CadenLa puerta liberó su cerradura permitiéndonos abrirla por completo, mostrándonos una oscuridad que absorbería todo a su alrededor, solo bastaba dar un paso para entrar ahí con la escasa posibilidad de regresar.
Yo tenía que ser el último para cerrar el portal después de que todos hubiesen pasado, alrededor de unas veinte personas, nada comparado con lo que tendrían preparado los Mayores para nosotros cuando intentáramos ir por Alexa.
Todos pasaron algo inquietos a través de la puerta cada vez que se lo indicábamos. Los primeros en pasar fueron Elliot, Christina y Emma, luego fueron seguidos por Sam y Amelia, la que insistió en ir a pesar de estar embarazada, después los siguieron Lily y Olivia quiénes tenían sentimiento de encontrados con los Deshabitados y el Mundo Morto, pues les daba miedo que criaturas o situaciones se encontrarían ahí, aunque ya era la segunda vez que iban, pero también las emocionaba la idea de combatir después de tantos años de entrenamiento para estas situaciones. Por último después del resto de personas quedábamos Patrick y yo.
- Te veo al otro lado Caden -dijo Patrick dándome un apretón en el brazo.
Patrick se paró frente la puerta abierta que dejaba asomar su fondo negro. Realmente había que tener un poco de valentía para ser capaz de pasar la puerta sin saber con que te toparías, donde exactamente caerías, pero él ni se inmutó en el momento en que se dio vuelta para darme una última mirada compasiva antes de traspasar el umbral el cual al igual que todas las otras personas lo absorbió en menos de dos segundos.
Me paré frente a el y pasé mis manos por el marco de la puerta recitando unas palabras que lo cerrarían después de que yo pasara, quizás por última vez, pues en realidad eso era lo que quería, no deseaba volver al Mundo Morto, no después de esto. Decido, pensando en Lexi y en lo quizás estaba pasando, como la estaban torturando o como estaba sola en algún lugar sin nadie de su equipo, solté el marco y puse un pie dentro de esa enorme oscuridad que se parecía a la que te envolvía cuando te transportabas con el Don.
El mismo frío abrumador del Mundo Morto me envolvió junto a la oscuridad mientras daba otro paso cayendo al vacío. La sensación era similar a la de una caída libre, quizás pir unos dis minutos o horas, en donde sientes que tu peso no existe y a prestas tu estomago mientras sientes subir todos tus órganos y tú pesas menos que una pluma hasta que tocas fondo, en donde todo vuelve a su posición. Pero esta vez no sentí ese gran impacto, al contrario a las otras veces, hoy había caído de pie, no como cuando caímos con Lexi y rodábamos colina abajo o quedábamos tirados en simplemente en una casa ajena, esta vez estaba de pie frente a muchos vivientes, más de los que habíamos cruzar en nuestro consejo, podíamos ser alrededor de unos doscientos, aún pocos, pero era algo que podía usar a nuestro favor.
Corrí donde estaba Patrick con otras personas que nunca había visto en mi vida, muchos de los cuales eran jóvenes que venía a combatir por Lexi, para no perder a la líder y portadora del Don Powerless. Todos vestían las mismas ropas grises que los de nuestro consejo, pues debían tener una especie de código, en realidad no lo sabía y ahora no me importaba.
Patrick hablaba apresuradamente con varias personas mayores que asentían sin contradecirle a todas la indicaciones que daba la Mano Derecha de Lexi, había elegido al mejor, pues velaba por ella bastante bien, todo lo que decía eran cosas como "Alexa tiene que regresar viva", "Ella planea hacer algo tonto, pero eviten que ella o Cameron mueran" o " No tenemos mucho tiempo antes de que venga por nosotros". Muchos después de las advertencias e indicaciones de Patrick se fueron con los que parecían ser sus grupos de consejos respectivos, para entregarles toda la información en el menor plazo de tiempo posible, estábamos contra el reloj, en cualquier momento podíamos perder a Lexi.
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Deshabitados
Teen FictionTodo cambió, sin derecho a reclamar. Para Alexa ya nada a sido lo mismo después de cuatro años del accidente, incluso no le importó tener que vivir con lo que le tocó. Pero las cosas siguieron, y seguirán, cambiando y ahora muchos dependerán de ell...