Capítulo 9

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Especial San Valentín 2/2:

Hoy es la fiesta de Halloween, y hasta ahora todo ha sido muy tranquilo. He visitado durante la noche a los centauros y demás criaturas del bosque, lo cual me ha ayudado para poder olvidarme durante algo de tiempo de Severus. No sé ni siquiera en qué momento comencé a llamarle por su nombre en mis pensamientos, pero cada vez me gusta menos cómo crecen estos sentimientos. 

Hoy tenía tres horas seguidas con él y una con el profesor Quirrell, del cual poco podía sacar. Yo sé que él era un antiguo informador de Voldemort bajo el hechizo imperio, pero después de su caída había recuperado su libertad. No obstante era extraño que se fuese repentinamente de viaje a Romanía y volviese tan cambiado. No me gustaba ni un pelo, además, conociendo a Voldemort cómo lo hacía estoy segura de que no dejará que veamos su plan hasta que sea demasiado tarde, cosa que yo misma impediría. 

Ahora estaba en el gran comedor para desayunar. Tomé un poco de café con leche y unos arándanos, ya que mi cuerpo no está acostumbrado a levantarse  las siete y media de la mañana, no porque fuese una baga sino porque soy de las personas que prefieren trabajar por la noche y desvelarse. De hecho por culpa de los horarios de Hogwarts no conseguía dormir ni cinco horas porque entre el trabajo por carta, las visitas en el bosque y vigilar los alrededores acababa de salir de la ducha a las tres de la mañana.

Tras tomar mi escueto desayuno me dirigí al aula de pociones donde ya estaban los alumnos de sexto preparados para su clase. No había más de diez alumnos ya que para tomar las clases de Severus a partir de quinto tenías que obtener una nota bastante alta (la cual ya de sí es difícil conseguir ya que él es muy quisquilloso a lo hora de corregir).

En pocos segundos las puertas se cerraron dejando ver a Severus, que como siempre después de nuestro encuentro delante del espejo de Oesed no me hablaba exceptuando lo necesario.

-Señorita Black,¿Podría traer las pociones que se encuentran en la estantería sin clasificar?- Preguntó.

Yo me acerqué  al armario y ví tres calderos que tenían dentro tres pociones. Una era sin duda un filtro de amor, su colorrosa chicle era demasiado característico y empalagoso a simple vista. La segunda parecía ser poción de odio (la cual podría ser la causa del mal carácter patológico de Severus) y la última amortentia que a diferencia del filtro de amor era mucho más poderosa y sus espirales y brillo nacarado la identificaba.

Cuando llegué a la mesa miré a Severus con gracia ya que había elegido unas pociones complicadas de reconocer ya que pocas veces se elaboraban y su preparación era demasiado compleja para los alumnos. Sólo un pocionista de segundo año lo lograba de manera aceptable.

- Hoy tendrán que diferenciar estas pociones y decir la relación que tienen. Quien no lo consiga tendrá que presentarme tres metros de pergamino sobre las pociones de la mesa. ¿Alguna pregunta?-Dijo Snape en forma de aviso.

Sin esperar mucho tiempo todos los alumnos se acercaron a los calderos. Algunos corrían a por un pergamino a su mesa para apuntar las características de cada poción para luego buscar en el libro, otros simplemente las observaban tranquilos para volver a su mesa y escribir un poco. A excepción de tres alumnos todos parecían saber lo que hacían. 

-Ya ha pasado el tiempo.-Dijo Severus después de media hora.-Señorita Black recoja los pergaminos con las respuestas.

Todos los alumnos exceptuando un alumno de Slytherin entregaron sus pergaminos. Snape vio esto por lo que se acercó al joven con enfado.

-Señor Tolquer ¿Me puede explicar por qué no entrega la tarea?

 -Fácil señor. Porque estoy harto de que exija tanto en su asignatura. Es imposible excepto para usted que las ha preparado identificarlas.-Dijo enfadado.

¿volver a amar? (Severus Snape y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora