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17 de enero 2,017

El olor a canela y frutos rojos me inundaban por completo... y me recordaba a ella. Acuario; a su cabello, sus ojos azules... Su hermosa presencia.

-¿qué piensas, Chris?-me dijo Mel.

Melissa era la nueva fotógrafa  oficial de la banda. Su cabello rojo y su tez blanca te hacían preguntarte si en realidad era humana o un Unicornio Robot como decía ella...

-recuerdo, nada más...

Asintió y me miró.

-hoy es mi cumpleaños y... -nos miramos de forma obvia y cedí- . ¡Que bien una historia...!

-si, Mel... pero no es de algo Que me guste hablar... ¿Secreto, si?

-si.

>era 1,999 de noviembre, la ciudad ya estaba adornada, me gustaba ver los árboles con todos esos foquitos navideños... Y mientras caminaba por una calle, vi a una chica... Pero ella estaba decidida, se acercó a mi y me besó.

Pero no fue un beso, es como si quisiera atrgantarme con su lengua en mi boca...

-ah -dijo asqueada.

Me dijo que me amaba. -yo más -le respondí.

-oh, Chris; eres de lo que ya no hay... -sonreí  ante su expresión - . Pero continua.

Y luego se fue. Me dejo como si el beso era lo único que quisiera; porque así fue...

Me la volví a encontrar en la noche; casi a las 9:30... Ella estaba sola, nadie tiene que estar solo a esa hora; mucho menos una chica...

-Hola -le dije.

-tú de nuevo...

-yo... Sí. -y sonrió, te juro que sonrió... fue hermoso.

Luego me dijo que se llamaba Acuario.

-¡¿cómo?!

-así me dijo, no sé si mintió o se lo inventó... No sé.

-Acuario... ¿y la familia como se llama?

-su hermana, Zoo...

-¡¿Zoo?! ¿por qué?

-no sé. ¿Continuo?

-sí, sí...

Acuario era de ojos azules, casi negros... Y su hermana  estaba enferma cuando nosotros nos conocimos... Su casa, como yo la vi; era de las grandes, de esas bonitas y espaciosas... De las que todos queremos.

-¿pásate la noche con ella?-escrutó.

No respondí.

-¡Chris! ¿te acostaste con ella...?

-no... Yo tenía 21... Sólo dormimos juntos...

-¿y ella lo sabe?

-sí, y claro...

Ella estaba bebiendo cuando la encontré, técnicamente me ofreció su cuerpo. Pero yo no quería sus servicios.

-¡no soy de esas!-me dijo.

-lo siento... Pero, no te entiendo...

-¡claro que no...! Sólo vamos a casa, comemos galletas, hablamos de la vida y cosas así...

-bien.

-¿en serio?-se sorprendió. Asentí- . Bien...

Y sonreí por ella, porque quizás no había conocido a nadie como yo... O nadie le había dicho que era hermosa, o incluso importante; pero ahora yo estaba allí.

Y se lo diría, de no ser primero que me quisiera matar o apuñalar con algo en su casa...

-no creo...

-no. Pero había un piano en el segundo nivel...

-¡le cantaste una canción! ¡lo sé! ¡LO SÉ! ¿cuál fue...?-sonreí. Casi nunca nadie se emociana por nada...

-Trouble... y le gustó.

-¡obvio!-sonreí de nuevo- . ¿Y luego?

-me dijo lo de su hermana, también me pareció extraño el nombre. Zoobina, es extraño aún...

-¿y...?

-y, la besé en el piano...

-y ahí si quisiste su servicio...

-¡no, no pasó nada...! Solo nos besamos...

-¿y te quiso atraganta de nuevo?-negué. Me miró con sospecha- . ¿Tú a ella?-negué de nuevo- . ¡Dime!

El piano hacia ruidos por sus piernas entre mis piernas; aunque ella fuera más bajita que yo... no importaba, su cuerpo entre mis manos era mínimo. Creo que ella lo notó y se dejó caer en las teclas; haciendo ruido.

-¿no estás cansado?

-un poco... ¿Tú lo estás?

-no diría que sí, pero tampoco es un no...

Me paré para verla; pero encajaba perfecto en mi pecho... No había ningún contacto, solo nos mirábamos... Mi cabello estaba largo.

La tomé desprevenida y con un respingo. La volví a besar... era como una adicción o necesidad...

-y entonces si quisiste su servicios...

-no, luego comimos galletas y hablamos de The Beatles...

-¿luego sí?

-sí. Pero no funcionó...

-no tenías protección...-asentí- . Rayos...

Te Daré RazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora