"Capítulo 15" Parte 2

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Bajé la mirada y suspiré.

—Mi padre murió el jueves y el domingo le enterramos. Todos estamos destrozados, aunque no lo muestren, como yo —sonreí levemente.

—Lo siento mucho —habló apenado.

—No pasa nada —sonreí cerrando los ojos, evitando llorar—. Siguiente pregunta.

Sonrió y miré hacia el público. No conocía a nadie. De pronto, me fijé que estaban mi hermano y mi cuñada Marta. Solté una sonrisa cuando mi hermano me miró.

—¿Qué otras cosas sabes hacer más además de los idiomas? —cuestionó Pablo.

—Pues sé tocar la guitarra, rapear canciones que ya están para rapear y cantar. La verdad es que nunca me han llevado a ningún lado.

—¿Nos cantarías una canción en rap? —me dio un micrófono.

—Con mucho gusto —cogí el micrófono y carraspeé—. Voy a cantar una de Keyblade —suspiré—. Tú que cambias tu movimiento, reloj; vas de lento a veloz. Nunca sabré entender tu comportamiento, que no. Tu existencia se reduce a nuestro invento, y ya yo ni me esfuerzo en buscar relación entre tiempo y razón. Tan pesado si he pasado mil ratos de apuros, momentos muy duros, oscuros, de dolor puro. Tan liviano cuando estoy con los seres que amo, en ciertas ocasiones tan desperdiciado en vano. A veces tan malvado, me engañas, no lo soporto. Te vuelves un tirano, un rival en esta epopeya. Haces que sus abrazos sean tan cortos... e infinitos los días que pasan hasta volver a estar con ella. Manifestado en números creados por humanos, pero muy superior a cualquier fuerza que conozcamos. Ojalá viajara a través de ti y cambiara el pasado pero el tic tac dicta lo que has asentado eres... Tiempo, tiempo Quien decide quién se va antes o después. Tiempo, tiempo. Lo más importante que a la vez no ves. Tiempo, tiempo. Más difícil de entender de lo que crees. Él fluye como el viento, escapa al conocimiento. El mentiroso tiempo es el más injusto juez.

Sé que hay más, pero ahí me quedé.

—Eres una caja de sorpresas —dijo impresionado—. ¿Y una canción?

Asentí y sonreí.

—Sabía, que era algo malo lo que aquel cabrón hacía, pero por miedo rabia nunca se atrevía, a compartir la situación. Dolía, más en su mente que en su cuerpo, y en la vergüenza del silencio se marchitó su corazón. Las otras niñas no jugaban al mismo juego que jugaba Lyss. Las otras no se desnudaban, ni les contaban los lunares y amanecían en sus sábanas lagrimitas de sangre. La tortura de Lyss era su padre. Más que padre una cruz mas que cruz el dolor que vieron las paredes de aquella habitación. La tortura de Lyss.

El público aplaudió. Miré a mi hermano y estaba silbando. Reí y negué con la cabeza.

—Me has impresionado —habló sorprendido.

—Como tú dijiste, soy una caja de sorpresas —sonreí.

Sonrió y asintió. Se llevaron el micrófono, que lo dejé en la mesa y bebí un poco de agua.

—Bien, comencemos el tema del porque estás aquí. El bullying. ¿Qué es el bullying?

—Como todo el mundo sabe, es el acoso que sufre una persona, ya sea física, verbal o psicológica durante un tiempo, ¿no? Pero yo lo explicaré de mi manera, es el sufrimiento que tiene que pasar una persona durante un tiempo. ¿Has visto cómo cambia?

Asintió curioso.

—La foto que subiste a Instagram. Todo el mundo, en su momento, comenzó a hablar sobre esa foto, que si es verdad o mentira. ¿Qué pasó? ¿Qué es?

Levanté mi manga izquierda y la tenía tapada por una venda.

—¿Lo puedes enseñar? —dijo.

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora