Mi Luna

Hogar dulce hogar

Despierto con el dulce aroma de los panqueques que Molly prepara, quiero levantarme para ir a desayunar pero aquí estoy mirando el techo de mi habitación. De a poco empieza a entrar la luz por la ventana, ya está amaneciendo, estoy acostumbrada a levantarme temprano Will empieza a encender la barredora a apenas el sol sale, aquí en las afueras de Meisberg hay nieve todo el año.

Will se asoma a mi ventana TOCK TOCK!! La golpea

-Bella durmiente a desayunar que después tenemos trabajo!- me gritaba desde fuera y yo le mostraba mi mejor sonrisa mañanera.

Me dirigí a la cocina en pijama aún

-Buenos días Zara, pensé que dormirías más.

-Molly ¿te puedo hacer una pregunta?- Ella asintió

-¿Por qué no quisiste nunca que te llamara mamá?

-Zara tu sabes que te quiero como una hija, desde que Will y yo supimos que no podríamos tener hijos aceptamos la idea de que nunca nos llamarían papá o mamá, cuando ocurrió tu accidente, sentimos que nos habían dado otra oportunidad – Sus lágrimas empezaron a caer- Nunca quisimos presionarte para que nos amaras, tu puedes decirme mamá cuando quieras

Cuando me logre dar cuenta yo también estaba llorando, corrí a abrazarla, por supuesto que ella era mi mamá, me cuidaron, educaron y alimentaron con todo el amor que tenían, nunca podría pagarles lo que hicieron por mí

-Ya basta de abrazos y a comer que Will vendrá a buscarte

Asentí y empecé a comer, no había un día en que no recordara ese maldito y divino accidente, fue el día en que perdí a mi familia pero también el día en que gane otra, solo recuerdo que había tormenta, luego el auto se volcó y desperté en el hospital, a mi lado estaban Molly y Will, mis padres habían muerto en la explosión del vehículo pero antes de morir mi madre alcanzo a sacarme por la ventana, tenía 8 años.

-Todavía no te levantas Zara, no ves que los motores no se arreglan solos- Decía Will fingiendo enojo.

- Ya voy solo me como este último... acaso no oyes que el panques dice "cómeme estoy delicioso"-todos reían, amaba mi pequeño mundo.

Corrí a darme una ducha, que helada mañana!! Saque pantalones negros, botas, camisa y chaqueta, por cierto mi chaqueta favorita, lindo cuero por fuera y borrego por dentro, el cielo.

Salí de la casa pisando la nieve que me llegaba casi a los tobillos

-¿En qué te ayudo hoy? Dije tiritando

-Necesito que cambies dos focos de aquella camioneta y que arregles los frenos de esa motocicleta.

Mis ojos se abrieron era una Harley Davidson Street 750 del año, me equivoque mi chaqueta no es el cielo, sin duda esto lo es pero quien se atrevería a cortarle los frenos a esta preciosura.

-¿Por qué habrán querido cortarle los frenos a esta maravilla?

-No hagas preguntas que no nos importan Zara, solo arreglamos cosas

Tenía razón, desde que cumpli 13 he estado ayudando a Will con el negocio de la familia, el mejor taller de Meisberg , o eso dicen.

-Si terminas antes que se oscurezca podrías ir a dar una vuelta en ella pero no lejos, no queremos que el dueño se entere- me decía riendo y guiñando el ojo

-jajaja eres el mejor- dije saltando y gritando

Los focos fueron pan comido solo tarde unas horas, mi motivación era mi querida Black, el nombre le quedaba perfecta era negra mate con detalles cromados, trasmisión de 6 velocidades, palanca de freno y embrague ergonómica, solo quería montarme.

-Preciosa ¿qué animal te abra hecho eso? no merece vivir- decía imitando una voz triste, por curiosidad abrí compartimento de carga, solo habían mudas de ropa y ninguna herramienta.

-Tu dueño debe ser un niño rico de papá que no sabe cambiar una rueda, tranquila yo te salvo

-Si sigues hablando con la moto te encerraran en un psiquiátrico- decia Molly mientras traía una bandeja con el almuerzo

-¿Te había dicho que eres la mejor?

- y ¿yo que soy?- pregunto Will con tono ofendido

- Ella es "la" mejor pero tú eres "el" mejor

-¿de todos?

-Si okey de todos

Terminamos de comer y escucho el motor de un vehículo

-Holaaa ¿hay alguien?- se oye en la entrada

No pude resistir responder –No hay nadie!!

-No la escuches Fred! Ven estoy acá, ¿en qué te puedo ayudar?

Fred Mickolson hermano de mi mejor amiga Camille, No le veía hace años estaba en la universidad y vaya que le han hecho bien los años, recuerdo que fue con el mi primer beso a los 14, yo le decía a todo el mundo que éramos novios, hasta que el me lo dejo claro –Nunca seria novia de una huérfana- Eso me destrozo el corazón.

- Hola Will, vine por unos fusibles... ¿Zara?- pregunto con asombro

No me demore más de 2 segundos en responder rodando los ojos

-Si ese es mi nombre- dije seria

-Tantos años sin verte has crecido mucho

-Igual tu

No quería pasar un segundo más escuchando a Fred, intente empezar a caminar cuando escucho esa voz de papá

-Ustedes eran buenos amigos de pequeños deberían salir a hablar de sus vidas

Mis ojos se abrieron de par en par, me retracto Will es el peor, como me hace esto, no puedo evitar ponerme roja y voltearme.

-Es una buena idea, te recojo mañana a las 3 ¿te parece?

-Tengo trabajo no puedo por la tarde, lo siento-me encogí de hombros

-No se diga más, mañana tienes el día libre, puedes venir a recogerla no hay problema y por los fusibles solo déjame el listado yo los consigo- decía animado

Nunca me da una tarde libre entre semana para salir con Camille y llega este sujeto y es el hombre más comprensible del mundo, creo que inhalo algún gas toxico.

-Gracias Will, Zara nos vemos- Fred entrego la nota y luego se fue

Will corría hacia la casa mientras le lanzaba bolas de nieve, me las pagara de esta no se salva.

-¿Por qué hiciste eso? yo no quería salir con él ni con nadie- estaba furiosa

-Eres grande, linda e inteligente nunca sales con ningún chico, solo te divertirás una tarde y si no te agrada tienes dos pies para volver a casa.

-Está bien iré, pero solo si salgo con Black

-¿Quién es ese?- frunció el seño

-Es ella, está por allá

- ¿Nombraste a la moto Black?

-Si ¿porque no te gusta?

-Podrías haber sido más original – se estaba burlando- Ya está bien ve, así aprovechas de probar los nuevos frenos.

-Yupiiiiiiii- corrí hacia ella y Salí disparada.