había una vez una alegre princesa que vivía sola en un castillo, ella salia caminar al bosque a buscar manzanas para su desayuno de todos los días. pero un día caminando hacia el bosque vio a una chica abajo del árbol -se habrá desmayado?- pensó mientras se acercaba lentamente hacia ella, cuando llegó vio su cuerpo ya sin vida, no tenia carne, parecía un esqueleto, como si solo tuviera su piel encima de sus huesos, tocó su pulso, no sentía nada, estaba muerta. la princesa la llevó como pudo al castillo, al entrar calló una nota del bolsillo de la chica que decía:
"si muero al menos moriré delgada"
la princesa soltó una lágrima y guardó el papel, dejó su cadáver en el jardín para enterrarla, la princesa sentía una fuerte atracción hacia ella, sentía que nunca nadie la amó y que aunque sea muerta necesitaba cariño, entonces la abrazó y la enterró en su jardín, la princesa guardó la carta en el bolsillo de su vestido y fue al baño a bañarse porque estaba cubierta de tierra.
cuando termina se ve al espejo se ve asquerosa, comienza a vomitar sin parar, cuando acaba se lava la cara y llora frente al espejo, luego se cae la nota del vestido que llevaba, la vuelve a leer y se siente horrible. sale del baño y se siente extraña como si alguien le susurrará que era gorda, fea, una estúpida y que debía adelgazar. la princesa se torturaba no comiendo, pasaba horas en su habitación bajo las sabanas escuchando aquella voz que le pedía aun más. Ya pasó un año, la princesa se volvió loca, pesaba 35 kilos, para aquella voz no era suficiente entonces le pidió que acabara con su vida.
justo el día de la coronación de la princesa iban a llegar muchos plebeyos y gente de la realeza a ver a la princesa ya convertida en reina, pero no pudo soportar la voz, entonces le hizo caso. Al abrir la puerta entraron muchas personas, ella los miró con una sonrisa, sacó una pistola de su bolsillo, la puso en su cabeza y gritó:
"la perfección no existe" -entonces tiro del gatillo-.
Desde ese día todos los plebeyos le dejaban una rosa a su tumba para recordarla como si aun estuviera viva y así ver como se marchitan aquellas flores al igual como se marchitó su vida...