Sentimientos Ocultos - Junjou egoist

CAPITULO 86 Escape riesgoso. Parte II.

---Roderich---

Trato de mantenerme tranquilo.

De no exaltarme pero...


Se me hace un poco imposible.

Tengo miedo.

No quiero que nada malo suceda.

Pero es una ¿misión?

A eso se le puede llamar así.

No lo sé, solo que...

Es muy peligroso.

No puedo dejar de preocuparme.

Pero debo pensar positivamente.

No me puedo dejar llevar por mis emociones.

Siendo negativo aunque me cueste.

Ellos van a estar bien.

Son expertos.

Sé que lo harán bien.

Camine a la habitación de los niños y vi a mi niña dormida en su cuna.

Acaricie su cabello y sonreí.

-Eres idéntica a Gilbert.

Aunque todos dicen que se parece a mí.

Los otros pequeños están jugando con las nanas del reino.

El hijo de Yukito y la niña de Hiroki.

Deben de extrañarlos mucho.

No me puedo imaginar su situación.

Solo ruego porque todos estén a salvo.

-Roderich.
-Nelly, ¿Cómo se encuentra? –pregunte.
-Estoy más tranquila, solo rezo para que a mis hijos no les pasen nada malo.
-Y así será Nelly, ellos estarán bien.
-Yo solo quiero que todo termine.

La abracé y ella simplemente se dejó consolar.

No puedo imaginar el dolor que siente.

Yo también lo deseo.

Que todo este horror termine.

Esto tiene que parar.

¿Por qué no nos dejan ser felices?

¿Qué rayos hemos hecho?

Por favor.

No dejen que más daño ocurra.

Ya no más.

Me quede con Nelly y mi hermana comiendo un poco.

Ya que no nos permiten salir de estas habitaciones.

Para protegernos.

Aunque...

No me gusta estar encerrado.

Pero debo aceptarlo.

Solo un poco más.

Ellos volverán.

---Akihiko---

Todos nos quedamos sorprendidos.

Al ver caer cada uno de los que protegían el lugar.

¿Tenemos aliados?

¿O son enemigos?

Maldición.

Quiero entrar e ir por mi niño.

No me importa lo demás.

Solo quiero salvarlo.

Protegerlo.

¿Es mucho pedir?

Joder.

Maldición.

Debo de ir por él.

Pero nadie me deja hacerlo.

Dicen que debo esperar pacientemente.

Que solo arriesgaré la misión.

Que debo calmar mis ansias.

Como si fuera tan fácil.

Me es imposible.

-Tranquilo Akihiko.
-Es imposible Rick, tan cerca y tan lejos a la vez.
-Lo sé, también estoy ansioso y preocupado, Yukito es como mi hijo pero debes mantener la calma.
-Pides imposibles.
-Tenemos que ir con calma.
-Maldición.

Nos quedamos observando los movimientos.

Varios hombres comenzaron a salir de la casa.

Preparamos nuestras armas.

Pero...

De nuevo varios sonidos de disparos se empezaron a escuchar.

Nos quedamos detrás de los autos protegiéndonos de los disparos.

Aunque no venían para nosotros.

Sino, hacía ellos.

Los malditos secuestradores.

Entonces son aliados.

Deben de serlo.

O al menos eso quiero creer.

Maldición.

No podemos bajar la guardia.

Mire a Rick y él solo asintió.

Seguimos ocultos y cuando nos percatamos que ya no salían más hombres caminamos hasta la casa.

Pero aun revisando nuestros alrededores.

No queríamos caer en una emboscada.

-¿Usami?

Varios hombres desconocidos se acercaron junto con el representante de mi amado.

-¿Laforet? –exclame.
-Tiempo sin verte. –suspiro- Aunque no es momento de charlar.

Realmente me siento impresionado.

Él nos ayudó.

-¿Ellos son? –pregunte.
-Son de la Elite, están tras la pista de Mookyul.

---Tsumori---

Odio estar recostado.

Tener que "descansar" cuando yo puedo estar ayudando.

No quiero estar aquí sin hacer nada.

Solo fue una pequeña herida.

Esto realmente frustrante.

Maldición.

No me gusta estar sin hacer nada.

Me siento torpe.

Inútil.

Maldición.

Me levante de la cama y una enfermera se acercó.

-Señor Tsumori, usted...
-LO siento pero no me voy a quedar aquí.
-El joven Dimitri dijo que...
-Mi prometido me va a entender, es más, iré a verle.
-Pero señor...

Me aparte de la chica y salí de la enfermería.

Yo no quiero estar aquí.

Si no me dejan hacer nada...

Por lo menos que me dejen estar con mi chico.

Quiero hacerle compañía.

Capaz que de nuevo vienen esos vejestorios y tratan de quitármelo.

Dimitri es mío.

Solo mío.

Camine hacía el palacio y todo estaba muy tranquilo.

Demasiado para mi gusto.

¿Por qué?

Debo de averiguarlo.

Entre a la mansión y hable con algunas personas de la servidumbre.

Les pregunte por mi amado y me dijeron que estaba encerrado en su oficina.

Camine hasta su oficina pero nadie contestaba.

Esto realmente es extraño.

¿Dónde está mi Dimitri?

Camine por las habitaciones pero no lo encontraba.

Realmente es extraño.

Cuando estaba a punto de rendirme escuche jadeos de la sala principal.

Me acerque un poco.

-Odio tener que prepararte, joder, estás tan apretado, RELÁJATE.

Esa voz...

Esa voz es de Steven.

Joder y no hay guardias cerca.

Aunque...

Sin importarme el dolor de mi herida corrí hasta la oficina de mi amado y saque un arma.

Debo acabar con él.

Volví al lugar y respire profundamente.

Mi costado se empapó de sangre pero no me importa.

Me importa proteger a lo que amo.

Tome impulso y patee la puerta con fuerza.

Sentí tanto odio.

Tanto coraje.

En el piso, ese idiota de Steven estaba besando las piernas de mi amado que estaba amarrado y amordazado, mientras este metía sus dedos.

Sin esperar más le dispare en el hombro.

Mi amado lo pateo alejándose de él.

-TE MATARÉ, JURO QUE LO HARÉ.