The Winter Garden

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- Hoy de nuevo hace bastante frío aquí.

Entre las orquídeas y gardenias del jardín invadido por el invierno que se hacía eterno, sin saber siquiera si lo esperaba o no. Kim JongDae visitaba todas las noches a su príncipe dormido.

-A veces me pregunto si no te sientes solo aquí... dime ¿no te gustaría volver a nuestro hogar? Allí aun es primavera, ¿sabes? La plaza del centro es tan colorida en estas fechas. Todos los días hay mucha gente, se ven tan felices disfrutando del sol, del verde césped. ¿Recuerdas cuando nosotros también lo hacíamos?, los días de campo sin ti son solo tristes paseos.

JongDae y MinSeok eran pareja desde hace más de dos años. El chico de risueña sonrisa y cabellos castaños supo que debía estar a su lado por siempre desde que fortuitamente sus carritos de compras chocaron en el supermercado.

Estaba tan convencido de ello que no le importó acosarlo por un mes entero para que al fin aceptara tener una cita con él. MinSeok, en efecto, afirmaba que fue esa determinación de parte de su pareja lo que terminó de convencerlo.

-Siempre te gustaron las gardenias, cuando decidas regresar buscaremos la casa de nuestros sueños y cultivaremos el jardín que tanto deseas tener. Puede ser igual a este, aunque más cálido.

MinSeok adoraba aquellas flores, comentaba que solo un ramo bastaba para perfumar toda una habitación. El aroma le traía bellos recuerdos de su pueblo natal. Además de que el día en que ambos prometieron amarse el uno al otro, su esposo decoró el lugar de la ceremonia con ellas.

¿Quién hubiera pensado que aquel lugar, el jardín con el que tanto soñó lo tendría atrapado?, el invierno congeló todo a su alrededor y a él mismo.

Imposibilitado para moverse o articular palabra, solo le quedaba oír la melodiosa voz de su esposo, sufriendo con el tono afligido y desconsolado que empleaba al relatar con añoranza sus vivencias pasadas.

Por supuesto que las recordaba todas y con lujo de detalle. Pero el frío desbordante no le permitía responder.

"Si tan solo pudieras despertar del prolongado letargo en el que estas sumido, abandonar la negra oscuridad en la que te empeñas en permanecer."

Por extraño que parezca, el lugar donde se encontraba estaba sumido en una noche eterna, apenas iluminado por el fulgor de estrellas remotas.

MinSeok era una flor solitaria, en medio de un jardín invernal.

La nieve y la escarcha se extendían de extremo a extremo, llegando a pintar de blanco cada árbol, cada arbusto. Incluso la pequeña cascada de piedras perdió su cauce, como si el tiempo se hubiese estancado.

-Vagué por días hasta llegar aquí, y te encontré para protegerte. Necesito salvarte.

JongDae siempre sintió necesidad de hacer todo por él.

A pesar de ser dos años mayor que el castaño, o de tener incluso más fuerza física, eso no le restaba ánimos al más alto, que se empeñaba en cargar las bolsas pesadas o reparaba los artefactos en la casa.

No porque lo creyera débil o indefenso, nada de eso, según él, era su manera de demostrar ser merecedor de su amor. Porque para él, MinSeok era tan perfecto, lo hacía casi inalcanzable.

-Siento que estoy avanzando lentamente, antes cuando apenas alcanzaba tu mundo, despertaba. Hoy puedo sentarme a tu lado. Si tan solo hubiera una forma de entrar en tus pensamientos... deseo tanto saber eso que no me puedes contar.

Estaban uno junto al otro, sin embargo, se sentía como si un universo entero los separase. Ya que a pesar de sus constantes discursos no podía estar cien por ciento seguro, de que el mayor lo escuchaba así como MinSeok desconocía la forma de darle a entender que sí lo hacía.

The Winter GardenWhere stories live. Discover now