1

10 2 0
                                    

Seriamente he de pensarlo con cautela esto podría ser mi fin pero he de intentarlo.

~Dos meses antes~

El jefe me había mandado a que fuese al despacho. 

¿Mi trabajo? Un simple espía/ detective... No sé, no lo tuve claro desde el principio pero sigo haciendo lo que me piden. He trabajado en varios casos,  obviamente los más fáciles para un novato como yo...

-Derek, ¡Derek! ¿Me estás oyendo, niño?

Volví a la realidad.

-Ah perdón, estaba pensando

-Sí, claro.-debía de pensar que como siempre, soy una persona que piensa mucho- Como te decía, hace unos meses intentamos infiltrar nos en la mansión de los mafiosos "Tinderk", y como Martínez falló hemos decidido enviarte a ti. -se inclinó en su lujosa silla.

Hizo una pausa mientras se quitaba la cera del oído izquierdo. Impaciente cambié mi posición encorvando mi espalda.

-Como esta misión necesita atractivo y eres lo más parecido a una mujer que tenemos se la he asignado.

Me siento alagado, espera, ¡me ha llamado mujer!

-Cuente conmigo, ¿y el archivo de información?

-No hará falta el mismo día que sea la misión se le notificará.-se levantó para acompañarme a la salida-.

Me levante dirigiéndome a la puerta.

-Dentro de dos días en la calle Alomedo 5 a las 10 pm, despida se de su familia.

Salí  del despacio y en silencio caminé hasta recepción donde me despedí de Ana, la chica recepcionista.

-Hasta luego Ana no creo que nos veamos hasta bastante tiempo

-¿En serio? ¿Es tan complicada la misión  que te ha enviado el jefe?

-Al parecer sí. - me apoyé en la barra- Por fin lo que me merezco y no buscando a algún gato que se haya perdido o algo por el estilo.

-Mucha suerte.

Fue lo último que escuché antes de irme.

***

Terminé de tomarme la sopa en polvo que me había preparado para cenar y me senté en el sofá para empezar a investigar por mi cuenta un poco sobre este caso.

Obviamente encontré lo que viene siendo entre nada y una poca mierda.

Decidí irme a dormir y aprovechar esos dos días que tenía libre.

~~~

Ya siendo el día y la hora, estaba esperando al jefe o alguien que trabajase en la empresa pero la calle estaba desierta.

Me mordía impacientemente el labio, hasta que una furgoneta negra se paró enfrente del portal en el que estaba. Me asusté al ver a un hombre salir de ella rápidamente y entrar dentro con un paquete, me quedé embobado viendo hacia la dirección donde se había marchado.  No me di cuenta que había alguien más hasta que me agarró y me maniató lanzándome dentro de la furgoneta dónde había otra persona más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 08, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CapturadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora