Se sentía desfallecer cada vez que lo veía pasar con el pesado teclado, con su guitarra o algún otro instrumento. Cada vez que pronunciaba su nombre ya sea para regañarlo o ya sea elogiarlo, cada vez que se sentaba en el patio junto a su guitarra y comenzaba a llenarlo de aquella hermosa melodía en sus clases de educación física.
Aquel gran Oh Sehun que tenía una falsa apariencia de ser todo un ''Mujeriego'' (porque no no, nuestro Sehun es gay así que eso es un rotundo no) solo por los constantes rechazos que proporcionaba a las chicas, para luego mentir con que jugaba con ellas y el típico cliché del cual el chico de 16 años no era parte.
Bueno, no era parte de ese tipo de cliché.
Porque Sehun se había enamorado de su profesor de música. Había llegado tan solo ese año, remplazando a la asquerosa profesora que lo único que hacia era obligarlos a cantar. Y si, el chico enamoró a todos con su shawty imma party till the sun down, a todos menos al apuesto profesor del cual aun ni tenía conocimiento.
Soltó un suspiro a la par que guardaba sus cuadernos. Sus notas lentamente comenzaban a bajar, nunca fue de notas altas, al contrario, pero con el constante esfuerzo y la ayuda del Maestro Luhan (el cual era por su suerte su amigo y el novio de su mejor amigo) había logrado estar a la par del promedio, pero desde que aquel poste de luz se había parado en sus clases de música todo se había ido a la misma mierda.
―Maldito Chanyeol... No haces nada bien con mi vida, ¡Ni siquiera las clases de guitarra me han ayudado un poco! ― gritó tirando todo al suelo. Mierda y más mierda, se decía a si mismo. Intentaba dejar de lado a aquel idiota (como solía llamarlo en momentos así), realmente lo intentaba, no quería pensar así de su profesor, no lo quería ver como algo más siendo que tenía claro que su amor era unilateral. Intentaba buscar a algún chico con el cual salir, con el cual olvidar su amorío, pero nada surtía efecto.
Últimamente se estaba haciendo muy amigo de un tal Kyungsoo, que lo pasaba por tan solo un año.
- Y él que es un buen chico, ¡Por tú culpa nadie me llama la atención, idiota!- estaba fuera de sí, lo sabía, pero quería sacar todo lo que tenía tranquilo, además, estaba solo en el aula. Tiró de sus cosas al suelo, a la par que se sentaba en el mismo y cubría su cara con sus manos. Finas lágrimas descendían de sus ojos, ¿por qué su corazón dolía como la puta madre? La edad, se repetía a sí mismo. Es una simple atracción, intentó convencerse, pasando sus manos bruscamente por sus ojos.
Rápidamente se levantó de su lugar con los ojos aún rojos. Lo olvidaría, tendría esa relación maestro - estudiante y ya. - ojalá te echen para no verte más- murmuró mirando al piso, abriendo los ojos al ver aquellos conocidos zapatos que utilizaba él.
- Así que, hago todo mal, por mi "culpa" no puedes salir con chicos- pronunció con voz molesta la persona que menos quería ver SeHun en ese momento - y como plus, quieres que me echen, ¡Que excelente alumno tengo! Siendo que hasta te daba clases de guitarra cuando me lo pedías - SeHun, derrotado y por sobre todo nervioso, mantuvo su vista en el suelo - ¿No vas a responder eh? Tendré que castigarte...
-Lo dije porque estaba molesto, maestro ChanYeol, no se volverá a repetir- respondió con la voz ahogada- Si me disculpa, aún debo aprender bien la canción de mañana y me sale mal. Con permiso... - intentó huir, sosteniendo con fuerza su mochila y caminando con rapidez, pero el mayor no lo permitió tomando su muñeca. Sehun mordió su labio, quería huir, los mismos nervios le producían unas ganas terribles de llorar, quería ir con Luhan y contarle sus problemas, porque si iba donde JongIn éste se burlaría de él.
- Tendré que ayudarte entonces - Si, necesitaba ayuda pero Sehun no la quería en ese instante.
- Maestro, tengo prisa. Por favor, déjeme ir...
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Finding you through the music || ChanHun
Fanfiction>;Y en ese instante, Sehun estaba sintiendo como las hábiles manos de Chanyeol recorrían su cuerpo, sin importarle para nada que estaban en el armario del conserje, o incluso que aquella bella persona que estaba frente suyo no era nadie más que su m...