ADES
-Buenos días -fue lo primero que se oyó en la cocina de los Ades.
Los ojos de Uno, rojos por el sueño acumulado, se intentaban adaptar a la luz de bajo consumo. Allí le esperaban, todavía en pijama, dos de sus protegidos: Big y Bang,quienes libraban en silencio una batalla con cucharas a modo de catapultas y cereales como proyectiles. Parecía que sólo de vez en cuando recordaban que su objetivo era desayunar.
Frente a ellos se encontraba una tercera persona, una mirada violeta por la que Uno sentía tanto miedo como apoyo.
-Hola, Ángel -le saludó Sensei mientras leía su móvil, entretenida.
Big, al darse cuenta de que Uno había entrado en la cocina, levantó rápido la mano para saludar, quedando indefensa para el cereal mojado que impactó en su frente.
-¡Eso no vale! -protestó la muchacha italiana-. ¡No puedes atacar a alguien que está siendo educada!
-Hola, Uno -rebatió Bang mientras propulsaba otro cereal con la cuchara. Big fue más rápida,esquivándolo y preparando un puñado para el contraataque.
"Mis niños", musitó Uno para sí.Sacudió la cabeza de inmediato para no perderse en pensamientos familiares. Se planteó corregirles por dejar la cocina hecha un desastre, pero le agradaba ver algo de alegría en su casa. Verles jugar dejaba claro que Sensei no había tenido ninguna visión. Si no había ningún Vein por el mundo, Uno podía aprovechar para intentar relajarse.
Intentar, esa era la palabra. Tan pronto como dispuso un gofre en la tostadora y Bang y Big dejaban a un lado los cubiertos, usando cuanta comida les cupiera en el puño, comenzó a oírse un vocerío habitual desde la escalera.
-But, Íole,tú know yo no ser...indiscreet? I just buscar...
-¡Me da lo mismo! ¡Uno, he encontrado a Thomas de nuevo en mi habitación! -gritó cuando ambos aparecieron en la cocina, la griega con los puños cerrados y el americano en posición defensiva, caminando de espaldas. Apenas oyó el nombre deUno, el antiguo policía se giró con cara de ilusión para buscarle en la cocina. Su postura cambió de punta a punta, enderezándose y dando los buenos días con una sonrisa de oreja a oreja.
-Uno,good to see you!-dijo, intentando chapurrear su spanglish tan peculiar-. Yo buscar lentillas, estos ojos verdes are strange for gente.
-¡Pues a la próxima te los tapo con un bonito morado! -protestó Íole, bastante enfadada. Thomas se giró para pedirle disculpas, pero la chica de pelo lila había dado por terminada la conversación, dirigiéndose a la despensa. El americano, disgustado por el devenir de la conversación, volvió a dirigirse a Uno.
-But...tú entenderme, ¿no, Uno?
El madrileño se negó a responder,evadiendo la pregunta con un movimiento de su mano mientras esperaba por su comida. El dulce olor a azúcar tostado le distrajo de lapelea, regocijándole con el manjar que disfrutaría en pocos minutos. El aroma evitó, incluso, que saludara a la figura sombría que se había colado en la cocina sin hacer ruido.
-Hola, Armas -dijo Sensei, la única que se molestó en ello. El chico apenas hizo un gesto para indicar que la había escuchado y extrajo de la nevera un batido que tenía preparado desde la noche anterior. El rostro de Bang se oscureció en presencia del recién llegado, siendo Big la que buscó elevar su ánimo con unos toquecitos en su hombro. Íole y Thomas, tratando de ser indiferentes, se sentaron en lados opuestos de la mesa. No fue hasta unos instantes después que Thomas se dio cuenta de que no se había preparado nada de comer. Con una palabra ininteligible en los labios, se levantó de inmediato y trató de no rozarse con el joven de pelo largo.

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Proscritos
FantasyFanfic de Dominadores de Almas, de Mélani Garzón Sousa, enlazado con La caída del submundo, saga de mi autoría. La historia sucede una semana antes de ADES: Ángeles Desvanecedores, describiendo una visita al parque de atracciones con consecuencias n...