Survivors - Glenn Rhee y Lexie Lutz (Glexie)

|12| - Barn

Observo cariñosamente a Glenn que duerme a mi lado. Han pasado varios días desde que discutimos por lo que pasó entre él y Maggie, y aunque no había tomado mi decisión acerca del futuro que Glenn y yo teníamos, me gustaba dormir cerca de él. Glenn era y siempre sería, mi espacio seguro.

Intento levantarme y salir de la tienda que compartimos sin que él lo note, pero me es imposible. Sus brazos están rodeándome y aunque intento quitarlos suavemente, sin ningún movimiento brusco, él despierta. Siempre pasa. Intentamos dormir profundamente y descansar un poco, pero no es posible. Nuestro cuerpo se ha acostumbrado a estar alerta siempre.

—¿A dónde vas tan temprano? —Pregunta aun adormilado.

—Voy a revisar las cercas con Rick. Él dice que son seguras, pero se me hacen inestables y las que rodean el granero están bastante dañadas. No perdemos nada con reemplazarlas, después de todo, es nuestro lugar también ahora —beso su mejilla—. Te veré para el almuerzo.

Lavo mis dientes y mi rostro antes de encontrarme con Rick para revisar las cercas. Lori ha estado actuando de una manera extraña, pero hemos estado tan ocupados que no he tenido tiempo para preguntarle qué es lo que le sucede.

Sale de la tienda antes de que lo haga Rick. Ahora que la veo de cerca, luce desmejorada y está bastante pálida.

—Adelántate, quiero hablar algo con él —me pide.

—¿Estás bien? —Le pregunto al notar su semblante.

—Sí.

Noto que no quiere hablar conmigo, así que hago lo que ella me pide. Continúo mi marcha hacia las cercas del granero, porque quedamos que sería lo primero que veríamos. Escucho unos ruidos dentro y saco mi arma a modo de protección. Me sorprendo de ver a Maggie fuera tan temprano, y guardo mi arma.

Recién está amaneciendo, y nunca les veo fuera antes de que él sol brille con intensidad. Luce nerviosa y no quita su mirada del granero. Veo que hay una escalera a un lado que lleva a una ventana, justo por donde ella vino.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta a la defensiva.

—¿No te lo dijo tu padre? Rick y yo revisaremos las cercas. Algunas no parecen muy estables y otras lucen muy dañadas, y de ser necesario vamos a reemplazarlas —le digo en un tono neutral.

—Las cercas de este lado de la granja no tienen nada de malo. Mueve tu culo y no vengas por aquí a no ser que alguien de mi familia lo pida —responde de mala manera.

—¿Perdón? Ya tenemos la autorización de tu padre —ahora que la miro bien, tiene puesta la chaqueta que Glenn me había regalado, y no puedo evitar hacer un comentario típico de Amy—. No a todos nos queda bien la misma ropa, Maggie.

Sus ojos furiosos se encuentran con los míos. Esta dolida de que aunque intentó separarme de Glenn, su plan no se concretó. Y finalmente él eligió estar de mi lado.

—¿Lo dices por la chaqueta? A Glenn no pareció importarle mucho mientras me hacía el amor. Gemía para mí. Se corrió para mí… —Escucharla hace que todo dentro de mí se revuelque, pero no dejo que siga hablando.

Sí, ella había tenido la dicha de disfrutar de algo que aun yo no había experimentado con él, y la odiaba muchísimo por eso.

—Pero es mío. ¿Lo disfrutaste mientras duro? Qué bueno. Él es mío, Maggie —respondo con la voz dura—. Y es mejor que te mantengas alejada de él si quieres seguir con vida —la amenazó.

Vienen ruidos desde dentro del granero de nuevo. Saco mi arma nuevamente para ir a ver, pero ella me detiene tomándome por una de mis muñecas.

—No te atrevas a ir para allá —dice desafiante.