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Siempre fuimos la envidia de todo mundo, todos deseaban tener una relación como la nuestra, donde el amor y la fidelidad era todo. Donde no habían lágrimas ni dolor, donde sólo él amor podía ser la respuesta.

Y saben quien es el único que lo que más deseaba es que todo esto  acabará, exacto unos de los integrantes de la divina pareja.
No todo lo que brilla es oro y eso es muy cierto. Dentro de las enormes cuatro paredes de esta habitación se escondía, dolor, rencor, odio y despreció.

Hace cuanto dejo de amarme no lo sé, hace cuanto me siento hundido, ya he perdido la cuenta.

- no debes dejar que te trate de esta forma.

- es mi esposo está en todo su derecho de hacerlo.

- tu bien sabes que eso no es cierto, que el te debe amor y no odio, que el no te es fiel mientras tú lo respetas hasta cuándo duermes.

Gustav tenía tanta razón, que me dolía todo lo que me decía.

- dime desde cuando que no te maquillas sólo por hecho de sentirte bien y no para tapar los golpes. Cada día eres más maquillaje que persona

- se que en el fondo me ama y algún día volverá a ser como era antes y seremos felices.

- lo dices con tanta decisión que parece que de verdad lo crees, hay Bill eres tan tonto que pienso que el te ha  lavado el cerebro.

- simplemente lo amo y nadie puede cambiar ese hecho, es quien me hizo feliz y se que en cuanto se de cuenta que me puede perder, recapacitara y volverá a ser como antes.

Eso era lo que yo deseaba y esperaba, pero tal vez jamás se podría cumplir.

- no por favor Tom, me estás lastimando.

- pero si así te gusta,  así es como te lo hace el,  no es cierto.

- nadie me toca aparte de ti,  tu bien sabes que yo solo he estado contigo.

Agarro fuertemente mi cabello y lo jalo hacia arriba.

- callate,  nunca te dije que podías volver a hablar, y menos para decir tus mentiras.

- no son mentiras.

Vi como sus ojos se encendían en furia.

- y encima me gritas. Que te crees gran hijo de puta.

Me soltó dejándome caer en la cama y se hundió más fuerte en mi interior.

- tan estrecho como siempre.

Ahogue un grito en la almohada, mientras sentía que mi corazón y alma se partían en miles de pedazos.

- porque haces esto.

- te di permiso de que volvieras a hablar, callate y deja que yo me concentré en venirme y no en las estupideces que tu dices.

Estaba harto de esta situación, yo nunca le había faltado al respeto, jamás pasó por mi mente dañarlo y menos ser le infiel. Se bien que el si me lo es, se que por su cuerpo hay marcas de miles de hombre y mujeres, con los y las  que coge cuando no está violandome o golpeándome.

- mmmm listo.

Salió de mi sin ningún cuidado, para el, el que yo me venga o que yo disfrute pasó a segundo plano.

- ya no me amas.

- de que coño hablas.

- ya no soy importante para ti.

- jamás lo fuiste.

No lloraría, ya me cansé de morir cada que el lo desea.

- entonces por qué sigues conmigo.

Hundió sus uñas en mi mejilla, mientras un gemido de dolor escapaba de mi boca.

- por que eres mío, y jamás te dejaría libre, para que te vayas a revolcar con cualquier pendejo que se te cruce en el camino.

Y eso era lo que más me lastimaba, el que por su estupido orgullo y egoísmo me obligará a seguir soportando está puta vida.

- por que no me matas. Porque no me liberas y dejas de hacerme sufrir.

- a mi no me dices que hacer, me escuchaste, yo se bien lo que hago contigo, y si yo decido matarte será porque yo lo quiera. Me oíste.

Temblé y me abrace a mi mismo.

- Tom, yo aún te amo, dime por que tu no lo haces.

- jajaja enserio preguntaste eso, arg mira como decirlo, me cansé, no eras algo nuevo, conocía cada cosa de ti y eso me aburrió, encontré a alguien más, se llama Ría es una hermosa tía con un culo envidiable, a partir de mañana vivirá aquí, y pues tu pasarás a segundo plano.

El odio dentro de mi creció, yo podía permitir que me golpeara, que abusara de mi, pero que metiera a alguien en mi casa eso nunca.

- tu no harás eso, puedes matarme si quieres, pero aquí ninguna puta entrará.

- no te estoy pidiendo permiso, ella vivirá aquí te guste o no, entre tu y yo ya no hay nada, dame las gracias de que te dejo vivir aquí.

- está es mi casa, está es la casa donde yo he vivido por los últimos cinco años, no voy a permitir que tu put......

Mi cara se giró y mi mejilla ardio.

- me tienes harto, te he dicho que yo no te estoy pidiendo tu autorización, a partir mañana vivirá aquí y listo.

Salió de la habitación y oí cuando azoto la puerta fuertemente.

Sollozos inundaron la habitación y deje que la barrera de fortaleza (si eso era una barrera) se cayera.

- yo aún te amo.

Todo en mi vida era un desastre. Pero yo no tenía por qué soportar está situación. Gustav tiene razón, el no me ama y tal vez es tiempo de que yo lo acepte.

Agarre mi celular que se encontraba en la mesa de noche y marque el número de mi adorado gordito.

- bueno.

- puedes venir por mi.

- al fin, sabes cuánto espere para que me llamarás. Estoy ahí en cinco minutos.

El tiempo suficiente para maquillarme y a listar las pocas cosas que me llevaré de aquí.

- te espero.

Colgué y me levanté de donde estaba.

- adiós Tommy.

Entre en el baño y me maquille en tiempo express. Salí y agarre una de las bolsas que guardaba en el armario. La llene con algunas prendas y baje con ella en hombros. Tocaron el timbre y sabía que era el.

- llegaste pronto.

- no podía tardar que tal y te arrepientes.

- yo no podría arrepentirme, está ya no es más mi hogar.

Salí de ahí sin voltear hacia atrás, todo terminaba aquí.

Bueno los problemas pasan y las cosas suceden por que si, así que aquí sigo adelante, la inspiración llegó y pude terminar  este capítulo que llevaba meses en esta historia, la historia constará de seis capítulos y el epílogo así que veremos que rumbo toma.

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