Capítulo 20: El dragón abatido

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-Muy lejos de Notre Sagesse, en el Bosque del quebranto, aparecieron Corrin y su grupo gracias al libro que Leo les había dado por haber sido derrotado. La princesa Hoshidiana volvía a sonreír un poco, pero la culpa por la muerte de su vasalla, Flora, seguía persiguiéndola.-

Corrin: Como si nunca hubiéramos ido a Notre Sagesse... estamos de vuelta en Nohr. Sin duda, Leo es increíble...

Takumi: Es extraño. Es como si todo lo que pasamos con el sabio Lumen no hubiera sido más que un sueño.

Ryoma: Pero no fue un sueño, hermano. El saber que nos ha transmitido era tan real como el aire que respiramos. Ahora me siento capaz de enfrentarme a Garon.

-La sonrisa de Corrin se borró de su rostro por un momento. Ella seguía sintiendo un poco de cariño por el rey Garon, ya que éste había sido su "padre" por muchos años. Era cierto que él mató a su verdadero padre, el rey  Sumeragi, y también había asesinado a su madre, la reina Mikoto. Incluso él había provocado la muerte de Flora... Eso jamás se lo perdonaría, pero seguía queriéndolo. La princesa Hoshidiana comenzaba a sentirse asustada; estaban cerca del castillo de Nohr y eso significaba tener que enfrentarse a sus adorados hermanos y hermanas.-

Shiro: ¿Madre?

-Todos miraron a Corrin, quien se encontraba de espaldas a ellos. No quería que la vieran a los ojos. Su mirada estaba llena de culpa. Intentando ocultar su tristeza, vio a sus pies un extraña tela morada, como si fuera un pedazo de bandera. La mirada de la chica cambió, volviéndose una de seriedad. Todos observaron como la princesa se agachaba y tomaba el trapo mientras ella inspeccionaba detenidamente el terreno bajo sus pies. Al cabo de un momento, ella se puso de pie, mirando a sus compañeros.-

Corrin: Es un pedazo de bandera Nohria. Lo reconozco por el color morado oscuro y por los bordes dorados. El suelo está blando, por lo que muchas personas debieron pasar por aquí... Eso significa que el ejército de Nohr nos estuvo buscando en este lugar cuando estábamos en Notre Sagesse.

-La chica caminó un poco, en búsqueda de pisadas para ver a dónde se dirigían. Después de unos segundos, el rostro de la chica se relajó un poco. Estaban secas las pisadas. Los Nohrios habían pasado por ahí unas dos horas antes que Corrin y los demás volvieran de Notre Sagesse.-

Corrin: Van en dirección contraria a nosotros. Debemos avanzar rápido; estoy segura que volverán pronto para comprobar el otro camino.

Jakob: En ese caso, es mejor ir al Noreste, Corrin-sama. Ahí hay una ruta directa que nos dejará muy cerca del castillo.

Azura: No debemos bajar la guardia... Que hayamos esquivado a sus tropas no significa que lo podamos hacer otra vez.

Corrin: En marcha.

-Por largas horas, Corrin y su tropa avanzaron por el territorio de Nohr. Muchas veces Kaze y Saizo debieron adelantarse en búsqueda de enemigos, pero gracias a los dioses, el camino estaba despejado. Cuando estaba muy entrada la noche, por fin la princesa Hoshidiana con los demás llegaron a su destino. El Fuerte del dragón abatido. Delante de ellos se alzaba una enorme construcción con un largo pasillo de entrada. Detrás de éste se podían ver algunas de las torres del castillo del rey Garon.-

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