Cap 1: Vacaciones en Daegu

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"¿Y por qué Daegu?"- Preguntó Namjoon a sus amigos, estando en el auto camino a la dicha ciudad surcoreana.

"Pues porque por ahora es el único lugar en que podemos relajarnos sin molestia, ¿no te conté? solo estaremos nosotros 4 ahí, mis tíos están en la isla Jeju de vacaciones un tiempo y me pidieron si podía cuidarles el lugar. ¡Así que se tienen que controlar, ¿entendido?! Especialmente tú Joon, solo... ten cuidado, ¿ok?"-respondió el amigo de Namjoon estando al volante, los otros dos solo se rieron un poco y Namjoon solo pudo sonrojarse un poco.

"N-No lo digas así, ¡no es como si lo hiciera a propósito!... kekeke, está bien"-terminó en una leve risa el dios de la destrucción.

Entonces Namjoon se puso sus audífonos, mirando a la ventana y reproduciendo los raps que encontraba interesantes en internet. Se comenzaba a divisar la ciudad destino y algo le decía en tal paisaje que ahí algo encontraría, algo o alguien a quien estaba buscando.


Ya encontrándose en el lugar en que se hospedarían temporalmente, ordenaron sus cosas los 4 jóvenes, y como no habían tantas habitaciones se decidió a través de piedra papel o tijeras que Namjoon dormiría en el sillón y el resto en las habitaciones disponibles. Luego se repartieron las tareas y el más torpe se le encargó comprar la comida para el almuerzo.

Caminando de vuelta ya con las proviciones en bolsas de plástico, Namjoon escuchaba a su rapero underground favorito que encontró en un rincón de las redes sociales coreanas, un tipo que se denominaba Agust D. Realmente le gustaban mucho sus canciones, la voz apasionante y cautivante del rapero incógnito, junto con sus profundas letras, casi lo transportaban a la mente del creador; sentía lo que él sentía, no podía evitar sentirse relacionado, le hacía recordar el tiempo en que también fue un rapero con frustraciones personales. Pero eso había quedado en el pasado, convencido por sus padres siguió el camino que ellos querían, y ya se encontraba en su tercer año de universidad...

Perdido en sus pensamientos, empezó a preguntarse si estaba en el camino correcto para volver al lugar donde se encontraban sus amigos ordenando. Miró hacia abajo y notó que una de las bolsas en mano tenía un agujero y menos cosas de las que debía tener. En adrenalina, tomó la bolsa y empezó a irse por el camino opuesto tratando de buscar las cosas perdidas, pero ya a dos calles se rindió y solo miró con arrepentimiento las cosas que quedaron. Se detuvo en un callejón a tratar de poner las cosas en su lugar sin sobrexigir las bolsas restantes, pero de repente escuchó un murmullo demasiado familiar detrás de él, miró hacia atrás y solo pudo ver la parte de atrás de una motocicleta moviéndose y desapareciendo de su vista. Fue extraño, su corazón palpitó levemente más rápido, algo en ese murmullo lo conmocionó, pronto volvió en sí y partió a la casa del tío de su amigo universitario.

Las bolsas ya estaban llegando a su límite cuando llegó al frente de la casa, llamó a gritos a sus amigos para que le abrieran.

"Hey seguro te tardaste bastante- qué qué?!"-dijo uno de sus amigos siendo interrumpido por la prisa de Namjoon por entrar con las bolsas. 

"¡Ayúdame con las bolsas, rápido- AAH!"-Namjoon exclamó poco a tiempo cuando una de las bolsas colapsó en manos de su amigo.

"¿Pero qué demonios? NO, AHÍ ESTABAN LOS TOMATES"-dijo su amigo con los pies ahora con restos de tomates. 

"¿Qué pasa chicos? ¡Hey, recién había limpiado el suelo!"-llegó diciendo el sobrino del dueño.-"Namjoon, no me digas que-"

"Aishh... de verdad lo lamento, ¡estas bolsas son más débiles que las de las tiendas en Seoul! Una tenía un agujero y ya estaba llegando así que no tenía sentido devolverme, tuve que poner todo en estas dos bolsas y además-"-dijo complicado y frustrado Namjoon cuando lo interrumpe el tercero de sus amigos entendiendo la situación al llegar a la entrada a mitad de la explicación.

"Ahh, bueno ¡tranquilo! no te echamos la culpa Joon ¿cierto?, estas cosas suelen pasar keke. Podemos usar el resto para el desayuno y de momento pidamos una pizza, ¿te topaste con alguna pizzería de camino?"-dijo amablemente el recién llegado.

"Bueno podemos hacer eso, realmente estamos bastante cansados de ordenar el lugar, así que probablemente nadie habría querido cocinar kekeke. Tranquilo Joon, no es lo peor que te ha pasado, de todos modos igual tendrás que dormir en el sillón"-respondió con humor el amigo con los pies entomatados.

Namjoon se sintió avergonzado pero agradecido con sus amigos, les contó de una pizzería que levemente recuerda haber leído el nombre en el camino, por lo que la buscaron en sus smartphones y consiguieron el número del local para hacer el pedido. Luego, con arrepentimiento aún, se puso a limpiar el piso de la entrada... realmente no era su día, primero perdió en piedra papel o tijeras y tendría que dormir en el sillón, y luego perdió la mitad de los ingredientes para el almuerzo ensuciando el piso teniendo que relimpiarse. Con esperanza de que los siguientes días serían mejores, se concentró en limpiar bien sin causar más problemas.

Ya terminada la limpieza, se levanta el joven universitario y estira su cuerpo ahí en la entrada, se da media vuelta y suena el timbre de la puerta. "Ah, ya llegó la pizza, ¿tanto me demoré?"-se dijo a sí mismo. Abriendo la puerta se encuentra a un chico más bajo que él, notando bajo el casco una piel blanca como el azúcar; el chico llevaba el pedido en las manos y miró sorprendido hacia arriba por la pronta apertura de la puerta.

"Ah, em, vengo de la pizzería, ¿hicieron un pedido de la promoción 5?"-dijo con algo de sorpresa el repartidor.

Namjoon quedó algo sorprendido ya que notó que el chico frente a él tenía unas facciones bastante finas, casi femeninas, pero se notaba la masculinidad del chico.  

"Aaaah..."-perdido mirando al chico, Namjoon no supo qué responder.

"Hmm... ¿Me habré equivocado de dirección?"-se dijo a sí mismo el pálido coreano mientras revisaba un papel de su bolsillo.

Entonces al reaccionar con lo que dijo, el universitario entró en shock al escuchar con atención la voz del repartidor y notó su corazón palpitando fuertemente. ¿Acaso era..? No puede ser, ¿o sí? no era algo imposible estadísticamente hablando, pero muy poco probable.

Continuará... algún día... si es que me da la gana...

Entrega Especial: SugaMon FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora