Capítulo 10: No lloren por mí.

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   -Han pasado cuarentaisiete años desde el fin de La Ultima Guerra, y el fin de la humanidad como la conocíamos. Me encuentro sano, aunque muy viejo y cansado. Ema se siente igual, aunque ella tiene miedo. Miedo a la muerte, pues ambos la vemos muy cerca. Antes de irme para siempre, voy a plasmar todo lo que siento, todo lo que aprendí durante mi vida en una libreta, para que dentro de cinco, diez, cincuenta o cien años, alguien sepa quiénes fuimos, y también pueda aprender:

-22 de Junio de 2074.

No tengo claro cómo empezar, voy a hacer lo mejor que pueda.

Nací en mi casa, rodeado de mi familia. Lamentablemente no tuve la mejor infancia. Mi único amigo era mi primo, que venía a visitarnos cada seis meses con su familia. Era el menor de cinco hermanos, hermanos que nunca quise, y siento que nunca me quisieron. Me educaron mis padres en casa, pues vivíamos en medio de la nada. Me enseñaron todo lo que sabían, que no era poco: historia, matemática, español, inglés y alemán, más tarde aprendí física, y cuando cumplí los ocho años empecé a cazar. Siempre amé la cacería, la adrenalina fluía por mi cuerpo cada vez que apretaba el gatillo. Cuando me fui de casa, no me costó encontrar trabajo, pues sabía desde carpintería hasta contabilidad. Aunque cuando entré en contacto cotidiano con el resto de la gente, los notaba vacíos, como clones. Luego llegó el año 2027 y la Ultima Guerra empezó. La lucha se desató debido a que encontraron un metal con propiedades únicas, propio de otro planeta. Era muy escaso, no más de una tonelada. Entonces, prácticamente todos los habitantes de este planeta fueron a su búsqueda. Fue todo tan repentino. Asustaba ver cómo los que hace una semana eran vecinos, se saludaban y veían el fútbol juntos, ahora peleaban a muerte por algo que ni siquiera sabían bien qué era. La guerra es absurda. El ser humano tenía tanto potencial como especie, potencial que no aprovechamos, pues la agresividad, codicia y avaricia están en nuestro ADN. Lo que antes nos hizo avanzar tan rápidamente, ahora nos divide y destruye.

Por mi parte, nunca me separé de mi gente, la que me había visto crecer, que me apoyaba y que yo apoyaba. Nunca tuve enemigos reales, quienes buscaban pelea conmigo no recibían más que indiferencia. La Ultima Guerra terminó como empezó, súbitamente. A partir de ahí cazaba para vivir. No creía poder aguantar esa situación mucho más tiempo, hasta que encontré a Ema, mi eterna compañera. Nos salvamos mutuamente; yo a ella le curé una herida de muerte y ella me salvó de mi mismo.

Ahora estoy tranquilo, no me arrepiento de nada. Desde aquí quiero darles las gracias a todas las personas que estuvieron en mi vida. Todas ellas aportaron algo; tanto las buenas, aportando afecto, como las malas, haciéndome aprender.

Nunca me importó quién seas: alto, bajo, blanco, negro, amarillo, mujer, hombre, homosexual, lo que sea. Si eres amable conmigo, yo seré amable contigo, así de sencillo. No pude haber pedido otra vida, fui muy afortunado. Las personas que he tenido a mi lado y la que tengo ahora valen mucho más que cualquier posesión. Adiós.-

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⏰ Última actualización: Feb 07, 2017 ⏰

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