I'm Lazy (but not a town) ◇JohnTen

《I'm Lazy》(but not a town)

N: NO hay lemon, smut, (s)exo o cualquier cosa que termine con Ten tumbado en una cama y cubierto de sudor mientras... Lo siento. No importa cuantás veces se repita la palabra caliente o muy caliente o demasiado caliente o la cantidad de connotación sexual, para el caso. ESO AQUÍ NO HAY.

Gracias por su comprensión, disfruten.

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Lo conoció del peor modo posible, con una erección dolorosa y en proceso de masturbarse muy rudamente. ¿Y eso por qué? Se preguntarán ustedes y es más sencillo de lo que se podría suponer.

Ten buscaba un compañero para compartir los gastos comunes ya que su muy traidor amigo Yuta se había mudado con el HijoDePutaRobaAmigosNoConfienEnÉl DongYoung, o más sencillo, su ex. Pero eso es otro cuento. De todos modos es irrelevante para la historia de cómo lo pillaron en tan (no tan, para él) bochornosa situación.

Continuando, Ten admitía y hasta gritaba a los cuatro vientos lo perezoso que era. No le avergonzaba este hecho y tampoco se iba a complicar la vida tratando de buscarle una solución, prefería vivir día a día a base de sueño profundo, perdidas constantes de empleo y mucha comida deliciosamente instantánea.

Y por esa misma razón, él no iba a molestarse en entrevistar a nadie, se simplificó el trabajo pegando una nota en el mural que poseía la tienda a la que él acudía en busca de su delicioso Ramen de Carne Ultra Picante, dejando las llaves para quién acudiera bajo el tapete de la entrada de su apartamento, formando una adorable curva que no se molestó en camuflar. Claramente no olvidó pegar una hoja con cinta adhesiva a su puerta donde había escrito en inglés: "No toques, no perturbes mi paz. Las llaves están bajo el tapete, tu habitación es el de puerta verde vómito. No me jodas a menos que yo te joda primero. Si eso no pasa, vete."

Y !BOM¡

Ese día había salido con un tipo al que le tenía ganas desde hace un bueeeen tiempo, sin embargo, las cosas no se habían dado porque, vamos, eran las concecuencias de intentar ligar y sacar del caparazón a la cama a un chico de la biblioteca. En palabras más sencillas, se sentía más frustrado que adolescente hormonal por no haber conseguido que el santo de TaeYong le tocase al menos el culo durante el paseo de media milla (o así lo sintió él) por la plaza principal que se tuvo que aguantar.

¿Qué puede decir? La calentura auto-satisfactoria lo venció. Apenas pusó un pié en su apartamento, se lanzó al sofá, sin olvidar cerrar la puerta con su pié, pero sí olvidando por completo el cartel pegado. Se bajó la cremallera un tanto molestó, porque de verdad le hubiese gustado que fuese TaeYong quien realizase la acción por él, pero bueno, qué se le iba a hacer y empezó a jugar consigo mismo por sobre la tela de sus bóxers de Bob Esponja (sí, como que de un principio intuyó que nada iba a pasar) paseando sus dedos por sobre su longitud, frotando de más cuando un espasmo lo asaltaba.

Ocurrió lo que ocurrió cuando por fín había liberado su pene de sus bóxers, cuando su mano ya estaba lista para simular (en su poca inocente mente) ser de TaeYong. La puerta principal se abrió, inundando la estancia con la luz del pasillo y en medio de esta, como si se tratase de un ángel por lo resplandeciente que lucía por la iluminación anteriormente mencionada, estaba parado el titán más sexy del mundo. Con sus ojos fijo en él y lo que estaba haciendo, mas no luciendo en lo absoluto impresionado.

-Sé cuál habitación me corresponde. No pienso marcharme por esto. Si quieres conseguir a alguien que te ayude, cambia el diseño de tus bóxers. De nada. -y luego de haber dicho todo eso con un tono demasiado aburrido, se marchó por el pasillo que, efectivamente, conducía a las habitaciones.