La Hija Psicópata (Editando)

Capítulo 14: ¿Asesinando?

Le he quitado a Brina lo que ella más cuidaba en esta vida y ahora me siento muy débil. Aún no he matado a nadie, pero eso no quiere decir que no lo vaya a hacer ahora.

Mi hija no ha dejado de querer librarse de mí en esta última semana, en la cual, destruí muchas de sus antiguas amistades y su cuerpo de chica virgen.

Con cuchillo en mano, ahora que ya es de noche, me dirijo a la pieza del lobo. La siento a ella removerse en mi interior y aunque intento suprimirla, no lo logro.

Cierro la puerta despacio, los guantes me cubren las manos y no dejan huellas digitales en el cuchillo. Me acerco a la cama de él cuando noto que las pastillas para dormir que le di están haciendo efecto, porque aún no despierta.

Lo destapó y corto toda su ropa dejándole desnudo, lo haré sufrir parte por parte, lo despedazare miembro por miembro, de la forma más lenta posible, dejando marcas en su maldita piel de villano.

Haré que llore, que suplique piedad mientras lo desgarro, lo mismo que me hicieron por dentro a mí, se lo haré por fuera, donde las marcas dejen huellas visibles en su piel.

Mi sonrisa es amplia, mis dientes están perfectamente blancos y alineados, no me importaría marchar estos con su sangre «sangre de un asesino» me repito mentalmente. Recuerdo cuando matábamos a personas como si fuéramos un equipo, los amarrábamos con cadenas para restringirlos y los hacíamos suplicar piedad. Esto último, es la mejor música que puede existir para mí. Si él llegara a llorar, esto sería mi mayor logro personal «me reiría de su sufrimiento» me digo a mí misma, sintiendo el mayor placer de mi vida entera.

Limpió el cuchillo con la misma sábana, en la cual, él está acostado. Lo admiro fijamente mientras decido el orden de lo que voy a hacer.

Primero, lo castraré para impedir que tenga otras hijas que se puedan volverse locas.

Segundo, le cortaré las venas de sus muñecas, ¿se desangrará lentamente o rápidamente? Lo sabremos cuando lo haga.

Tercero, delineare su rostro con el cuchillo como si fuera a hacerle una pintura facial.

Cuarto, lanzaré el cuchillo sobre su estómago. Intentando que no caiga equivocadamente sobre su corazón o pulmón, lo quiero respirando hasta el último segundo que sea posible.

Quinto, desgarraré su carne, se la arrancaré por pedazos.

Sexto, donde ha sido arrancada la carne, produciré una quemadura, así si él quedará marcado de por vida.

Al imaginarme todo este sufrimiento respiro, intentando despejar mi mente. Mi respiración se vuelve pesada «sangre saliendo a raudales por sus venas» al imaginarme esto, una sonrisa aún más grande que la anterior se forma en mis labios. Mis ojos de seguro adoptaron un color rojo o negro debido a la excitación que me produce matar a este maldito engendro del demonio. Si nunca lo hubiera conocido, nada de esto habría pasado. Si no me hubiese dejado embarazada antes de decirme su maldición y, de sufrir los dolores que una engendra acarrea, me habría terminado marchando.

«Desearía que nada hubiera pasado» escucho esa frase en mi mente y cuando recuerdo que no puedo volver al pasado por culpa del Sr. McCall. Si solo su familia no tuviera una jodida maldición... «no grites» me digo «lo arruinarás».

Mi furia está dominándome, sin dejarme en paz. Termine como fantasma por culpa de él y debo matarlo para poder dejar de estar aquí, aunque podría seguir asesinándolo una y otra vez en el inframundo, porque se con toda certeza que ambos terminaremos allí.

Le tapo los ojos con una tela negra, así evitaré que él vea quien lo tortura, pero a la vez yo veré su sufrimiento.

El cuchillo brilla con luz propia en mis manos cuando se mancha el cabello pelirrojo de Brina. Aunque no se distingue bien por el color del pelo, sé que hay sangre, porque siento las pequeñas gotas rojizas caer desde este al piso cuando el cuchillo toca por primera vez la vena que se encuentra en la muñeca de McCall.

«La sangre más hermosa que he visto en mi vida» pienso mientras la admiro, así es como debe comenzar  mi mayor logro.

Dedicado a: andrew-15
Por ser la mitad de mi cerebro y enseñarme el lado oscuro...