La persona más interesante del mundo

El cuento

El más interesante

Carlos Francisco Quiroz.

Ayer me preguntaron "¿Quién es la persona más interesante que haz conocido?", pregunta que me sorprendió ya que no he conocido mucha gente interesante, al trabajar como secretaria en una empresa de papelerías no conozco demasiadas personas que sean relevantes ya que la mayoría es gente unidimensional, plana y sin sentidos, quienes solo se preocupa por llegar a la siguiente quincena para gastarse el dinero en ropa, borracheras y otras cosas innecesarias, realmente algo trágico ya que con el exorbitante sueldo de mis superiores pueden gastarlo en la educación de sus hijos a futuro, cosas que a mí con dos hijos de primaria y guardería me haría bastante falta ya que su padre nos dejó hace unos años lo cual no es culpa de ellos, es mía por haber confiado tanto en alguien como él. Ahora mismo no importa ya que por mí misma puedo sacar a Luis y a Javier adelante lo cual debe ser la principal preocupación de cada familia, estén los dos o no, pero fuera de mi propia familia tengo un pequeño grupo de amigos con los que solemos salir a pasar una tarde en un restaurante de todo tipo, a una cafetería o algo así; pero si me preguntas ninguno de ellos es una persona interesante, los amo pero son personas como cualquier otra, con las mismas metas de llegar a fin de mes, emborracharse e ir pasando la vida sin preocupación por lo que de verdad importa. Ellos son de mi edad pero la mayoría son solteros o acaban de casarse, nada de hijos ni faltas en casa.

Es increíble que quien me hizo esa pregunta conozca tan poco de la vida, pero me haya hecho dudar de la mía, uno de los amiguitos de Luis, mi hijo mayor me preguntó eso a base de un juego sobre superhéroes ellos discutían quien era mejor por su pasado y por lo que hacía para salvar a los demás para descubrir quién era el "Más interesante".

-Señora, ¿Quién es la persona más interesante que ha conocido? -Me cuestionó con la inocencia en el rostro mientras yo fumaba un cigarrillo e intentaba leer un libro.

Yo no supe que responder, solo dije que no lo sabía, que había conocido mucha gente a lo largo de mi vida, algo que es verdad, pero por más que pienso no encuentro a esa persona que me haya dado un respiro de esperanza al escucharlo hablar, que realmente sus cualidades resaltaran del resto, que sus talentos fueran explotados al máximo y que viviera por la vida y no por la rutina como todos los demás. Algo realmente difícil de buscar entre mis recuerdos, mi vida ha sido tragedia tras tragedia, pero debía haber algo o alguien que fuera la excepción.

En mi pequeña habitación tengo muchos libros que me han llegado por correo de forma extraña durante unos 6 años más o menos, desde que dejé la universidad, todos los he leído, todos son del mismo autor; todos los libros están puestos en una repisa en cuanto al orden de llegada que tuvo cada uno, no me puedo dar el lujo de comprar libros ajenos a estos ya que son caros en estos tiempos. Cuando era una adolescente hace poco más de diez años era más fácil comprar libros, ahora todo absolutamente está en Internet, pero a decir verdad la literatura es algo que parece muerto a estas alturas, creo que soy de las pocas personas que leen. ¡Vaya! que dicha las historias que contienen estos libros son maravillosas, ya me imagino que genio debe de ser el autor, J. C. Bernal.

Hablando de eso pondré el libro que estaba leyendo en la repisa, ayer mismamente lo terminé de leer.

Qué raro que al poner el décimo segundo libro de lejos parece una palabra ya que todos estos libros tienen una letra en su costilla. Es asombroso parece que dice un nombre.

No lo puedo creer, si efectivamente dice un nombre, dice: Javier Castro.

Ese nombre me suena, pero no puedo identificar de dónde. Dios mío como no puedo recordarlo, Javier Castro lo conocí hace doce años.

Era agosto de 2009, en ese año entre a la secundaria no conocía a nadie y cuando pasaron lista por primera vez y nos teníamos que presentar, el cuarto de la listo fue diferente al resto.