Nuevo Mundo: Capitulo 4

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POV: Arturo

Perdido en el bosque, busqué salir de ese lugar, encontrar gente, saber dónde demonios estaba, ¡maldición!, aún no comprendo qué ha pasado, desde ese sueño que tuve hasta que llegué a este lugar; y porqué solamente Paula y yo habíamos acabado en esta situación... Cierto... Paula, debo encontrarla, no puedo preocuparme más por mi, tengo que encontrarla e intentar buscar la manera de volver, si es que esto no es "otro mundo", esas palabras resonaron en mi cabeza.

Cuanto deseaba siempre salir de ese mundo, entrar a otro, apartarme de todo lo que conocía, empezar una nueva vida, pero ahora que puede haberse dado la oportunidad, estoy preocupado; no puedo ser egoísta, tengo que llevar de regreso a Paula. «Voy a conseguirlo», deje de pensar y me apresuré a salir del bosque.

El bosque era bastante denso, había mucha vegetación, sólo podía vislumbrar cosas, en eso veo un río, me quedé asombrado de la claridad del agua, «en nuestro país no hay ríos así», pensé, en ese momento escuche unos gritos de auxilio, salí corriendo en busca del lugar donde lo había escuchado, encontré entonces a un hombre que estaba empuñando una espada y a una chica pidiendo auxilio, justo en el momento en que el hombre alzaba su espada para asestar el golpe final, me abalancé sobre él, logré evitar el golpe a la chica pero a costo de que me hiriera, recibí un corte en el costado, «mierda, como duele».

—¡Ah! — grité, la chica se asustó al ver como brotaba sangre de mi ropa.

—¿Estas bien? —me preguntó.

—Claro que si, no me duele nada—dije con ironía—, y tú te lo crees, ¿no ves como me ha cortado? —dije mostrando la herida que empezaba a sangrar rápidamente.

—¿Quién eres tú? ¿Acaso no ves como es ella en realidad? es un monstruo, nacido de la unión de un elfo con una humana, algo prohibido en nuestras leyes —en sus ojos se notaba miedo— . 

En ese momento dirigí la vista hacia la chica, me di cuenta de sus orejas puntiagudas, sus ojos asustados y casi echando lágrimas, resplandecían de un hermoso color verdoso. Podría jurar que era una de las chicas mas lindas que había visto en mi vida...

—Apártate antes de que tú también sufras las consecuencias.—en ese momento algo en mi bolsillo brilló, me dí cuenta de que era la Daga, de pronto vi al hombre asustado que salió corriendo.

Acéptame—escuché en mi mente, la daga se elevó en el aire y salió disparada hacia mi dirección, puse la mano para evitar que me apuñalaran, y me atravesó la mano, «mierda, como duele», en ese momento tuve una visión, vi a Paula sentada en una choza.

—Paula, Paula... ¡Paula!—grité con todas mis fuerzas—.  

En ese momento todo se torno oscuro....

POV: Paula

—Princesa, ¿se encuentra bien? la veo agitada..., le tengo malas noticias, sí es cierto que una persona además de usted vino a este mundo, debemos encontrarlo cuanto antes.

—¿Cómo? ¿A que te refieres? —le pregunte un poco asustada—.

—No le puedo contar los detalles todavía, pero cuanto  antes lo encontremos mejor —Percibí  odio en su mirada.

No entiendo nada, porque necesitarían encontrarlo, aun tengo muchas preguntas que hacer, pero por ahora voy a recolectar información sobre el lugar en donde estamos.

—Ágatha es tu nombre, ¿cierto?, —le pregunté—.

—Así es, Princesa, dígame.

—¿Dónde estamos?

—Estamos en Arkana, el reino de los Humanos.

POV: Arturo

—Despierta—. Escuche una voz, intenté abrir los ojos pero la luz me impedía abrirlos, poco a poco mis ojos se adaptaron a la luz.

Pude percibir que estaba en el interior de una casa pequeña, acostado en algo que parecía un sofá, la casa estaba adornada muy femeninamente como para que algún hombre viviera aquí. Flores y artesanías por todos lados, pero se veía una casa muy endeble, mal construida, como si alguien que no supiera construir haya intentado hacerlo para poder dormir sin tener que dormir fuera.

—¿Estas bien?—dijo una voz dulce.   

Dirigí mi mirada donde procedía la voz, me sonaba algo familiar.

—Tu eres... esa chica,... eso quiere decir...  —mire a mi alrededor en busca del hombre que intentó matarnos, esperando no volver a encontrármelo, «maldición, ya es la segunda vez que esa maldita daga me apuñala, ¿quien se ha creído que es? La próxima, vez que la vea juro que la voy a tirar bien lejos, y así estaré tranquilo, claro, como a ella no le duele, va apuñalando a todos...» 

—¿Disculpa?—. Me interrumpió de mis pensamientos.

—¿Si? —La mire a los ojos, se veía preocupada— ¿Quieres decirme algo? —Le pregunté.

—Solo quería saber... ¿porque me salvaste?— se la veía preocupada, «acaso no puedo salvar a una persona que está en peligro, yo lo haría, y sé que Paula hubiera hecho lo mismo»

—Es de sentido común ayudar a alguien que está en problemas, eso me lo enseñó una amiga  —. La chica pareció impactada por la declaración, — sus ojos se empezaron a humedecer. 

—No llores, me vas a hacer llorar también, y yo lloro muy feo— le dije intentando animarla, sonrió.

—Disculpa, es que... hasta ahora nadie había hecho nada por mi, eres humano y yo soy... algo que no debería haber nacido, desde que asesinaron a mis padres por mi nacimiento, siempre me he sentido culpable, y eres la primera persona que me ha tratado así de bien,   le empezaron a salir lágrimas.

—No te preocupes, el super héroe, el mejor de los todos, nunca antes visto, ha venido a rescatarte — dije en una pose como Superman «que tonterías estoy diciendo, si me escuchara Paula se burlaría durante unos días» — así que no tienes que preocuparte por nada, puedes estar tranquila.

—Muchas gracias— me dijo sonriendo mientras se secaba las lágrimas-.

— ¿Y cómo te llamas?—

—Mi nombre es... Fariel—   

Mundo DubiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora