2.

17 1 0
                                    

Acababan de llegar al salón de actos, ambos cogieron asiento y empezaron a hablar para conocerse más. Al rato, salió el director a presentarse a el, a los profesores y a hablar de como iba a ser el curso.

—¿El director es así de aburrido siempre?— preguntó Alma

—Casi siempre, habla demasiado para querer decir poco.— aclaró Mikel

El director siguió la charla, ya eran las 11 de la mañana y empezó a decir en que clase iba cada uno.
Llegó a Bachillerato, nombró en la misma clase a Mikel y Alma, pero ella no estaba del todo contenta, les había tocado con el grupito de la entrada.

—No me gusta juzgar sin conocer, pero tienen pinta de ser los típicos que molestan a todas horas en las clases, ¿me equivoco?— preguntó Alma

—No, no te equivocas, a veces llegan a ser muy pesados— aclaró Mikel

Subieron todos a clase, el grupo subía las escaleras pegando gritos y empujandose queriendo llamar la atención.

—¡Chicos ya está bien! Ni tres meses de vacaciones os hacen madurar...— afirmó una profesora

Al parecer esa profesora sería su tutora, parecía una chica maja.
Al llegar a clase, se sentaron cada uno donde querían por ser el primer día, Alma claramente se puso con Mikel.

—Sacad las agendas que os han dado en portería, apuntad el horario— dijo la profesora

Después de apuntar el horario y que profesor tendrían en cada asignatura, la profesora dijo de que se presentara cada uno, decir sus nombres, de donde eran, edad y que les gustaba hacer. Algunos decidieron no hacerlo por vergüenza al ser el primer día, pero Alma no, ella ha sido muy valiente de siempre.

—Me llamo Alma, nací en Barcelona pero actualmente vivo con mi madre aquí en Madrid, tengo 16 años y me gusta mucho el fútbol— declaró

Mikel la miró sorprendido cuando dijo que le gustaba el fútbol, en ese momento pensó que en los recreos volvería a estar solo porque ella iría a jugar al fútbol, porque él, detesta el fútbol.

—¿Estarás todos los recreos jugando?— pregunto Mikel

—Que va, jugaba en un equipo cuando era más pequeña, ahora no juego mucho— aclaró

Sonó un timbre, eso significaba la salida del centro. El grupo de la entrada salió corriendo y Alma no entendía por qué, al salir a la calle lo entendió todo. Salieron todos corriendo para fumar.

—¿16 años y así de enganchados al tabaco?— preguntó Alma a Mikel

—Y porque no les conocias el año pasado, a veces se ponían muy agresivos.—

Ambos comenzaron a caminar hasta llegar a la calle principal, cada uno se tenía que ir para un lado de la calle.

—Hasta mañana Mikel—

—Adiós Alma, gracias por lo de hoy—

—No ha sido nada, y esto ha sido el primer día, todavía nos queda mucho curso juntos—

Mikel sonrió, Alma le miró, se giró y empezaron a andar en distinto sentido.

—¡Gracias una vez más!— gritó Mikel

Alma de camino a casa estuvo pensando en por qué no les habían dicho nada a la salida, no sabía si ya iban a dejar el tema e iban a dejar en paz a Mikel o si tenían tantas ganas de fumar que no querían hablar con nadie. Hasta llegar a casa estuvo pensando en el grupo, y en que ella, creía conocer a uno de ellos.

Dejame conquistarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora