Podía sentir todo su cuerpo adolorido. Como pudo intentó levantarse de aquella piedra a la que llamaba "cama", sin embargo gracias a su vida tan mierdosa diaria no logró su primer objetivo del día –como siempre– y se dio de bruces contra el suelo.
Maldita cama.
Luego de que confirmó que seguía en su habitación –no sería la primera vez en despertar en casa de un desconocido– se decidió por apagar el despertador con aquel infernal ruido en el que algún momento fue su canción favorita.
Maldita canción.
Con todo el odio del mundo se dirigió hacia su nuevo ropero blanco y jaló de la manilla, justo en el momento en que la puerta del ropero se abrió, Yuuri corrió por toda la habitación como un desquiciado gritando en diferentes idiomas la frase: "¡No explotó! ¡Hurra! ¡No explotó! ¡Wii~!"
Aún anonadado de que el ropero no haya explotado empezó a husmear entre toda su ropa buscando algo que se viera meramente decente y no lo hiciera ver como un vagabundo. Su expresión cambió radicalmente al terminar de ver dentro del armario.
No había lavado la ropa.
Ahora todo tenía sentido.
Lo único que le quedaba aparte de su pantalón era aquella horrible camisa rosa chicle de mal gusto que le había regalado Phichit en forma de broma.
Maldita camisa gay.
Viéndose rendido ante su flojera y estupidez solo se miró en el espejo mientras se preguntaba a si mismo: ¿Por qué eres así?
Luego su humor cambió un poco, recordó aquel pronóstico del clima que había visto ayer, el cual informaba que hoy iba a salir el sol, sin embargo no iba a hacer mucho calor.
Amaba ese tipo de días, podía caminar tranquilamente sin morirse de frío o tomar cinco litros de agua cada media hora.
Tomar en cuenta que su ciudad no seguía la regla de las 4 estaciones del año.¡Al fin algo bueno le pasaba!
Con una sonrisa de aquellas que solo le daba a Yuri o a Phichit se encaminó hacia la ventana para retirar las cortinas y recibir aquel delicioso día.
...
Estaba lloviendo.
...
¡Maldito sea el clima!
Y así eran todas las mañanas de Yuuri Katsuki.
Y como todas las mañanas de Yuuri Katsuki, las primeras seis palabras que dice, son maldiciones.
A mala gana salió de su departamento, luego de haber desayunado agua y tostadas quemadas.
Definitivamente él no se esperaba darse cuenta de que ya no tenía café, ni tampoco ver cómo se incendiaba su tostadora luego de poner las tostadas.¿Era su peor mañana? Ni de coña, le han pasado cosas peores.
Al menos esta vez se le habían incendiado las tostadas y no el agua...
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¡Maldito seas, Trivago! (Yuri On Ice)
Fanfiction¿Has buscado alguna vez un hotel en internet? Pues olvídate de toda esa mierda, porque si te atrevieras a mencionar aquel estúpido comercial, yo mismo te arrancare la cabeza con la sartén que guardo en mi mochila. Mi nombre es Katsuki Yuuri. Y sí, y...