Aproveché que entraba un poco de luz por la puerta del garaje y busqué cosas para poder llevarme que me fueran a ser de utilidad. Encontré una palanca, una pistola de clavos con ocho clavos de munición y una mochila. Salí afuera y era una ciudad desierta en ruinas. La calle estaba obstruida por escombros de los edificios derrumbados. Busqué un sitio por donde ir y vi un callejón por donde se podía pasar, el único problema es que estaba oscuro. Me dirigí hacia el callejón y escuché el grito de una chica. Cogí la palanca y me puse en posición de defensa por si las acaso. Me acerqué más y cuando me asomé, un ser monstruoso estaba apunto de matar a la chica. Era una especie de humano que tenía la mandíbula como arrancada y unas patas de araña saliendo de su espalda. Corrí hacia el monstruo y le clavé la palanca en el cráneo, aún se movía y quería agarrarme, pero hice presión hacia abajo con la palanca y le arranqué la cabeza. Me costó más de lo que pensaba pero lo logré. La chica se me quedó mirando, pensé que ella no sabía que éramos once personas y por eso se sorprendió al verme.
Chica: ¿Quien eres? Y... ¿Qué era esa cosa?
Yo: Me llamo Jonathan. No sé lo que era esa cosa, pero estoy seguro que nos vamos a encontrar más de esos...
Chica: Ojalá te equivoques... Yo soy Elena... ¿Como hemos llegado a este sitio?
Yo: No lo sé... Cuando quise darme cuenta ya estaba aquí. Será mejor que nos vayamos de aquí antes de que lleguen más monstruos de esos.
Elena y yo nos fuimos por el final del callejón y llegamos a una especie de centro comercial donde habían un montón de monstruos alrededor. Antes de entrar me fijé por donde se podría entrar sin que nos vieran.
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Kuroi Kenshi no Densetsu
De TodoUn hombre es enviado junto a varias personas a un mundo extraño y debe encontrar el modo de volver.