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¿Qué hubiese pasado si Alemania hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial?
En una sociedad distópica, donde mestizos y no germanos han perdido todos sus derechos considerándolos poco menos que animales de carga, Daigo Dönitz conoce a una mestiza que le hace preguntarse si el mundo había sido siempre tan gris y sin sueños.
Su preparación militar es inminente por el Wünderwaffe Projekt V para ser el sucesor del Führer, para así conquistar la ingobernable Esfera asiática de Coprosperidad; enterrando su último sesgo de voluntad.
Gambito en ajedrez es un sacrificio de piezas y, Daigo, sacrificará todo por su último centímetro de libertad.
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Al inicio cuando leí esta novela, me pareció muy grato el vocabulario que se utiliza para adentrarnos en la sociedad. Heló con su manera particular de hablar, nos cuenta un poco de su vida y del pesar que ha sufrido a causa de las políticas nazis, al punto de ser tratada como ganado para ellos.
El prefacio llega con una crudeza capaz de dejar estupefacto a algunos, en mi caso no ha sido así, pero se puede apreciar el efecto. La historia no titubea a la hora de mostrar la faceta oscura de la sociedad nazi. Esto hace que El Gambito del VI Reich inicie queriendo golpear nuestra sensibilidad. Hacernos ver que no es un mundo utópico, que se sufre día tras día y que la discriminación pulula en el aire.
Y basándome en ello, me ha encantado la ambientación de la historia. Me parece que es su punto más fuerte.
«Era una gran mansión de al menos 7 hectáreas de extensión, rejas forjadas eléctricas, perros pastores alemanes, jardines laberínticos, decenas de pantallas televisivas flotantes, bosques y al final un gran bloque de concreto y espejos donde se estrellaban aves confundiendo el cielo, no había metal en la estructura; según mi propio padre era "limpio, austero y de elegancia industrial", siempre pensé que era más bien frío, aburrido e impersonal como todo lo ario en el planeta».
La narración me agrada, podría pulirse y a veces llegó a incomodarme con el exceso de paréntesis o repeticiones de cosas que mencionaron poco atrás. Los lectores no somos tontos, ¡podemos recordar!, y si no tenemos buena memoria, podemos regresar un poco atrás y confirmar lo que hemos leído. A pesar de ello, el texto tiene fluidez y es bastante pulcro, conservando el aire gris y opaco que caracteriza a la novela.
Y de eso último que dije, salto a otro punto. La sinergia que hay entre la personalidad de los protagonistas, la atmósfera gris del mundo y la narración "oscura", se vuelven en una combinación absorbente para nosotros los lectores. Encajan como piezas hechas a la medida y se nota el trabajo duro de la escritora.
Si de trabajo hablamos, es para aplaudir toda la documentación histórica que ella realizó. Desconozco si sabía de estos temas antes de pensar en escribir la historia, o si indagó en ellos para llevarla a cabo, pero sería absurdo negar su preparación a la hora de manejar El Gambito del VI Reich. Como dije en un par de reseñas atrás, es importante que el escritor esté bien documentado de lo que va a escribir, y sobre todo, es algo vital en el género de la ciencia ficción.
Por ello mismo me gusta esta novela, proyecta algo más allá del simple entretenimiento. Se maneja en una corriente que busca concienciarnos de que todos valemos lo mismo, que la desigualdad y la discriminación solo conllevan desgracias y miseria. Al mismo tiempo, que la libertad no se le puede negar a nadie, que un mundo sin libertad es un mundo como el del Gambito del VI Reich, un lugar triste para almas tristes.
La postura introspectiva que maneja Daigo me parece excelente, una persona de mente profunda y frágil, que no encaja en la sociedad nazi e irónicamente está destinado a tomar la batuta de la misma. Ára, al contrario, es una chica que se bebe la libertad a cuentagotas, con una forma de pensar más intelectual de lo que le conviene, y unas ansias de ser libre que se apagaban cada vez que agacha la cabeza.
«Por un ligerísimo momento la pequeña bestia parlante lo vio de soslayo en complicidad; si, una sola mirada y el mundo se hizo más liviano, más divertido, más ameno. Había un secreto en éste planeta y era suyo».
Son más personas que personajes, un aspecto humano vital para cualquier historia. La manera en la que se relacionan entre ellos, no es como la que todos podríamos esperar por culpa de los clichés, sino que es tal y como el mundo en donde ellos viven, les exige. La capacidad para abrir un hoyuelo en el techo y comprobar que la libertad no es un sueño imposible, es lo que les da color en una sociedad gris.
Hay un aspecto que me facilitó bastante la lectura, y que me ha costado verlo en Wattpad: la manera en que la escritora combina el aspecto humano de los personajes con la información del mundo en el que viven. Olvídense de esos párrafos y párrafos intragables en donde nos saturan con información que no viene al caso, aquí no hay nada de eso.
«Toda mi vida fue preparada para esto, ser el literal jefe del mundo por genealocracia; a excepción quizá del bloque asiático, los japoneses mantenían estrecha relación con "El Eje" pero no se dejaban gobernar. Era una relación tensa pero amigable en cuestiones políticas, ambas superpotencias tanto germánicas como niponas sabían que si desplegaban su armamento militar volarían el planeta Tierra causando la extinción de la raza humana. Sin embargo, yo debía ser el conquistador, como mis antepasados, sería el súper soldado ario modificado que conquistaría "La esfera"».
Esta novela me ha transmitido mucho y por supuesto que continuaré con su lectura. He indagado nada más en sus inicios, y aunque no todo ha sido perfecto, me parece que tiene mucho nivel. Estoy seguro que si se puliera su narración, los lectores podríamos adentrarnos con mucha más facilidad en su trama.
El Gambito del VI Reich se la recomiendo a los que busquen una novela llena de obstáculos, en donde la esperanza sea el eje de la misma. Una historia con varias tonalidades, que no duda en ser cruel cuando la situación lo requiere.
