Capítulo 27

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— Señor, ya salió el vídeo y tiene bastantes llamadas, la prensa ansía sus declaraciones...

Un señor maduro pero bastante atractivo y de envidiable físico fumaba un cigarrillo mientras miraba la vista en su ventana.

— ¿Ese muchacho ya hizo lo suyo, Sebástian?

— Dio una pequeña conferencia de prensa antes de empezar a filmar Demonds Heaven, ahora deben de estar en el estudio.

— Bien, por favor pon el vídeo... —suelta una bocanada de humo y gira su asiento mientras el mayor domo con un control remoto hace que una pantalla gigante baje del techo y se disponga frente al extravagante presidente— Quiero ver en qué he invertido mi dinero...
El mayor domo le sirvió una copa mientras asentía y el vídeo comenzaba a reproducirse... Para el final de este, Lory ya había escupido su Chanpagne y estaba tosiendo descontroladamente, se había atorado.

"¡¿Qué he hecho?!"

Sebastian intentaba ayudar a su señor, quien se recuperó al instante.

"No debí subestimar a ese chiquillo engreído..."

— Señor... ¿Ya se encuentra bien?

— Sebastian, por favor ve a recoger a Ren y a Yashiro... —suspira sobandose la cabeza por la migraña que estaba empezando a molestarlo— Llevalos al restaurant de siempre...

— Sí, señor...

"Solo espero que Mogami-kun haya pasado la prueba y de todas maneras le haya contado todo a Kuon... En verdad lo espero..."
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Yashiro no podía mirar a los ojos a su cliente, estaba intentando respirar tranquilamente y averiguar la mejor forma de ponerle en sobre aviso acerca de ese fatídico vídeo, pero el nerviosismo y el impacto aún causaba alteraciones en su cabeza, por lo cual las palabras no lograban si quiera ser articuladas por el alterado y preocupado representante. Al pisar el suelo japonés, Yukihito miraba de un lado a otro, sin saber qué decir, o, más bien, cómo. Se despidieron padre e hijo, no, para el resto del mundo eran pretendiente y probable suegro. Y es que se separaban ahí ya que a Kuu lo esperaba una limusina que lo llevaría a su hotel y a ellos los esperaba un auto Mercedes, negro y lujoso, con Sebastian como chófer, pues, según lo que este les dijo, Lory los invitaba  a almorzar en un exclusivo restaurante de la ciudad, y para Kuon eso era lo más oportuno que pudo haber pasado, tenía una patada o dos que darle a Takatrada Lory... Perdón, quiero decir, una cosa o dos que discutir con su jefe.

Subieron al auto y Sebastian encendió el coche, así se emprendió el viaje a L.M.E.

Fue silencioso y tranquilo, no, era tranquilo para todos menos para Yashiro, pues él sabía que justamente esa era la calma antes de la tormenta.

"¡Vamos, Yukihito! ¡Sé hombre!"

— Ren...

Tímidamente alzaba la vista hacía el rostro de su amigo, pero este no lo miraba, no, solo miraba al frente... Era la imagen de Fuwa rodeando con sus brazos a una bella chica, sí, Kyoko, y ella sostenía una bola de luz, decía el nombre del álbum: Te haré regresar.

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