Capítulo 1: Yo

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Heredé, como mí madre, la mala costumbre de ir a la cafetería del final de la calle, qué no estaba para nada mal, porque pasé momentos graciosos, buenos, malos, tristes...
Ahora tengo 32 años, no tengo pareja, vivo sola en la casa que me crié, soy cirujana especializada en el campo cardiovascular, pero estar especializada en algo no significa que siempre salve vidas...
Hace poco deje mi trabajo, y lo cambié por las visitas a la cafetería; ya no tiene ese aire acogedor ni familiar, o quizá sea yo la que provoca un aire incómodo cada vez que entro.

La cafetería del barrio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora