IX- Franqueza.

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~ "No puedo con esta horrible energía. Maldita sea, deberías estar asustado de mí." ~ Control- Halsey.

-No te creo.- Me negué a aceptar lo que había dicho y me levanté de la silla.

-Ciara, ¿Qué hay de malo en que te diga que me pareces atractiva?- Él también se levantó y se aproximó.

-Harry, tú lo dices por que no me conoces. No conoces a la verdadera yo, no tienes idea de lo que soy y en lo que me puedo convertir. Soy un fenómeno.- Fui franca con él, ya no importaban las consecuencias.

-Tú no eres un fenómeno, date una oportunidad, dámela a mí.- Sus manos se unieron con las mías y quedé a la sombra de su altura.

Reí con sarcasmo.- Admite que hay una parte de mí que te asusta.-

-No me asustas.- Dijo serio.

-No me mientas, tú me mirabas alarmado esta mañana y en tú departamento podía sentir el miedo que tenías al abrazarme.- Hablé dolida, cómo desearía que las cosas no fueran así.

-Ciara, no te temo.- Él no sacaba sus ojos de los míos. -Sólo estaba asombrado.-

Negué con la cabeza. No podía creerle, no podía ser verdad. Él me desconsertaba, no podía predecir lo que pensaba o saber cuando mentía. Toda esta situación era tormentosa. Sus labios suaves esperaban que los míos hablaran. Nuestros rostros cada vez estaban más cerca y su perfume me abrumaba. Su aliento cálido se hizo presente chocando con el mío. Mi corazón amenazaba con salir de mi pecho y mi mente estaba abatida.

La habitación de a poco abandonaba su pulcritud y era tragada por las tinieblas que yo creaba. Nuestros pies, separados por centímetros, se encontraban sobre un líquido bruno gélido. Su lengua mojó sus labios a la espera de los míos. Nuestras manos unidas habían abandonado su calor y al mirarlas jadeé. Se estaban cubriendo de esa sustancia oscura que cernía sobre todo a nuestro alrededor. Harry apretó mi mano al notarlo y me alejé aterrorizada.

-Tendrías que temerme.- Le mostré la habitación como argumento.

Todo estaba forrado por ese prieto elemento que yo podía controlar. Harry observaba todo con sus ojos bien abiertos pero no podía adivinar si era miedo o asombro. Tenía que averiguarlo. Él tenía que temerme, era por su propio bien.

Creé puntas agudas que salieron del techo, casi tocándolo con ferocidad. Hice que del suelo salieran cuerdas que serpentearon enrrollándose en sus largas piernas. El toque que me transmitían esas sogas eran dignos de disfrutar. Posó su mirada en mí cuando las puntas cayeron sobre él, en forma de gotas, acariciándolo. Una de las gotas rozó su labio inferior y pude sentir la suavidad de este. Sus piernas tensas fueron liberadas de a poco de mi agarre.Me concentré en el suelo, de donde salió un gran tigre de bengala que rugió impetuoso. Su pelaje totalmente oscuro hacía resaltar sus enormes ojos verdes que reflejaban unos ojos del mismo color, vacilar. Harry había dado un paso hacia atrás al estar enfrentado a aquella bestia. Le ordené al tigre que rodeara a Harry y él obedeció moviendo su cola. Luego, se sentó delante de él, ronroneando pero sin sacarle la mirada de encima. La criatura ronroneó una vez más y se fundió en el suelo sombrío, esto había sido suficiente. Solo esperaba darle un gran susto a Harry. Cerré los ojos, respiré hondo y al abrirlos la cocina volvía a su estado natural. La luz volvió a entrar por la puerta de vidrio y todo regresó a sus tonos claros y pulcros.

Harry seguía parado con su mirada perdida en el sitio donde había estado el animal. Podía sentir su miedo pero no era lo suficiente fuerte. Me moría por saber cómo había hecho para sentirse tan valiente, había estado enfrente de la mismísima oscuridad. Había estado rodeado de tinieblas y su miedo era escaso. Pero era imposible descifrarlo. Me sentía agotada, tomé los platos y programé el lavavajilla en silencio. El hombre con el que convivía hacía solo 3 días seguía clavado en el suelo sin emitir un sólo sonido. El silencio pesaba en mis hombros y me escabullí de la cocina.

Dorchadas Álainn ||H.S|| a.u (Wattys 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora