El Otro Talento de Nathanaël. AdrieNath (Yaoi-Gay)

Capítulo: 66

"Wild - Troye Sivan".

Narra Nathanaël:

Ibamos cominando entre los árboles, era muy hermoso, y cuando ya estábamos algo lejos le pregunté.

-Oye. ¿Traes a Plagg?.-

-Si, está en mi bolsillo.-

-¿Nos transformamos?.-

-¿Por?.- Me preguntó esta vez él.

-Me parece más divertido.-

El simplemente accedió.
Una vez ya transformados puse música en mi celular.
Yo sólo desvié mi mirada a sus ojos y le sonreí para luego salir corriendo.

-¡A ver si me atrapas, gatito!.- Le dije ya a cierta distancia.

Narrador Omnisciente:

"Traying hard not to fall."

El bosque estaba tan calmado que la música se escuchaba por todos lados.
El rubio corría detrás del pelirrojo tratando de seguirle el paso.

"I guess it's all working out, now."

El paisaje era hermoso. Todos los árboles estaban llenos de hojas de un verde brillante, por las cuales atravesaba la luz del sol iluminando su camino y el césped que parecía tan suave.

"Too long to the weekend."

"Too long til." 

El rubio alcanzó a su novio y había olvidado que tenía que atraparlo.

Narra Adrien:

El aire era limpio y fresco, muy diferente al de ciudad.
La música que sonaba del celular de Nathanaël era hermosa.

"And it drives me wild."

Nathanaël de un salto subió a uno de los árboles y yo lo seguí de rama en rama.

"You're driving me wild, wild, wild."

Me pregunto como cantará esta canción. 
Giré un poco mi vista y noté como Nathanaël sonreía y tenía las pupilas algo dilatadas.

"Running on the music and night highs."

"It's me and you now, now."

Frenó su paso frente a mi en una de las ramas de esos pinos que eran gigantes.

"It drive me wild."

Nos vimos a los ojos y él me estaba sonriendo.

"You make my heart share bend and break."

Comenzó a cantar poniendo sus manos en mis hombros.
Al escuchar su voz, ver sus expresión y notar como sus ojos reflejaban ternura.

"But i can't turn away and it's driving me wild."

Me volvió a hipnotizar.
De repente la expresión en sus ojos cambió a una de diversión.

"WILD"

Saltó sobre mi y caímos al suelo ya que no estábamos tan alejados de el y no nos íbamos a hacer daño.
Él dejó de cantar pero la canción seguía.
Sentí su peso sobre mi.
Quedó sentado sobre mi mientras yo estaba completamente recostado.

-Te atrapé.- Me dijo con una risita.

-Oye. ¿Qué no era yo el que te tenía que atrapar?.-

-Yo solo dije a ver si me atrapas, nunca dije que yo no podía atraparte.- Me respondió con una sonrisa.

Yo solté una pequeña risa.
En su mirada se reflejaba diversión y ternura.

-Te ves diferente.- Le dije con una sonrisa.

-Es que el aire, el viento, todo. Es tan... No lo se, me siento feliz aquí, como si formara larte de aquí. Me siento...-

-Libre.- Terminé la oración y él me sonrió. 

En su mirada también veía felicidad.
Se veía tan lindo, además de su traje de zorro.
Nos quedamos viendo y mi mirada cambió a una de ternura al igual que la de él.
Llevé una de mis manos a su mejilla y la acaricié.

-Te ves hermoso así.-

Me sonrió y se sonrojó un poco.
Parecía que se iba a acercar a besarme, pero una de sus orejas de zorro se movió bruscamente y miró hacia uno de sus lados.
Se separó de mi y ambos nos pusimos de pie.

-Ven.- Me dijo.

Comenzó a caminar y yo lo seguí.
De repente frenó su paso y puso uno de sus brazos en mi pecho para que yo también lo hiciera.

-¿Que sucede?.-

Otra vez movió sus orejas y giró su vista a la izquierda.

-Shhh... Mira.- Me dijo apuntando hacia unos arbustos.

Yo estaba detrás de él.

-Agachate.- Yo le obedecí y él hizo lo mismo.

Seguimos mirando hacia los arbustos de entre ellos salió un zorro rojo seguido de tres más pequeños. Eran sus crías.
Nathanaël y yo nos quedamos en silencio.
El zorro bajó un poco su cabeza y su cuerpo al vernos y se comenzó a acercar.
Escuchaba la respiración tranquila de Nathanaël y vi como extendía su mano en dirección al animal.
El zorro siguió avanzando. Iba muy lento, en un momento pareció que iba a parar, pero siguió hasta llegar al frente de nosotros, en especial a Nathanaël. El zorro lo vio por un momento a los ojos y puso su cabeza bajo la mano que había extendido.
El zorro permitió que lo acariciara y luego pasó justo a mi y levantó una de mis manos con su hocico para así acariciarlo.
Luego se sio la vuelta para irse, pero antes nos volvió a ver y luego se fue junto a sus crías.

-Waw.-

-Increíble.-

-¿Cómo supiste que estaba aquí?.- Le pregunté.

-Escuché a sus crías ladrando y sus pasos.-

-Que oído tan sensible.-

-¿Tu no?.-

-Yo te estaba prestando atención a ti.- Le sije sonriendole.

-Lo mejor será que volvamos.-