¿Qué soy? (Teen Wolf fanfic/ Stiles Stilinski) [COMPLETA]

Capítulo 33: El colgante

Alex's POV:

Las últimas clases del día Aiden y yo decidimos saltárnoslas ya que ninguno tenía ganas de ir a clase (¿y cuándo las había?). Y segundo por qué mi mitad mujer lobo/ criatura rara había amenazado con salir después de muchos días pudiéndola controlar gracias a él. De todos modos no nos podíamos ir a ningún lugar muy lejos ya que les había prometido a las chicas que iría de compras con ellas al acabar las clases. Por eso nos dirigimos al párquing y nos quedamos en un punto ciego donde ningún profesor nos pudiera ver. 

  - No lo entiendo -digo yo sentándome en el suelo y Aiden me imita -Hacía días que no me transformaba.

  - No pasa nada. Es lo que tu dices, ya habías conseguido controlarte durante mucho tiempo. Es un gran avance -me dice dándome todo el mérito.

Giré mi cabeza para mirarle y me lo encontré con la mirada al frente, fija en el suelo. Realmente tenía un perfil increíble, podría ser modelo con esa nariz y esos ojos, esa mandíbula angulada...

  - Gracias a ti -le dije.

Aiden se giró y se me quedó mirando. Me sonrió por lo que le acababa de decir haciendo que unas pequeñas arrugas (adorables he de añadir) le aparecieran en los ojos.

  - Yo no he hecho nada, sólo he estado a tu lado. 

Por alguna extraña razón noté mis mejillas tornarse algo rojas haciendo que me viera forzada a desviar mi mirada hacia mis zapatos.

  - Oh, mi hermana y yo te hicimos esto.

Aiden rebuscó entre sus bolsillos haciendo que una curiosidad creciera en mí provocando que le volviera a mirar algo cotilla. Entonces sacó una cadena plateada con un colgante precioso. El colgante tenía forma de rombo. Era también de plata con una piedra lila que parecía amatista en medio.

  - Bueno en realidad mi hermana no hizo casi nada así que se podría decir que es completamente mi -volvió Aiden explicando algo tímido pero no le dejé acabar.

Me lancé a su cuello en un abrazo. El colgante era simplemente precioso.

  - Es precioso -le dije en el abrazo que le había pillado por sorpresa.

Finalmente apoyó su mentón en mi hombro y me rodeó con sus brazos.

  - No es nada. En realidad lo que le da ese color lila es acónito. Es mortal para los hombres lobo pero tiene la cantidad justa para no hacerlo. Eso y un encantamiento que le hice harán que te ayuden a no transformarte -explicó, y tras una breve pausa añadió -Además el lila de la piedra va a juego con tus ojos de mujer lobo, y permíteme decirte que es un lila precioso.

Sin entender muy bien por qué me volví a sonrojar, pero por suerte aún seguíamos abrazados y no se dio cuenta.

  - Gracias -le dije separándome y girándome para que me lo colocara.

Tocaba la piedra lila que se encontraba sobre mi pecho cuando Aiden volvió a hablar.

  - ¿Entonces vais a comprar hoy vestidos? 

Me sorprendí un poco por la pregunta ya que normalmente nuestras conversaciones solían ser sobre cosas sobrenaturales, no algo tan banal, tan normal, tan de adolescentes.

  - Supongo que sí -le dije pensando en el suplicio de tarde que me esperaba.

  - La verdad, no te imagino con vestido -dijo él riendo, a lo que yo le pegué suavemente con mi puño en el hombro reprimiendo también una risa.

  - Admítelo, morirías por verme en vestido -le dije burlona mientras reía con él.

  - Sí, lo admito. Apuesto a que estás genial.