|AU| Future Line [Kuroko no Basket]

Future Line.

—El tiempo lineal tiene un periodo de tres días, bueno, en realidad son dos días y medio pero como a veces el tiempo es distinto y el eje de rotación varia se redondea a tres días.

La chica de cabellos celestes señaló el mapa en la pantalla de cristal.

—Hay varios puntos en el mundo donde podemos poner los teletransportadores, para que la gente no gaste tanto dinero en transporte y se reduzca un poco el mismo, mencionando que ayudamos al medio ambiente. ¿Me sigues Otto-sama?

Aquel hombre sonrió hacia su hija de diecisiete años que lo miraba intrigada.

—Sí Aki-chan, te sigo.

—Bien, como decía, si perfeccionamos los teletransportadores y logramos manejar el tiempo lineal podemos hacer un medio de transporte perfecto, ¡mejorando así la vida cotidiana de la gente!

La chica alzó los brazos emocionada por su brillante idea.

—¡Es perfecto Akiko! No sé que haría sin ti mi pequeña.

Abrazó a su hija con todas sus fuerzas tratando de no quebrarla en el intento, besó su coronilla y en la pantalla de cristal apareció Ayame.

—Kuroko-sama, Daiki-sama y Satsuki-sama vendrán de visitas, Chiyuki-sama me pidió que le avisara.

—¡Eso quiere decir que Yuto también vendrá!

—Así es Akiko-sama.

—Ah, debo ponerme linda yo...esto, yo, ay.

Kuroko soltó una leve risa junto con Ayami al ver a la chica sacando su bata blanca y soltando su pelo a las apuradas.

—Akiko, tranquila, estás bien así.

—No papá, tengo el pelo despeinado y necesito al menos arquear mis pestañas y ponerme perfume. Me voy adelatando—dijo la chica besando la mejilla de su padre y yendo hacia las puerta que se abrieron y cerraron a su paso.

Kuroko se acercó al gran ventanal y suspiró, miró lo que es su ahora presente, todo como Akiko había planeado salió bien, y al menos su futuro estaba salvado.

—Kuroko-sama, lo que Akiko-sama de ese entonces era verdad, nuestro futuro iba a ser destruido para estas fechas pero gracias a ella todo es...perfecto.

—Así es Ayami-san, es perfecto. Vamos, volvamos.

(...) 

Akiko ayudaba a su madre a poner la mesa, se le podía notar la felicidad que tiene al recibir visitas del chico que le gusta. Tararea una canción mientras coloca los platos y cubiertos.

—Bien, oka-san, ya terminé ¿necesitas algo más?

—No hija, gracias.

Ella se encerró en su cuarto para escuchar un poco de música mientras elegía una nueva ropa que ponerse para recibir a sus invitados.

El timbre sonó alertando a Kuroko que se acercó y abrió la puerta recibiendo a su viejo amigo Daiki y su vieja amiga Satsuki, saludó a su hijo con una reverencia y todos entraron a la casa.

—Bien, ya llegamos, ven Ami-chan, te voy a sacar un poco de ropa.

Aquella chica de pelo rosa le quitó el pequeño gorro que le había puesto para que le diera el sol en su cabeza. Se lo dejó a Daiki y fue a saludar a Chiyuki con un abrazo.

—¿Akiko está en casa?—preguntó Yuto.

—Claro, está en su habitación, golpea antes de entrar Yuto-kun.

El chico con una sonrisa desapareció por el pasillo. Kuroko miró a su esposa con mirada furiosa.

—¿Qué?—cuestionó encogiéndose de hombros— Tetsuya por favor.