CAPITULO 2

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"¿Qué?" Me quedo en blanco, no se que decirle, no se cómo reaccionar, no se que hacer. Jamás me habria planteado el hecho de que Brian fuera gay, y además me lo dice de esta manera tan, nose, a la ligera. Me quedo quieto y sin mediar palabra un buen rato hasta que me percato de que Brian se levanta bruscamente del banco con una expresión de enfado en el rostro y dice:
-Sabía que no lo entenderías- le agarro del brazo para evitar que se vaya
- No espera Brian, no es eso...- suspiro - es solo que...- "¡Dios!" la frustración me invade, no sé como decirlo
-Es solo que no soportas que me gusten los tios ¿Verdad?- puedo ver como sus ojos se humedecen y como en su rostro se forma una expresión de dolor. Me quedo en blanco ante la dramática escena – muy bien, supongo que el silencio otorga – me mira por última vez con un rostro implorante, para ver si decía alguna cosa, la más mínima reacción, pero no, no digo nada, ni hago nada, simplemente quedarme ahi cómo un idiota, viendo como una de las personas más importantes de mi vida se va solamente porque no he sido capaz de reaccionar.
Estoy en el autobús de vuelta a casa, pensando en cómo podría arreglar las cosas con Brian cómo podría en cierto modo, disculparme por no haberle apoyado cuando más lo necesitaba. El autobús para y se baja la pareja de ancianos que había sentados a mi lado, asique decido ocupar su lugar en vez de estar de estar de pie apoyado contra la barra de metal. Me dirijo al asiento de plástico azul y me pongo a pensar en lo que me ha ocurrido durante el día. Cuando estaba totalmente evadido de la realidad recreandome en mi subcosciente, oigo una voz al lado mio
-¿Neithan?- me giro para ver quién és
-¿Ariadna?- Ariadna es la melliza de Mary, y una de mis mejores amigas. Veo como Ariandna viene hacia mi mientras recoge su pelo castaño a modo de coleta y se sienta a mi lado -¿Qué haces en este autobús?- le pregunto sorprendido dado que Ariadna no suele coger este número
-Nada, vengo de estar de compras- dice señalando el montón de bolsas que tenía a su lado mientras sonrie -¿Tú?- se levanta y coge sus bolsas rapidamente antes de dejar que le responda – Lo siento Neithan, es mi parada, ya hablamos – dice gritando desde puerta del autobús, a lo que yo le levanto la mano en forma de despedida.
Al fin llego a mi parada, asique me bajo del autobús y empiezo mi corto camino hacia casa. Al llegar a mi porche me meto las manos en los bolsillos para sacar las llaves, pero por si acaso mi dia no hubiera sido suficientemente desastroso, me las había dejado en casa. "Mieda" pienso, y me apresuro a llamar a la puerta para ver si hay alguien en casa, pero nadie responde, asique decido llamar a mi madre por el móvil. Después de dar tono dos veces oigo una voz al otro lado
-¿Diga?- es mi madre, con el ruido de la oficina de fondo
-Mamá, soy Neithan- le digo mientras me siento en el banco del porche
-Neithan cariño, ¿Pasa algo? - pregunta preocupada mientras la escucho teclear en su ordenador de oficina
-Me he olvidado las llaves en casa ¿Vas a volver muy tarde?- cruzo los dedos para que no me riña, y para mi sorpresa, no lo hace
-No lo se cariño- suspira -esperate en el porche y si no he llegado a la hora de cenar puedes irte a casa de los Robinson, seguro que te invitaran encantados – Los Robinson son nuestros vecinos de toda la vida, y por razones que desconozco a mi madre le caen bien
-No gracias, prefiero morirme de hambre antes de entrar en la casa de los Robinson- se que suena cruel, pero son bastante insoportables, sobretodo su hijo pequeño Will, a ese niño no hay quien lo aguante
-Anda hijo no seas así, bueno te tengo que volver al trabjo, nos vemos- cuelga y me guardo el móvil en el bolsillo izquierdo de mi pantalón. Cómo estoy muy cansado decido tumbarme en el banco y mirar el móvil. Al cabo del rato me entra el me guardo el móvil y me quedo mirando a la Sra. Robinson cortar el césped.
Cuando estaba a punto de morirme de aburrimiento, veo a Brian en las escaleras de mi porche
-!Brian¡-digo sorprendido mientras bajo las escaleras de mi porche para darle un gran abrazo- lo siento mucho de verdad pero en el parque me quede en blanco, y, sabes que siempre vamos a ser amigos, da igual lo que pase ¿Lo sabes verdad?- Brian me devuelve el abrazo, no puedo ser más feliz en este momento, me ha perdonado, volvemos a ser amigos, la felicidad recorre mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies -Ven a sentarte conmigo- le digo señalandole el banco del porche
-Neithan espera un momento- suspira y m coge del brazo para impedir que siga subiendo las escaleras
-¿Ocurre algo?- Pregunto sorprendido ante el giro inesperado que ha dado la situación
-El que se quiere disculpar, en cierto modo, soy yo-"¿Como?" no entiendo nada, está muy raro
-¿Por qué?- bajo los escalones y me coloco al lado suyo
-Porque no te he dicho toda la verdad- en ese momento ya no es felicidad lo que siento sino una especie de curiosidad- la única razón por la que quería quedar contigo en el Cal Anderson Park no fue porque soy gay, había una más, la más importante, la razón por la cual quería quedar contigo en persona- me estoy empezando a poner nervioso, no esntiendo lo que me quiere decir, ¿Por qué no decirmelo en el el parque? ¿Porque tener que venir hasta mi casa para decirmelo?
-Y ¿Qué es lo que no me has contado? -Brian mira al suelo y juega con sus manos mientras se muerde el labio inferior, puedo ver en sus ojos que está muy nervioso, de repente veo como Brian me coje por los hombros mientras junta sus calidos labios con los mios durante al menos 15 segundos,y cuando al fin se separa de mis labios, me responde con 3 palabras
-Que te quiero-
De repente escucho un claxon que hace que me asuste y me levante repentinamente del banco, miro el cielo y veo que ya es de noche y que las farolas iluminan toda la calle, y que por alguna extraña razón tengo una manta marrón cubriendome por completo. Cuando giro la cabeza veo que el claxon que ha sonado ha sido el de mi madre, que acababa de llegar del trabajo, pero cuando mi madre esta bajando de su Jeep rojo, de repente me acuerdo de lo que acababa de pasar con Brian, y una extraña sensación me invade
-¿Qué tal cariño?- me pregunta mi madre gritando desde el garaje – La Sra. Robinson me ha dicho que te dormiste en el porche y que te trajo una manta para que no te resfriaras- un momento ¿Me dormí? ¿Lo de Brian había sido un sueño? ¿Nada de aquello había pasado? ¿Seguía Brian enfadado conmigo? Y lo más importante de todo ¿Porque me había gustado?

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