no hubiera despertado.

— ¿Puedo pasar? — interroga su dulce voz.

Suelto un risa al ver que no ha hecho caso de lo que le dije.

— Pasa, peque — contesto divertido.

Abre la puerta con una rapidez increíble, como si hubiera estado preparada desde hace una eternidad. La miro divertido cuando la veo tumbarse en mi cama boca arriba sonriendo.

— ¿Porque tan feliz? — le pregunto con cariño.

Me acuesto a su lado arropándola con la manta. Apoyo mi cabeza en mi brazo flexionado en la almohada. Ella agarra con fuerza la manta, una manía que tiene desde pequeña para poder estar tranquila. Sus ojos me observan con cautela, deteniéndose a pensar sus palabras.

— Bueno, yo... — mira a sus manos con nerviosismo —. No sé si deba contártelo — confiesa.

Agrando los ojos al escuchar su respuesta. No es que ella no tenga secretos ni nada por el estilo, pero siempre nos hemos permitido ser abiertos el uno con el otro, nunca nos escondemos cosas. Al final siempre acabamos reconociendo cuando uno de los dos miente y es por eso que no tenemos pelos en la lengua entre nosotros.

— ¿Tan grave es? — cuestiono con una sonrisa.

Me tengo que tomar esto con gracia, es una niña pequeña, más o menos, sus secretos no pueden ser tan graves como los míos. Así es que mantengo el tono divertido en cada palabra que sale de mi boca.

No soy la típica chica (U.D.S.#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora