Desperté en una habitación. Sí, otra habitación. Sentí una brisa fresca golpeándome la cara, debido a que la ventana se encontraba medio abierta.
La puerta se hallaba abierta y por ésta se asomó la joven que había conocido en la mansión.
- ¿Qué hago acá?- la interrogué asustada, sentándome en la cama.
- Su error fue prestarle tanta atención a capturarte, que se olvidaron de que yo seguía tirada - me di cuanta de que hablaba de los hombres que intentaron secuestrarme-. Aproveché la distracción para esconderme.
- Pero en ningún momento se voltearon a mirarte ni nada. Aparte, estabas inconsciente - dije desconcertada.
- Eso es lo que yo quise que creyeran -. Me respondió
- ¿Cómo es eso?- pregunté sin entender.
Me acercó un vaso y una pastilla.
- ¿Qué es esto?- interrogué.
- Un analgésico, tómalo tranquila.
- ¿Vos estás bien? -. Pregunté e ingerí la cápsula acompañándola con un sorbo de agua.
- Sí, fue solo un momento de debilidad. No me suele pasar muy seguido. - dijo agarrando mi vaso y sentándose a los pies de la cama.
El mareo que sentía al despertar, había desaparecido y no sentía tan pesado mi cuerpo. Pero seguía con la duda sobre donde mierda me encontraba, y la chica lo único que hacia era evadir esa pregunta.
- Y con respecto a tu rescate... - "al fin me va a contestar" pensé -. Con Meli los atacamos, te salvamos y te trajimos para acá. Fue fácil.
¡¿Qué!? ¡Dijo fácil siendo que la primera vez que luchó con los hombres, le dieron flor de paliza!.
Ella notó mi cara de perdida y prosiguió.
- Esto que sucede es muy complicado de entender. Así que no te culpo si no me crees. Pero es la verdad... Así que hacé un esfuerzo -. Yo asentí con la cabeza y mucha atención en mis ojos-. Yo soy Natalie. Y junto a Melisa somos un equipo.
- ¿Un equipo de qué? ¿Yo qué mierda tengo que ver?
- Mira, nosotras tenemos habilidades diferentes a la de cualquier humano. Yo puedo persuadir las mentes - me explicó ella -. Controlo a las personas y hacen lo que yo quiera. Meli controla la gravedad. Puede hacer volar objetos vivos y sin vida - hizo una pausa - . Vos también estas en el equipo. Por eso es que estas acá.
- ¿Ah si?, ¿Quién soy? Y ¿Qué hago? - pregunté secamente y no muy convencida con su explicación.
- Vos sos la elegida.
"Y ahora es cuando empieza con lo de la maldición, que poco original" pensé.
- ¿La elegida de qué?- inquirí cansada.
- Creemos que sos la que podrá salvarnos de la plaga que se propagará. Como notarás, tu estas débil, y cada día que pase te sentiras peor, sentirás pesado tu cuerpo y no te mantendrás despierta por mucho tiempo. Por eso es que te di una pastilla. Eso engaña por unas horas al organismo, pero luego vuelve a debilitarse. Si no hacemos nada rápido, moriremos.
Aunque no quería creerle, me daba miedo. Si todo lo que decía era verdad... Moriría. No quería que pase. No sin antes saber la razón por la que mis recuerdos habían desaparecido.
- Pero si puedes hacer que los demás te obedezcan, ¿por qué no hiciste que te dejaran de golpear? - interrogué curiosa.
Ella me explicó que sus habilidades también desaparecen, al igual que su existencia. Natalie intentó que no me atacaran, atrallendo la atención de los hombres hacia ella. Pero se debilitó demacido y ya no tuvo poder por sobre los individuos.
Todavía no sabia mi identidad ni lo que podía hacer para ayudarlas.
En ese momento, entró al cuarto una joven, debía ser Melisa. Poseía estatura normal, cabello castaño, ondulado y por la cintura, con un flequillo hacia él costado y ojos color miel. Era realmente linda.
- Pensamos que te tenés que introducir en la casa. Ya te conocen, lo se. Pero vas a usar una mascara de silicona ocultando tus facciones características. Trabajaras para ellos y nosotras te llamaremos cuando sea necesario. Te daremos lo necesario para que nosotras trabajemos. Y vos no tengas preocupaciones.
- Entendí. Pero ¡¿Quién mierda soy?! -. Grité haciendo que se sobresaltaran.
- Vos podes... - comentó Meli e hizo una pausa- volar - concluyó la frase.
- ¿Qué?-. Interrogué sin creerle-. Dale boluda. ¿Qué puedo hacer?- insistí.
- Podes manejar la electricidad-. Al ver mi cara de perdida, dió comienzo a su explicación-. Habías llegado a quitarle la energía a un edificio entero, solo para reflejarla contra un acero y destruirte.
- ¿Por qué querría destruirme?- pregunté asustada.
Ella me explicó que mi poder es muy potente y que me puede consumir, sobrecargarse y apagar la humanidad que queda dentro mio. Esa peste me persuadió y cuando me di cuanta en lo que me había convertido, intenté destruirme. Luego de ese incidente me mantuvieron en recuperación, ya que solo había caído en coma. Se tuvieron que alejar de la ciudad, llevándome consigo para no debilitarse demasiado, hasta que yo recuperara la conciencia. Cuando lo hice, lograron meterme en la casa, pero algo salió mal y me perdieron el rastro.
- ¿Y de qué sirve que maneje la electricidad? ¿No puede ir Natalie que controla las mentes?-. No entendía por qué yo tenía que ir y no una de ellas, eso me molestaba.
- Lo que pasa es que cuando vos te encontrás en una situación difícil, atrapada, asustada... aparece una voz en tu cabeza, una mujer te da indicaciones. Pero cuando el mal comienza a apoderase de vos... La vocesita te da indicaciones malas. Te incita a matar. Necesitas más poder, si estás muy débil, es más propenso a que ese mal te manipule.
- Y ¿Cómo se originó esa peste? ¿Qué es?- le pregunté.
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Solo quería salvarte (EDITANDO)
Fantasy¿Qué pasaría si despertaras en una habitación sin recuerdos y te dijeran que morirás si no destruyes al causante de una peste que se propagará? ¿Y si te dijeran que tenés dones que te ayudarán a hacerlo? Pasé por eso y mucho más. Tuve que tomar como...