El preciso momento ❀ KaiSoo

✿ Coincidencias

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Cuando JongIn lo observa esa mañana, puede sentir su corazón latiendo a mil por hora, o quizá un poco más si es que el silencio que reina en ese preciso momento le deja ponerse a contar cada uno de sus latidos.

Cada paso que da Do KyungSoo es bendito para JongIn, cada gesto en ese rostro que ha admirado desde hacía tanto tiempo y que por tanto tiempo estuvo observando en completo silencio. Decir que le gustaba KyungSoo fue sin duda alguna el producto de mucho esfuerzo, de constantes noches en vela y unas ojeras que crecían por negarse a sí mismo el placer de aceptar que ese chico verdaderamente le gustaba.

Lo conoció hacía varios años, porque por fortuna siempre habían compartido clases pero nunca se había dedicado a observarlo realmente, para JongIn KyungSoo fue siempre un compañero de aula más, siempre sentado hasta el frente, siempre levantando la mano cada que tenía una respuesta acertada, siempre llamando la atención por inteligente y a la vez pasando desapercibido con ese corte de cabello tan peculiar.

Los ojos de JongIn se iluminaron una mañana de Agosto, el muchacho delgado y de piel tostada había llegado demasiado temprano, y cuando deslizó la puerta del salón levantó la mirada para observar al único estudiante que ya estaba sentado en su pupitre. JongIn parpadeó y KyungSoo lo observó por un instante, quizá una fracción de segundo que hizo que el corazón de JongIn se batiera en duelo en su interior.

El chico de estatura bajita bajó los ojos inmediatamente y frunció la boca en un puchero que claramente denotaba molestia, pero a JongIn ya no le importaba en ese momento, porque había quedado prendado de esa mirada bendita que lo había iluminado.

Había tragado saliva y se había movido a paso lento hasta llegar a su lugar, y desde esa mañana procuró llegar un poco más temprano de lo habitual, antes de que comenzaran las clases para poder observar al muchacho de ojos grandes que con un simple pestañeo hacía que su corazón se exaltara de alegría.

Y pasaron meses preguntándose qué había hecho él para que el chico lo despreciara de aquella manera, para que pasara de sus saludos cortés con un simple asentimiento de cabeza, con la mirada gacha como para no observarlo. JongIn comenzó a desvelarse, llenando sus noches de suspiros que inundaban sus pulmones y los vaciaban con cada pensamiento de KyungSoo.

JongIn recuerda claramente el cosquilleo que sintió cuando lo tocó por primera vez, los habían emparejado para un trabajo de física donde a JongIn no le iba demasiado bien, pero que gracias al cielo KyungSoo parecía entender a la perfección. El moreno agradeció el escuchar su voz varonil que repicó en sus tímpanos, haciéndolo sentir mariposas en el estómago y haciéndolo sonreír como estúpido.

Fue esa noche, cuando repasaba cada uno de los gestos de KyungSoo con detenimiento ya que lo había tenido tan cerca, la manera en que parpadeaba y evitaba el contacto con él, cuando sus manos accidentalmente se habían deslizado para tomar el borrador y se habían tocado por accidente. El accidente más precioso que podía ocurrir. Esa noche fue cuando JongIn finalmente y después de tanto pelear consigo mismo, aceptó que estaba irremediablemente enamorado de KyungSoo.

Ponerse manos a la obra con planes para hacerse cercano al muchacho le había costado otro tanto, porque aunque JongIn siempre había procurado saludarlo, el bajito simplemente se giraba en el momento ignorando por completo su existencia, partiéndole de a poco el corazón y haciéndole creer que lo repudiaba hasta cierto punto.

El corazón de JongIn se volvió frenético ese Diciembre, cuando después de más de cuatro meses de arduos esfuerzos el moreno entró en el salón con la mirada baja porque no se sentía con ánimos de seguir adelante.

Y cuando levantó descuidadamente la mirada para avanzar se topó con el rostro de KyungSoo, siempre sentado en su pupitre, con sus grandes ojos brillantes observándolo mientras parpadeaba y sus labios carnosos se estiraban para mostrarle una sonrisa en forma de corazón. El corazón de JongIn se agitó en su pecho y tragó saliva porque sin duda alguna no estaba soñando, KyungSoo le estaba regalando una sonrisa que antes jamás había podido apreciar.

Sintió que sus rodillas temblaron un poco y no pudo evitar sonreír, regresarle el gesto y saludarlo para terminarse de cerciorar de que era a él a quien estaba observando, de que no era un sueño y finalmente lo había alcanzado.

ㅡ Buenos días, JongIn.

La voz cálida de KyungSoo se reprodujo en automático en su interior y parpadeó, observando a su ahora novio que había terminado de acercarse.

La mañana transcurría con naturalidad, la claridad de la luz se filtraba por el ventanal y aunque el frío estaba azotando allá afuera porque Febrero tenía un clima un poco loco, definitivamente en ese momento él se sentía cálido.

ㅡ Buenos días, KyungSoo hyung.

JongIn sonrió mientras estiraba la mano para tomar la suya y entrelazarlas con perfección, la atrajo hacia él y se dedicó a besar cada uno de sus nudillos con lentitud.

JongIn estaba agradecido de haberse levantado ese día de Agosto más temprano de lo habitual, de que KyungSoo siempre madrugara y de que hubiese levantado su vista para observarlo. Amaba y atesoraba en sus recónditos cada uno de los momentos que había pasado observando la silueta de KyungSoo y las noches en vela atrayéndolo en sus pensamientos.

A JongIn le gustaba pensar que el destino existía y que sus miradas estaban destinadas a encontrarse, sus manos a enlazarse y sus bocas a sonreírse, a mimarse y a llenarse de besos. Sus corazones estaban destinados a latir el uno por el otro hasta el final de los tiempos.

Cada brillo en la mirada de KyungSoo, cada corazón formado por sus labios exclusivamente para él se lo corroboraba, cada bendito beso que amaba robar y cada momento precioso, cálido, exacto, que le decía que estaban hechos el uno para el otro.

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Notas:

Este drabble participa en la dinámica de 100Eclipses"Sugar Season", un San Valentín lleno de amor, azúcar y KaiSoo. Sería genial que se pasaran por ahí, tendremos más eventos.

Es algo bastante sencillo, pero espero que les haya gustado un poco.

Gracias por todo, espero que pasen un bonito día y recuerden, el amor y la amistad es obra de nuestras acciones cada día, no sólo el día de hoy.

Besos posholatosos.

🌠Ary.