Extrañándote (Fred y George one-shot triste)

Extrañándote

George Weasley era una persona feliz. Tenía una tienda exitosa, una familia a quién amaba y estaba por ser padre. Había recaído con la muerte de su hermano, pero se estaba recuperando bastante bien.
Su familia era colosal: tenía cinco hermanos, quienes tenían parejas e hijos. Tenía unos padres fabulosos y muchos amigos de la familia.
Uno de los tantos amigos de la familia era Teddy Lupin. Sus padres habían muerto, y como eran muy cercanos a Harry (el marido de su hermana) Teddy se volvió parte de la familia.
Teddy Lupin era un metamórfogo, eso significaba que podía modificar su apariencia. Y diablos, no dejaba de hacerlo.
Su novia, una chica rubia de ojos celestes (que, por cierto, era una de las hijas de un hermano de George) no dejaba de hacerle pedidos para que se cambie su forma física. Cambiaba su nariz, su cabello, sus ojos.
La niña era igual que su madre.
Un día, a George esto le hartó. Y esto es muy raro, ya que el pelirrojo no se enojaba nunca.
-Listo, no más cambios de apariencia. - sentenció George. Teddy suplicó y suplicó pero no obtuvo nada del Weasley.
-Listi, ni mis cimbis di ipiriencia- se burló el peliazul. George rodó los ojos.
-En serio, basta- dijo con una media sonrisa.
Entonces, Teddy (pensando que era gracioso) se transformó en una réplica exacta de George, y comenzó a copiarlo. George sintió que el corazón se le caía al suelo.
Fred.
Su gemelo estaba allí, a su lado, hablando. George sabía que ese era Teddy Lupin, pero, sin poder contenerse, se largó a llorar.
Ver a alguien tan parecido a su hermano, le rompía el alma y el corazón. El peliazul lo miraba extremadamente confuso, pero a George no le importó.
Fred estaba muerto. Lo tenía que aceptar.
Pero, cuando se fue a dormir, juró que sintió unos brazos rodeandolo en un abrazo...