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No puede que tenga a Hoseok, tal vez simplemente nunca me note, tal vez simplemente no me devuelva la mirada, o jamás nuestras manos se entrelacen, inclusive si fuese amistosamente, era imposible tener una imagen nítida.

Suspiro porqué en el fondo se que lo amo, que mi corazón duele al verlo con otra mujer, que la mire a sus ojos y le de besos suaves en los labios, mientras que a mí ni siquiera me dirija la palabra.

No quiero tenerme lastima de mi desdicha, tal vez este es mi destino, ser solo un simple espectador de las escenas amorosas de aquellos amantes. Nunca podré ser el protagonista principal, lo sé, pero por más que mi corazón retumbe por mi esternón violentamente por los celos que se incrementan en mi cuerpo, nada va a cambiar.

Estoy parado, en mi casillero, en el espejo mirándome el horrible rostro que traigo por desvelarme desde ayer en la noche, mis manos viajan hasta los mechones rebeldes de mi pelo y los aplasto, intento que estos no se crispen más de lo que ya están, pero resulta una acción torpe, porque lo incrementa mucho más.

Tuerzo la boca con disgusto y intento corregir mi pelo con un pequeño cepillo que guardaba en el fondo del casillero, me miro al espejo y asiento, aunque estoy disconforme con mi rostro cierro el casillero y volteo para irme a mí clase.

Cuando llego inseguro y con nervios de punta, miro hacia un asiento vacío que queda en el fondo de la pequeña clase, mis nervios incrementan más a medida que veo Hoseok a la par del asiento vacío, el sudor escurre por mis manos y intento torpemente caminar con seguridad y elegancia, aunque era todo menos eso, al llegar al corto trayecto desde la puerta hasta un insignificante pupitre. Me las arreglo para sentarme correctamente sin mostrar un signo extraño o hacer muecas por lo disconforme que me siento, simplemente saco mi cuaderno de química.

—¡Chicos ya llegaron las cartas!—Anuncia a la clase la maestra, haciendo que unos se remuevan en sus asientos por lo impacientes que se encuentran.

Me acordaba de todo, menos el simple detalle de que hoy era San Valentín y al parecer todos tenían algo que conversar con sus compañeros sobre las entregas de cartas, menos Hoseok y yo, nos manteníamos en el silla de madera que resultaba bastante incómoda mirando a los demás sin mucho interés.

—Bueno, silencio, aquí esta la primera que es para Seon Shik, otra para Sun Hee, ah y esta tiene chocolate—Le guiña un ojo hasta llegar a la última carta, que es de un color rosado pastel, la profesora miro la carta extrañada por los dos lados y luego levanta su mirada hacia mí con una sonrisa cómplice.

—Taehyung, al parecer este año tienes carta y con un chocolate—Me la entrega hasta mi escritorio y vuelvo a ver a Hoseok alarmado, no quiero que piense que tengo novio o algo. Cuando miro la insignificante tarjeta en mis manos y la contemplo por rato, decido abrirla aunque el miedo me carcome por dentro, podría ser que le guste a alguien y no le corresponda sus sentimientos, no me gustaría hacer eso.

Cuando leo parte por parte, al final miro la firma de un desconocido, me dice que me encuentre con él en la salida por las canchas de baloncesto, arrancó el chocolate indeciso si ir o no y de nuevo vuelvo a ver a Hoseok que intenta ocultar una sonrisa, ya que le tiembla el labio inferior, aunque no me mira y no descifro porque intenta ocultar eso.

Cuando es la hora de la salida, me encuentro en el baño, limpiando mis manos más de lo que ya están, cierro el grifo con un suspiro de frustración y salgo encaminado hacia las canchas de baloncesto, mis pasos son tan rápidos que las plantillas de mis pies empiezan a doler y no me da pena moverme de esa manera ya que no había mucha gente que me observara en este momento.

Cuando llegó a las canchas, veo un rubio con el cabello ondulado y una camisa de rayas con cuello de tortuga y entonces caigo en cuenta que el único hombre que mire así fue Hoseok en la clase de química, él esta sentado en una de las gradas de la cancha, mirando a su teléfono despreocupado, mientras que yo siento que se me va todo el oxígeno que tengo y el corazón me retumba tan fuerte por el pecho que me doy náuseas, debería parar de tener estás reacciones.

Me aclaro la garganta tímidamente y Hoseok vuelve a verme a través de aquellos ojos que nunca se habían conectado con los míos hasta ahora.

—Taehyung—Dice él con una sonrisa, levantándose tranquilamente, sin siquiera mostrar un signo.

—¿Y-yo t-te gusto?—Me señalo a mi mismo torpemente mientras él se acerca a mí cada vez más a una distancia corta.

—Por supuesto, si no, no hubieras recibido la carta—Lloriqueó mentalmente de la emoción y él continua sonriendo ligeramente, una de sus cejas se alza con arrogancia al ver que me alejo por instinto de su extraña cercanía.

—Mmm... Y-yo..

—Cállate, shhh. Déjame mostrarte como me haces sentir realmente—Coge mi mano de repente y pego un salto de la impresión, me lleva una mano a su pecho y intento no dejar escapar un grito cuando siento su corazón emitir una serie de latidos desbocados—.Me gustas Taehyung y mucho, creí que estar con mujeres iba a remplazar este sentimiento que había crecido en mi interior por ti, pero resulto que no sentía nada, no hasta que te veía.

Mis mejillas están tan calientes porque las toco con la parte posterior de mi mano y miro a Hoseok dubitativo, ¿no me estaba engañando?

—¿Taehyung?—Su voz se escucha triste, ya que he estado como tres minutos en shock sin decir nada y me siento tan estúpido al ver su rostro decaído y sin ese brillo fugaz que se instala en sus ojos.

—Y-yo... ¡También me gustas mucho!

—Bien, ¿entonces quieres ser mi novio?—Hoseok me sonríe tímidamente y me derrito por dentro, mi novio era precioso y ahora era solo mío.

—¡S-sí!—Digo medio gritando y de pronto siento vergüenza—Sí, quiero ser tu novio.

Y no dejar de amarte hasta que mi corazón dejará de latir, pero eso no se lo iba a decir todavía...

                          🎀
Gracias por leer ❤️
Feliz día atrasado supongo huehue.

Throbbing|| vhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora