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Miraba por la ventana. Desde ahí todo se veía tan pequeño y solitario. Ya comprendo porque los que se van a vivir a otro país sienten que el lugar al cual se cambian es tan desolado y triste. La postal que entrega una ventana de avión no es muy satisfactoria. Menos, si al país que te diriges está estrechamente conectado con un pasado tremendamente triste. Las raíces de Eun Bok, por ejemplo.

Era coreano, falleció hace dos años. Fue el novio de mamá desde que tengo memoria y también como un padre para mí, me cuidó y quizo como ninguno. Sufrimos tanto con su partida, a ratos no lo creíamos. Nos costó demasiado "superarlo", adecuarnos a vivir una vida, a pasar los dìas en un hogar que siempre solía tener su presencia y sus risas. Mamá trataba de verse fuerte, pero en serio le afectó más de lo que cualquiera pudiese pensar. Eun Bok era su compañero de trabajo y de vida, tenían muchos proyectos juntos.

El saber que estamos aterrizando en algo tan íntimo para él, nos emociona.

Abajo del avión nos esperaba Han Na, una amiga de mamá. Al igual que Eun Bok, también se conocían del trabajo. HanNa era una mujer de contextura delgada, a simple vista podría pasar como adolescente, pero su carácter y su forma de vestir siempre la delataban. Esta vez, traía un trench gris, acompañado de unos pantalones skinny oscuros y muy elegantes. Cargaba su tablet con el brazo.

-Annyeonghaseyo-dije agregándole la reverencia de cabeza característica, muy respetuosa, junto con una sonrisa.

-¡Aigooo! veo que Kim Eun Bok enseñó bien los modales a esta nena.-Sonreí y le dí otra reverencia de agradecimiento. En verdad no se me da esto de los protocolos, pero ahora estaba haciendo un esfuerzo por mantener la calma y dejar bien parado el nombre de mi padre.

Fuimos a dejar las maletas al hotel y luego nos dirigimos las instalaciones de CéCi, la razón de nuestra visita. Popular revista coreana, en donde mamá iba a aparecer el mes que viene.

-Cara, tú puedes quedarte acá. Solo tienes que ir a buscar a tu guía a Elle Girl. Está en el piso 3-dijo Han Na cuando íbamos en el ascensor, otorgándome una sonrisa.

-¿Quién es, Han Na?-Ella sonrió por mi descortés pregunta. Mamá me golpeó con el codo en el estómago. Hasta ahí quedaron mis intentos de mantener la compostura.

-No has cambiado en nada-dijo Han Na tratando de aligerar las cosas entre mamà y yo. Las puertas se abrieron de par en par.-Tu piso.

Era bastante pequeño para ser un estudio de fotografía de una revista con fama mundial. Me sentí decepcionada, era bastante sencillo. Estaba decorado con cuadros abstractos de colores vivos, tenía atmósfera de oficina, pero aún así era muy pequeño y monótono. ¿Dónde estaba la vida de ese lugar? Creía que los coreanos sabrían jugar con eso.

A mitad de camino recordé que no habían dicho el nombre de mi tutor guía, por lo que aceleré el paso hasta llegar a una entrada de vidrio que cubría toda la pared y tenía un "Elle Girl" grande, colocado en la parte superior. Mi destino.

Una recepción pequeña. Gran novedad. Escritorio en una esquina, que solo permitía verle la parte superior a la recepcionista, la cual me estaba mirando con interés desde mi entrada. Piso de ceramica blanca. Unos sillones de gamuza para esperar que se veían demasiado incómodos.

- Ejem...soy Cara, ¿Sabe cual es mi guía?

-Oh, sí. El señor Kang ya vendrá, debe esperarlo- le di una reverencia de agradecimiento y continuó con su trabajo.

Para matar el tiempo, comencé a caminar por los cuartos, me encontré con un chico de estatura mediana, de pelo castaño, largo en la parte de la frente. Tenía los ojos pintados, llevaba un sweater azul y unos jeans rojos. Era lo más raro que había visto hasta ahora en el lugar.

Don't Leave (SHINee - Choi  MinHo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora