Capítulo único.

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Todo empezó de manera espontánea, casi mágica.

Se conocieron en una fiesta gracias a los amigos que tenían en común. Bastó una mirada para que ambos sintieran esa potente conexión en sus almas, aferrándose con todas sus garras en cada centímetro de sus cuerpos y albergando sentimientos tan inexpresables que, para los dos, era un dolor de cabeza comentar a los demás.

SeHun jamás fue alguien muy extrovertido con el resto a diferencia de LuHan y LuHan nunca fue alguien tan sereno como lo era SeHun. Eran el complemento perfecto, independiente de lo que los demás dijeran, de que aún fueran demasiado jóvenes como para mirarse y decirse que eran tal para cual.

Quizás fue LuHan el que empezó todo, pasando a las personas en la pista de baile con sus ojos fijos en cierto chico alto que era bañado bajo una intensa luz violeta, manteniendo los ojos cerrados mientras se movía al compás de la música, ajeno al mundo.

No fue un encuentro intenso y pasional como podría haber parecido, más bien fue uno tímido y bastante cauteloso de parte del más bajo al darse cuenta que el chico alto era bastante reservado.

Por su parte, SeHun fruncía el ceño internamente, preguntándose por qué ese chico sonrisitas, a quien más de una vez vio reír a carcajadas con sus amigos desde la distancia, le estaba dirigiendo la palabra a él, el ser probablemente menos comunicativo existente en esa fiesta.

El comienzo no fue bueno para ninguno: SeHun huía de LuHan y éste simplemente le perseguía, buscando cualquier oportunidad para poder acercarse, molestarle un poco e intentar ganar un poco de su confianza. No obstante, pasaron semanas y el alto no parecía caer ante su personalidad confiable. Incluso Jongin, su hermano menor, ya había entablado conversación con él a través de KakaoTalk.

¿Por qué SeHun sólo huía de él?

Si LuHan hubiese sabido que SeHun estaba cayendo en un agujero negro quizás, tan solo quizás, jamás hubiese insistido tanto en el aura misteriosa que le decía a gritos que explorara, que desmantelara y la descubriera centímetro a centímetro.

Y si SeHun hubiese sabido de la curiosidad de Luhan, quizás jamás habría decidido dejar de huir y darle una oportunidad para conocerse.

Error por error, uno tras otro que pagarían tarde o temprano.











El silencio entre ambos era tenso, incómodo. La fría brisa invernal sacudió sus cabellos y los desordenó, a lo que Sehun sólo se refugió en su calentita bufanda, escondiendo el rostro, y cerró los ojos, pensando en todas las cosas que pudo haber estado haciendo en ese momento.

—Me gustas —suspiró Luhan, incapaz de voltear la cabeza para mirarle—, me gustas y mucho. No sabes cuan especial eres para mí.

El alto sólo escuchaba, refugiándose en su propio calor, erradicando el hielo que se expandía por su pecho y que amenazaba con congelarlo.

—Pero todo pasó tan rápido —continuó el castaño, bajando la mirada con culpa—. Ella se hizo cercana a mis amigos y, por ende, nosotros también. Una cosa llevó a la otra y pues...

La luna y sus nubes ✧ hunhan.Where stories live. Discover now