¿Tae Hyung es mujer?

[08]

Si bien cuando éramos más chicas esto era ilegal, ahora con la mayoría de edad no había problema en que estemos comprando alcohol a altas horas de la noche. Nuestra idea no era emborracharnos, simplemente era para relajarnos. Y claro, no podía faltar el tazón de sopa instantánea, como solíamos hacerlo cuando estudiantes.

—Por nuestros sueños. —brindé, y ambas chocamos nuestras botellas.

Estuvimos casi una hora, sentadas en la vereda frente a la tienda donde habíamos comprado todo, hablando y riendo sobre cualquier cosa, hasta que llegó el momento de regresar a casa.

—Por cierto. —Habló Chan Li —¿Hablas con tu hermano? ¿Cómo está?

—Esta un poco ocupado, ya sabes, desde que se volvió famoso no lo veo mucho. —dije.

—Claro, lanzaran una nueva canción, ¿no? Mi hermana me lo recordaba cada que podía. —ambas reímos.

—Sí, ojalá todo salga bien.

*~*

—Listo, ahora sí solo queda esperar. —me dejé caer en el asiento al lado de mi amiga.

—Juro que estaba demasiado nerviosa.

Nos dijeron que las respuestas de las admisiones tardarían en llegar, no especificaron el tiempo en sí, pero supuse que no sería muy corto, en fin, solo debíamos esperar al mensaje que nos enviarían a nuestros celulares. Después de eso ambas nos fuimos a comer a un restaurante cercano, para luego regresar a casa de mis padres. Nos quedamos lo que restaba del día allí, y a la mañana siguiente cada una regresó a la ciudad donde residía, no sin antes prometerle a mis padres que regresaríamos a visitarlos.

Al llegar a mi departamento lo único que quería era tirarme en la cama a descansar, sin embargo, la visita de mi hermano arruinó mis planes.

—¿Dónde estabas? —dijo al verme.

—Tuve que ir a un lugar. —me eché en el sillón frente a él.

—Vine ayer y no te encontré, estaba preocupado.

—Olvidé decírtelo, pero ya no importa. ¿Qué pasó?

—Terminé las grabaciones, al menos las que me correspondían. Mañana regreso a América. —asentí.

—¿Algo que deba saber?

Tae me empezó a poner al día de todo lo transcurrido en su estadía. Como el hecho de que Ji Min había prometido no decir nada, aunque estaba bastante incómodo, también dijo que harían una transmisión por Vlive, y por último mencionó que las prácticas para la coreografía del álbum comenzarían pronto.

—Extrañaba mucho a los chicos. —confesó.

—No es sorpresa, pasas mucho tiempo con ellos. —dije dándole la razón.

—Sí, pero estos últimos días, fue algo incómodo con Ji Min, aunque lo niegue, sé que está resentido. —Dijo —Supongo que porque no se lo dije, pero es porque es un poco lengua suelta.

—Ese chico, pronto se le pasará.

Tae se quedó a dormir ese día en mi casa, pues le había dicho a los chicos que visitaría a un amigo, por lo que no hubo problema. Conversamos hasta casi medianoche, donde le comenté sobre mi examen de admisión a la escuela de Daegu, él se alegró mucho, pues después de terminar el instituto y trabajar como fotógrafa personal, no había tenido tiempo para sacar un título más alto y ganar más dinero. Esto me ayudaría mucho.

—Por cierto hyung, ¿el señor Jeong te dejó el descanso de tres meses o te despidió? —se mostró curioso.

—Tengo descanso médico, además de que la reputación que construí no es en vano. —le guiñé.

—Wow, tienes mis respetos, hyung.

—Ya niño, es hora de dormir.

*~*

La despedida no fue la más emotiva, pues Tae se despidió de mí cuando yo aún estaba durmiendo, sin embargo, sentí su ausencia cuando ya estaba en mis cinco sentidos y no vi al niño de sonrisa cuadrada a mi lado. Después de haber pasado un poco más de tiempo con él, lo estaba extrañando a horrores.

—¡Tae Hyung-ah! —me saludó el menor de todos, mientras venía a mi con una gran sonrisa.

—Buenos días, Kook-ah. —sacudí su cabello correspondiendo a su sonrisa.

—Oh, TaeTae llegó. —Ho Seok vino a mi encuentro.

—¿Ya comiste? —gritó Seok Jin desde la cocina, yo asentí, pero aún así este me invitó a sentarme, al parecer ellos aún no a pesar de casi ser mediodía.

Estuvimos conversando de lo emocionados que estábamos por los ensayos, los que faltaban iban llegando de uno en uno, hasta que entró Ji Min, quien al parecer aún seguía incómodo.

—Tae... —Miré al de cabello gris. —¿Me pasas la salsa? —vaya, ni siquiera hizo contacto visual conmigo.

—Claro.

Tomé el envase y se lo alcancé, él rápidamente lo tomó, evitando si quiera tocar mi mano, para luego seguir comiendo. El resto del desayuno-almuerzo fue bastante normal.

—Kim, necesito hablar contigo.

No esperaba que Ji Min me detuviese justo antes de entrar a mi habitación, aún así le asentí y ambos fuimos al patio trasero del lugar. Esperé a que hablase él primero, quería escuchar lo que me iba a decir.

—Para empezar, ¿quién eres?