Nada es como parece. (Niall Horan y tú)

Capitulo 26

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Iba a ser una semana perfecta. En el instituto nos habían dado esta semana de vacaciones -no sé el por qué, la verdad- pero da igual, mejor. Hoy había quedado con las chicas para hablar sobre que vamos a hacer esta noche, porque teniendo una semana de vacaciones, sin deberes ni examenes cerca, las chicas iban a ir a cualquier sitio, y eso lo sabía yo y cualquiera. 

Estaba en la cocina preparando algo para merendar, ya que con lo que come Ruth... Había pensado que podían inventar una despensa que no se acabara nunca la comida, como... ¡Como una despensa mágica! Sí. Yo se la compraría a Ruth, seguro que con eso sería la más feliz del mundo. Yo no entendía como podía comer tanto y no engordar, es decir ¿Hola? Como yo todo lo que come ella y me hago una ballena y ella ahí, tan tranquila, comiendo siempre como si se acabara el mundo -que a decir verdad, no sé como le cabe tanta comida en el cuerpo-.

Preparé unos bocadillos -hice dos mas para Ruth- y cogi refrescos. Los llevé al comedor mientras encedía la tele. Estuve viendola como unos diez minutos hasta que las chicas llamaron a la puerta. Bueno, las chicas y Jackson, pero para mi él es una mas así que.

- ¡Hola, hola, hola! - gritaron todas al mismo tiempo.

- ¡No estoy sorda no hace falta que griteis! - dije como si cantara una canción mientras tenía una sonrisa en la cara. Ellas rieron.

- Alguien esta de buen humor. - cantarreó Maddy mientras nos sentabamos en los sofás.

- ¿Yo? Siempre. - contesté con mi mejor cara de inocente.

- Uy si, seguro. - habló esta vez Jackson. - Sobre todo cuando estás en tus días. - dijo mientras cogía su bocadillo. Yo le fulminé con la mirada. - ¿Sábes? Nunca había visto a una vaca echar algún líquido que no fuera leche. ¡Eres una vaquita mutante! - gritó llevándose las manos a la cabeza. Estúpido. Todas empezaron a reír -yo incluída- desde que llevé el pijama de mi querido y adorable amigo Niall, todas hacían comentarios graciosos sobre eso.

- Eres muy idiota. 

- Yo también te amo.

- Bueno. - habló Leire esta vez. - ¿Qué haremos esta semana libre?

- ¡Fiesta! - gritaron Sam y Ruth a la vez. Se miraron entre sí y rieron. Lo que yo decía, sin fiesta se mueren.

- ¿Otra vez? Chicas estoy cansado de ir siempre de fiesta. - se quejó Jackson.

- ¡Oh venga ya! - exclamó Maddy. - Eres el gay mas aburrido del mundo. - todas intentabamos aguantarnos la risa. Cuando estos dos empezaban, no había quien les parase. - ¡Hasta la abuela Matilde tiene mas ritmo que tú! 

- Mira, niñita con las hormonas nerviosas, a mi no me vengas de listilla porque sabes que....

- ¡Chicas! - les interrumpió Leire de su preciosa pelea. - Ya basta. Estamos aquí para saber que vamos a hacer esta semana no para que voso... - Leire paró de hablar y miró a Ruth. - ¡¿Se puede saber que haces comiendote MI bocadillo?! - le gritó marcando la palabra "mi". Las demás mientras tanto reíamos sin parar.

- Tengo hambre. - dijo con la boca llena.

- Oh, venga ya. ¿Y te tienes que comer el mío? - Ruth asintió. - Eres un asco de persona. - se cruzó de brazos mientras la miraba mal.

- Te amo. - contestó Ruth parpadeando muy rápido y juntando sus manos.

- Yo no. Ojalá te atragantes con el bocadillo.

- Chicas basta ya. - dije aguantándome la risa. - Leire luego te haré yo otro bocadillo. - dije mirándo a Leire. - Y tú. - señalé a Ruth. - Deja de comerte la comida de los demás. - ella asintió. - Vale, entonces. ¿Saldremos esta noche de fiesta o preferís jugar al Monopoly? - todas alzaron una ceja y estallaron en risa.