Destino Cruel

Cap.1

Todo su verano intento conseguir un novio, sentir el calor y amor que necesitaba.
Gravity falls es su hogar, ahora vive junto a su hermano y su tío Stan en la cabaña del misterio después de la muerte de sus padres.

Durante ese transcurso intento de todo por conseguir un novio, desde un novio zombie hasta un tritón y todos se fueron, se espantaron de ella o en algunos casos...estaban algo...locos.
Estuvo pensando toda la noche y saco la conclusión de que moriría soltera.

—. Vamos Mabel, no eres tan fea.—se dijo frente al espejo

En realidad no era fea. Su cabello castaño, su pálida piel y baja estatura la hacían hermosa.

Era de noche, su pijama rosada hacia destacar su blanca piel. Se encontraba ahora, sentada en la cama, como ella necesitaba privacidad le dieron un cuarto para ella sola. Lo decoró a su gusto con paredes rosa y moradas, posters de unicornios y tipos guapos, para sus diecisiete años era bastante inmadura.

—. Mabel .— llamo a la puerta su hermano Dipper que mientras esperaba, sostenía un libro de misterios.

—. ¿si?. — pregunto despistada mientras se miraba en el espejo, aun con la interrogante de si era fea o no.

—. Es hora de salir a la investigación. —

Era cierto, ella ayudaba a su hermano a investigar a las criaturas del bosque que su tío Ford no logro encontrar.

—. Ya voy. — dijo sin ánimos. Se acercó al armario y cambio su pijama por un suéter de lana rosa y unos jeans, salio de la habitación y se encontró con su hermano. Llevaba su gorra, unos jeans Azul oscuro y una polera roja.

—. Buenas noches Mabel.— le sonrió para luego dirigir nuevamente su vista al libro.

—. Buenas noches Dipper. — le devolvió la sonrisa.

Salieron de la cabaña del Misterio y caminaron durante una hora hasta lo profundo del bosque donde lograron encontrar a su objetivo.

—. Mabel, esta ahí. — susurro mientras con pasos cautelosos se acercaba más al pequeño ser.

—. Lo veo, lo veo. —

—. Es hora. —

Dipper corrió hasta un lado y Mabel capto la atención del pequeño monstruo para que su hermano lograra capturarlo.

Y así lo hizo, capturaron al pequeño murciélago con cara de ratón y pies de tortuga.

Así paso otra noche larga y agitada.

Al día siguiente...

Pov mabel

Me levante algo tarde, mas de lo normal. Lo bueno de mi nueva habitación es que tiene un baño personal, me bañe y cambie mi ropa, un vestido rosa que me llegaba hasta las rodillas con una cinta morada.
Peine mi cabello e hice una coleta alta.

Baje al primer piso y salude a todos

—. Buenos días. — Sonreí mientras caminaba a la cocina.

—. Buenos días Mabel .— respondieron todos al mismo tiempo.

Escuche el sonido melodioso de mi cerdito y rápidamente lo busqué con la mirada.

—. ¡Pato!. —

Lo tome en brazos y le hice cosquillas en su pancita mientras le decía cosas babosas.

—. ¿Quien es mi patito hermoso?. — le decía a cada segundo. — Claro que si, tú. —

El solo respondía con un sonoro "Oik", le di un gran beso en su carita y lo baje de mis brazos.

—. Dipper, iré al pueblo a caminar un rato. — le avisé mientras tomaba mi cartera.

—. Ve con cuidado. —

Asentí sonriente, hoy me levante de humor.

Salí de la cabaña y camine despacio. Todos me saludaban y yo les devolvía el saludo, en eso... Oh! Un chico guapo.

—. No puedo creerlo, eres la famosa Mabel. — dijo él chico mientras me tomaba fotos.

Era de cabellos rubio y ojos castaños, bastante alto.

—. Así es, Mabel .— le Sonreí mientras posaba para sus fotos .— ¿Y tu quien eres?. —pregunte ladeando un poco la cabeza y deteniendo mis poses.

—. Roberts, mucho gusto . — tendió su mano.

—. El gusto es mio .— gustosa, recibí su saludo. " Este es mío " Pensé.

Ambos sonreímos. "Que sonrisa más hermosa "

—. ¡Roberts!. —

Una chica de cabello negro y un poco mas alta que yo se acerco a Roberts.

—. Mira amor, ella es Mabel .— sonrió Roberts apuntando en mi dirección.

¿Amor?... Vaya otra vez una desilusión amorosa

—. ¡Vaya! ¿La autentica Mabel?. —

— . Así es... — Sonreí melancólica —.Si me disculpan... Debo irme. —

—. ¡Adiós!.— gritaron ambos al mismo tiempo. — ¡Le he sacado fotos!. — escuche a Roberts decir antes de que me alejara.

Lágrimas comenzaron a caer y yo solo corría, corría y corría.

—. ¡Maldición! .— grite furiosa mientras secaba mis lágrimas sin parar la carrera.

Seguía corriendo y más tarde me di cuenta que me encontraba en el bosque.

—. Ahora si, vaya suerte de mierda. —

Me senté en un tronco que había cerca y llore un poco más, debía desahogarme.

—. Vaya que ustedes los humanos son patéticos. — sonó una voz en el ambiente solitario.

Oh no, esa voz...

—. ¡Bill!. — exclame para luego tapar mi boca al instante.