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Argentina/Buenos Aires/2:23am

En una calle, debajo de una densa noche oscura y lluviosa, había un bar. Estaba ubicado entre dos edificios color café hechos a ladrillos. Pero, en cierta parte era un tanto luminoso. Ya que la luz de los edificios, mas los postes de luz, y la luz del bar, dejaban ver los reflejos de los establecimientos en los charcos de agua. La lluvia caía rápidamente. Como si fuese atraída por un imán. El reflejo del bar reflejado en él charco se distorsionaba por las gotas de lluvia. El letrero luminoso del bar, cuyo nombre era "El Cervezero" era un tanto simpático. Las letras cambiaban de color. Pasaban de azul a morado. Y al pasar este proceso, una botella de color amarillo se destapaba. Las letras estaban en cursiva, pero las luces de las letras "Cer" estaban dañadas, por lo que solo se podía leer "El vezero". Lo cual, era producto de burla, ya que las personas inmaduras lo asociaban con un becerro, debido a la ausencia de esas tres letras, daba a entender que se podía pronunciar "El Becerro".

Una mano color morena, con un poco de pelo, un tanto robusta, es más, se le podían notar las venas muy claramente. Como si fuese piel en sí, golpea la barra del bar con un vaso vacío. Con restos de limón y gotas de un liquido transparente que parecía tequila regado por dentro del vaso.
—Dame otra— dijo él hombre aun con él vaso sostenido en su desagradable mano.

El hombre del mostrador lo vió con desagrado. Este vestía de tirantes rojos, con una camisa blanca a rayas rojas de antaño. Los botones de los tirantes eran de oro, y reflajaban la poca luz que había en él lugar. El hombre mientras lo miraba, limpiaba un vaso bastante profundo (un tarro de cervezas, para ser más específico). Fruncía él ceño viendo al bebedor, arrugando la nariz y con la boca en forma de una "v" boca abajo.

—Ya llevas 9 caraculo- mientras seguía pasando él paño sobre él tarro. Colocó ya él tarro en él lavadero mientras seguía viéndolo y agregó-Ya vete, voy a cerrar en 4 minutos—Dijo colocando los dedos sobre la barra.

El hombre dejó de sostener él vaso, comenzó a desplazar lentamente su mano por debajo de la barra. La subió nuevamente y la dejo a unos centímetros del aire sobre la barra, con él puño suavemente cerrado, dejo caer delicadamente 2 monedas de 25 pesos.

El señor (posiblemente dueño del bar) tomó las monedas y las colocó en un gabinete que había debajo de la barra. Mirando el gabinete
—Vos sabés que trabajo-levantó la mirada hacia él bebedor con la misma expresión amargada—hasta las dos y media.

El bebedor se impulsó del asiento colocando los dedos sobre él borde de la barra, se levantó y caminó hacia la puerta, apunto de empujarla—Deberias mejorar ese carácter, así nadie querría venir a esta mierda—Dijo, con una voz grave, fría, silenciosa y un tanto rasposa.

Salió a la calle, de sus bolsillos sacó unas llaves, de las cuales, tenían un control de auto. Presionó él botón del candado abierto, y a su auto (que era un conquistador blanco) se le había quitado los pasadores de seguridad. Abrió la puerta del auto y se sentó, insertó la llave, pero no la giró. Se quedó pensativo viendo al volante con una expresión seria. Pero reaccionó pocos segundos después y giró la llave. El auto emitió un ruido, y posteriormente encendió. Cerró la puerta y manejó hasta su departamento.

****************
Se encontraba en su sillón, estaba en su departamento, él cual, estaba en condiciones deplorables. La alfombra del suelo estaba desteñida. Había líquidos por doquier que parecían cerveza. Cucarachas saliendo de grietas de las paredes (que también estaban manchadas). Las moscas salían de restos de comida que había en el suelo. Y como cereza en el pastel, el olor era similar al de una persona que lleva días sin asearse. Pues el señor estaba allí. Como si la falta de higiene no era un problema, estaba viendo televisión, un documental para ser exactos. La estática que producía la tele era inmensa. Casi ni se podía notar el programa que estaba viendo. La calidad de audio también tenia estática, pero era más o menos entendible. La luz que producia el televisor inundaba la habitación, ya que todo lo demás estaba oscuro.

Al pasar treinta minutos, el hombre se siente extraño. Se siente como si le faltara algo. Se levanta del sillón, y comienza a revisarse los bolsillos. El sujeto siente que lo que le falta, es algo interior. Confundido, gira la cabeza a los lados, y en el otro sillón, había una luz extraña. La cual comenzaba a deformarse. Era como una esfera de luz. Pero después de alrededor de 3 segundos, al orbe le brotó un brazo. Muy similar al del hombre, pero con la diferencia de que seguía teniendo el color azul brillante. Posteriormente le salió otro brazo igual. El hombre estaba paralizado del miedo. Sus ojos se habían vuelto tan pequeños, como si unos puntos hechos a lápiz se tratase. Su boca estaba abierta, y era casi imposible que de se pudiera cerrar. Del orbe brotaron dos piernas exactamente iguales que las del hombre. La esfera se había transformado en un cuerpo con una camiseta color blanco. Shorts azules con rayas blancas. Pelo en los brazos y piernas. Llevaba calcetines con partes cosidas, y la cara era exactamente la misma que la del pobre hombre.

El ente sonrió levemente, lo miró
— Hola Peter— le dijo con exactamente la misma voz que tiene Peter, excepto porque esta producía un leve eco interno.

Peter estaba anonadado, no podía creer lo que estaba viendo. Cerró la boca lentamente, sus ojos volvieron a ser normales. Disimuladamente dio un paso atrás mientras veía al ente, estaba temblando como un flan en un terremoto—¿Quien eres?— Dijo, sin pensarlo mucho. Después de todo, fue lo primero que se le vino a la cabeza de Peter.

La entidad soltó una leve risilla que parecía más bien un suspiro
—Soy tú imbécil— respondió el ente, mirando a Peter de forma pícara

—¿Cómo carajos puedes ser yo?— Miró a la figura fantasmal con una cara que decía estar molesta y asustada a la vez.

El ente caminó despacio hacia Peter, levantó su brazo izquierdo y tomó el hombro de Peter. Quedo en silencio por alrededor de dos segundos, hasta que el ente suspiro y dijo:

—Soy tu alma.-—Después de eso, sonrió y levantó ambas cejas, tratando de decir que había quedado claro.

Peter se calmó un poco. Tomo el brazo de su alma y lo sostuvo por unos segundos.

—Pensé que te había perdido hace tiempo— Dijo Peter aun con la expresión confusa.

—Pues me estás viendo ahora mismo— Tomó el brazo igualmente de Peter. Y lo apartó bruscamente, como si el hecho de que su brazo lo tocase fuese algo repugnante

—Dime, que haces afuera de tu caja—- Peter se rió un poco de ese chiste que había dicho. Pero a su alma no le hizo gracia.

El Alma caminó hacia la televisión, la apagó y la ilumunación del cuarto dependía de la luz que desprendía El Alma. Acarició la parte de arriba de la televisión con sus dedos y dijo:

—Puedo ayudarte a tener todo lo que perdiste— dejó de acariciar a la televisión, volteó a ver a Peter y agregó— y más.

—¿Como harás eso?

—Simple— El ente (al cual apodaremos"Alma para no decir "El) puso ambos puños en los lados de la cadera— Solo debes ir al cementerio y quemar a unos cuantos cadáveres.

Peter levantó las cejas, sorprendido de lo "fácil" que sería.

—Es todo?!—Se agarró la nuca y exclamó— ¡¡¡Alabado sea el cielo!!! Dime ¿De quienes son los cuerpos?

Alma sonrió siniestramente, se echó a reír ligeramente, su risa le llegaba hasta las orejas.

De tu familia

Automáticamente la felicidad de Peter se fue a la basura. Sus brazos cayeron como gotas de agua. Sus ojos se achicaron nuevamente.

—No entiendo...—dijo en silencio— Por qué eso me daría lo que quiero?!— Exclamó Peter enfurecido.

—Al hacerlo, todos los remordimientos que tenias hacia tu familia, todos tus rencores, tus depresiones, y todos los malos recuerdos se irán para siempre.
Es por esa razón que vives en un inodoro como este.

Peter se quedó pensativo viendo a Alma confuso. Miró a su alrededor, apreciando la suciedad con la luz que producía Alma.

Peter tomó una decisión. Miró con seguridad a Alma —Esta bien. Vámonos ¿puede ser ya?

Alma se rió un poco, inhaló y dijo:

—Vayamos entonces.

—Pero antes ¿Como sé que esto no es un truco?

Alma miró a Peter, le sonrió falsamente y respondió:

—Te lo mostraré.

El Alma De La Avaricia [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora