La chica con trenzas nació el 1 de junio de 1926, en Los Ángeles. Su nombre real era Norma Jean Baker. Pasó parte de su infancia en un orfanato, el resto con 12 pares diferentes de padres adoptivos. Cuando tenía 21 años de edad, posó desnuda para un calendario. Le hizo ganar 19 libras, al fotógrafo 300 libras y a la compañía de calendarios 250,000 libras. Ben Lyon, entonces director de reparto para Twentieth Century Fox, la contrato y le cambió el nombre a Marilyn Monroe. Se casó con un policía, Joe Dougherty, cuando tenía 16 años de edad. Duró un año. Se casó con un jugador de béisbol, Joe DiMaggio, cuando tenía 28. Duró un año. Se casó con un dramaturgo, Arthur Miller, cuando tenía 30 años. Duró cuatro años. Murió sola una noche del sábado, el 4 de agosto de 1962, con el teléfono en la mano. Sus últimas palabras, a su casera, fueron: "Buenas noches, cariño". Una botella vacía junto a ella contuvo una vez 40 cápsulas de nembutal, recetados para el insomnio. Su mayor temor era el insomnio y había tratado de cometer suicidio varias veces. Su mayor deseo en la vida era un hijo; tuvo dos abortos espontáneos. Sus películas ganaron 70 millones de libras; dejo 178,000 libras. "Nunca me acostumbre a ser feliz", comentó una vez, "así que era algo que nunca pude dar por sentado". Su último marido, Arthur Miller, puso en palabras su epitafio: " Le pudo ir bien con un poco de suerte. Necesitaba un milagro". En The Sunday Times del 30 de diciembre de 1962.
Otras eran tan hermosas en el aspecto físico como ella, pero es obvio que había algo más en ella, algo que la gente veía y reconocía en sus actuaciones y con lo que se identificaba. Tenía una cualidad luminosa (una combinación de añoranza, resplandor y anhelo) que la separaba y sin embargo hacia que todos desearan ser parte de eso, de compartir la inocencia infantil que a la vez era tan tímida y sin embargo tan vibrante. Lee Strasberg.
Tuve un escalofrío. Esta muchacha tenía algo que no había visto desde las películas mudas. Tenía un tipo de belleza fantástica como Gloria Swanson, cuando una estrella de cine debía verse hermosa, y tuvo sexo en la película, cómo Jean Harlow. Camarógrafo, Leon Shamroy.
Cuando Monroe está en la pantalla, el público no puede quitarle los ojos encima... Es raro el impacto de la carne, carne que se fotografiaba como carne. uno siente que se puede alcanzar y tocar... Billy Wilder.
Nadie que no fuera Marilyn Monroe podía sugerir tal pureza de placer sexual. El descaro con que se ponía exhibir y sin embargo nunca ser grosera, su exuberancia y bravatas sexuales que sin embargo infundían un aire de misterio e incluso de reticencia , su voz que transmitía un deje maduro de éxcitacion erotica y sin embargo era la voz de una niña tímida... Estas complicaciones eran parte integral de su don. Y describir a una mujer joven atrapado en algún país de fantasía carente de conciencia. Diana Trilling.
Era nuestro ángel, el dulce ángel del sexo, y el azúcar del sexo salía de ella como una resonancia del sonido más claro de un violín... Marilyn era liberación, un Stradivarius en sí del sexo, tan preciosa, insurgente, graciosa, dócil y tierna que incluso el músico más mediocre podía relajar su falta de arte en la magia disolvente de su violín... que sobresalto para la vida de ensueño de una nación que el ángel muriera de una sobredosis. Norman Mailer.
ESTÁS LEYENDO
Marilyn Monroe (Un sueño interminable)
Non-FictionMarilyn Monroe fascinó al mundo; la cámara encontró cualidades incandescentes en ella que se han convertido en iconos del siglo XX. Para muchos, ella existe a través de sus películas y sus fotografías, y a través de las incontables biografías que na...