dark.

El comienzo

Hace ya tiempo que no recojo mi habitación. Si me quiero ir a vivir sola, debo ser ordenada y limpia. Después de recojer mi pequeño cuarto, ya es hora de darme una buena ducha y arreglarme para la entrevista de trabajo.
No es que sea mala en lo mío, pero es que tardo mucho en concentrarme. Aunque nunca he pasado a la segunda fase de una entrevista de trabajo, tengo el presentimiento de que esta es la vez que me escojeran.

El lugar de la entrevista es frío y no me trae buenas vibraciones. El edificio de Damon achivement es enorme, de un color negro intenso a causa de las ventanas opacas.
Ya llevo aquí 10 minutos esperando, el tiempo pasa muy lento. Hasta que entra Célice, la secretaria.
-Acompáñame señorita Sparks, el señor Dark la está esperando.
El pasillo que conduce al despacho del señor Dark esta lleno de cuadros tristes. ¿Por que me da la sensación de que este lugar es funesto?
-Recuerde, el señor es frio, no le gusta que le suelten bromas de ningún tipo ni que se presenten con dos besos en la mejilla.
Un escalofrío se pasa por mí al abrir la puerta del despacho a causa del comentario de Celice. El señor Dark es un hombre alto y delgado, sin embargo, su rostro redondo y agraciado revela su joven edad. Tiene unas cejas grandes pero no muy intensas que, por poco, logran hacer que sus ojos color avellana pasen desapercibidos, y si no fuera por la claridad y belleza de estos, lo lograrían. Una nariz bonita y respingada algo femenina dentro de tanta virilidad y aun así, logra encajar perfectamente. Sus labios son carnosos y adornan su bella sonrisa, el color de su cabello que es de un negro intenso que contrasta perfecto con el blanco de su piel.

-Si no estoy interrumpiendo nada, empecemos señorita Sparks. Mierda! Casi me he quedado diez segundos enteros embobada admirando ese rostro. Sin embargo, los volvería a estar solo por observar la belleza del hombre que tengo delante.

-Sí, por supuesto. Es solo que estoy un poco nerviosa. Sabe, señor Damon, hace mucho tiempo que no paso por una entrevista de trabajo. Así que le agradecería que tuviera piedad conmigo. Dije con tono burlón.

-Si no le importa señorita Sparks, me gustaría que proseguieramos con la entrevista.

-Claro que sí señor Damon. Su voz produce algo inexplicable en mí. ¿Qué tendrá este hombre que me llama tanto la atención?

-Primero de todo, ¿por qué le tendría que dar el puesto de trabajo a usted? Dicho con otras palabras, ¿qué es lo que le hace una buena candidata? Emmmm... esa pregunta no salía en el libro de entrevistas que me compré.

-Puees..., soy una mujer que puede aportar mucho a su... vida, digo... a su empresa. Soy muy implicada y no tengo ningún problema en trabajar más de lo esperado.

-De acuerdo señorita Sparks. No me hace falta más, es usted la nueva contable de Damon Achievement. Si desearía esta noche cenar conmigo para hablar de puesto, estaría muy contento y satisfecho. Espera, ¿qué acaba de pasar? Hace menos de cinco minutos, era la persona más amarga que nunca había conocido y..., ahora, me está pidiendo una "cita" con una media sonrisa.

-Ya me lo pensaré. Tiene que entender usted que la señorita Sparks es una mujer de negocios muy ocupada. Lo tendré que consultar con mi agenda.

-Uyyy.... además de maleducada, burlona. Me tendré que pensar lo de su puesto en esta empresa. En cualquier caso, te paso mi número por si "su agenda" permite cenar con uno de los socios de Damon Achievement.                                                                                                                         Tal vez no ha sido tan buena idea soltarle una broma a uno de los propietarios de la empresa donde voy a trabajar.

-Un placer conocerla señorita Sparks. Espero verla esta noche.

-Hasta entonces señor Damon.