Inglaterra, Londres.
Lunes.
8:20 am.
POV Tyler:
Estoy durmiendo tranquilamente hasta que empiezo a sentir como si estuviera cayendo de un quinto piso, ¿por qué siento que estoy cayendo? Si lo que recuerdo de anoche es que después de un largo día fue darme una ducha y después caer sobre la cama?, no recuerdo haber salido, o sentir ser levantado por alguien. Cuando ya siento que estoy por llegar al suelo, un pequeño salto hace que me despierte y deje mis pensamientos de lado.
• Oh vaya *digo tratando de respirar normal, pero me es imposible que mi respiración se normalice un poco*
Me siento en la cama, y miro lo poco iluminado que está mi cuarto, miro el despertador, son las 8:35 de la mañana, paso mis manos por mi cara y cabello y pienso en si acostarme nuevamente o levantarme a desayunar. Vivo con mi abuelo paterno Rubén, mis padres murieron cuando yo tan solo tenía 4 años en un accidente de avión de ida a nuestro país natal, que sería Estados Unidos. Y por si se preguntan ''¿Por qué si eres Estadounidense estas en Reino Unido?'', bueno nos mudamos para acá después de que muriera mi abuela Ana, nos tuvimos que mudar porque mi padre no quería que mi abuelo viviera solo, y porque no queríamos que cayera en depresión, no fuera a ser que le diera otro infarto. Mis abuelos eran dos almas gemelas,eran inseparables, ellos eran la ayuda del uno al otro. Volviendo a mi decisión, me levanto un poco tambaleante y camino al baño, entro, me miro en el espejo, y decido por tomar una ducha fría, porque así podré despertar bien.
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9:15 am.
Bajo a la sala de estar y encuentro a mi abuelo sentado frente a la mesa, con el periódico en una mano y el café en otra. Le doy los buenos días junto con un beso en la frente, continúo mi camino hasta la cocina, llego hasta donde el microondas y veo que dentro me esperan unos deliciosos panqueques con un jugo de naranja...mi favorito. Agarro el plato junto con el vaso de jugo y camino nuevamente a la sala de estar, me siento y justo cuando voy a probar un pedazo de los panqueques, habla mi abuelo:
- ¿Cómo te fue ayer en la entrevista Ty?
Mi abuelo me ha colocado ese apodo cuando tenía 2 años de edad, y bueno, con lo de la entrevista, hice una entrevista o más bien, he llevado un currículo al museo de la ciudad de Londres para Guía, me gradué de Arqueólogo, y me encanta el arte, ¿y qué mejor que trabajar en un museo?
• Bueno abuelo, me fue bien, les he dicho todo lo que se, y me dijeron que me llamarían entre ésta semana, tengo fe de que lo harán*sonrío*
- También tengo fe de que te llamarán Ty, tienes una pasión inexplicable por el arte, y recuerdo que de niño siempre querías ir al museo*dice con una gran sonrisa dulce* y bueno, ¿me acompañarás hoy al trabajo?
• Claro abuelo, cuando termine de desayunar subo por mis cosas y nos vamos.
Mientras desayunaba hablaba con mi abuelo sobre su trabajo, él es dueño de una cafetería muy conocida en Londres, la cafetería ''E Pellicci'',el debería estar temprano allá, pero él cuenta con sus nobles trabajadores Michael y Jane Smith, que desde sus 18 años trabajan aquí, y ahora tienen 44 y 45 años, recuerdo que cuando era niño, al venir para acá, era a pasar tiempo con los Smith's, sobretodo con Michael, porque tiene la misma pasión por el arte como yo, he incluso el fue el que me consiguió la entrevista en el museo.
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10:00 am.
Ya hemos llegado a la cafetería, entro, saludo a varios clientes que conozco desde que era pequeño, y también a los nuevos clientes, no hay porque perder los modales. Saludo a los Smith's quienes están atendiendo a los trabajadores que vienen con más prisa por capuchino de sus jefes,o para ellos por que van tarde a su trabajo. Me dirigí a la parte de atrás de la cafetería, que sería la parte de los casilleros de los trabajadores, y me coloco el delantal azul con el nombre de la Cafetería en medio de éste. La cafetería por fuera se ve pequeña, pero por dentro, ni que decir, parece un restaurante elegante, el mismo estilo que deseaba mi abuela Ana.
Tiene mesas rectángulas grandes de madera, encima de éstas se encuentra el servilletero, la azúcar, y sal, salsa de tomate, etc., y obviamente, junto con sus sillas también de madera a juego. El color de esta es un marrón, aparentando madera, con unos patrones pintados encima de ésta, y recuadros que combinan perfectamente. Fuera de la cafetería, su color es beige con letras grandes en marrón que dicen ''E. Pellicci'' y las mesas. Ésta, fue creada en 2005, y no ha cambiado nada, los empleados la limpian con mucho amor, y es muy bien hablada. Ya dejando de lado la Cafetería, voy a la barra donde ayudo a atender.
Pasado de 5 minutos, entra una chica que nunca había visto antes, es pelirroja, su cabello es ondulado y cae por debajo de sus hombros, no muy largo, ni muy corto, tiene pecas, su piel es blanca lo cual es hermoso, porque hace notar más sus pecas, sus ojos, Dios, sus ojos son entre verdes y azul, son tan hermosos que siento que me perdería en ellos, su nariz es perfilada, va bien con la forma de su rostro, y sus labios...,son rosados, pequeños arriba, y un poco grandes abajo, y formados. Ésta chica es muy hermosa, su mirada me hipnotiza, veo como ella se va acercando a mí pero no logro decir ni hacer nada.
- ¿Hola?*me mira con cierta seriedad en su rostro*
• Ho...hola*es lo único que puedo llegar a soltar*
Su voz a pesar de que haya sonado seria, tiene cierta dulzura en ella. Y un hermoso acento que no logro descifrar. Me quedo atontando nuevamente. Hasta que siento unas manos que tocan mis hombros, cuando volteo, es Michael. Éste me mira burlón, y dirige su mirada a la chica.
- Buen día, ¿qué desea señorita?
- Buen día*ella sonríe*, un capuccino sin azúcar por favor.
- Enseguida lo traigo
Michael se retira y nos deja en un silencio incómodo, yo solo bajé la mirada y estoy jugando con mis manos, quiero romper el hielo, pero no me salen las palabras.
- Y,¿eres nuevo?*pregunta*
Levanto mi mirada y encuentro curiosidad en sus ojos, me ruborizo y niego la cabeza, ella solo ladea un poco los labios tratando de fingir una sonrisa. ''Idiota'' me dice mi pequeña conciencia.
Michael llega con la orden de la chica, diciendo la cantidad de éste, y ella paga, y se va. Noto la mirada de Michael quemándome. Cuando volteo éste parece serio, pero cierta expresión no dura mucho ya que rompe en carcajadas.
- ¿Acaso no sabes hablarle a una mujer?*dice entre risas*
• Claro que se!*me defiendo un poco apenado*
- Se nota Tyler*dice nuevamente entre risas y se retira de esa forma*
Yo solo un poco frustrado me pongo de espaldas a la barra, con mis codos encima de ella y mirando hacia arriba lamentando lo idiota que fui hace unos segundos.
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11:50 pm
Pasé toda la tarde pensando en aquella chica, al cerrar mis ojos lo único que veo son sus ojos verdes con azul, esos ojos tan hermosos que hicieron que me volviera un idiota en un segundo. Mi día fue lo bastante normal, y ella llega y me hipnotiza. ''¿Eres nuevo?'', su voz está impregnada en mi cabeza, y su linda sonrisa, ni se diga. Veo la hora, falta 1 minuto para la medianoche, apago la luz de la lámpara que está en la mesita de noche, camino a la cama y me acuesto boca arriba viendo ''el techo'' y lo digo entre comillas porque la verdad no sé qué estoy viendo, mi cuarto está totalmente oscuro, y lo único que veo son sus ojos, ésta chica hizo que me volviera loco en cuestión de un segundo. Cierro mis ojos, y allí está, al frente de mí, sonriendo. Me pregunto cómo se llamará. Después de casi 3 minutos pensando en ella, caigo en un profundo sueño.
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El arte de amar
Teen FictionPodemos encontrar al amor de nuestra vida en cualquier lugar, en cualquier momento. En el caso de Tyler, lo ha encontrado en la cafetería de su abuelo, y en el museo, cuando empieza a trabajar en el, y se entera de que la chica que le ha llamado tan...