Dejame conquistarte.

3.

Alma llegó rápido a casa, seguía pensando en quién podría ser ese chico que tanto le sonaba. 

—¿Qué tal el primer día hija?— preguntó su madre sonriendo

—Bastante bien, pensaba que sería peor.— aclaró Alma

—¿Has conocido ya a alguien?— preguntó su madre levantando una ceja

—¡Si! Un chico bastante simpático, se llama Mikel. Le he conocido de una forma un poco extraña, pero se le ve muy buen chico.— dijo sonriendo

Su madre sonrió al verla feliz, asintió con la cabeza y Alma subió a su habitación para estar un rato con el ordenador. Puso música que le relajaba para tumbarse en la cama y se puso a pensar de nuevo en quién era aquel chico. ¿De dónde le conocía? ¿eramos amigos? ¿conocidos? ¿en alguna fiesta? Todas esas preguntas y más rondaban por su cabeza una y otra vez.

—Alma, la comida estará lista en breves— gritó su madre desde el piso de abajo

Ella bajó las escaleras para ir a poner la mesa, pero cuando entró al comedor ya estaba todo preparado. Alma se dirigió a la cocina.

—Qué raro que hayas puesto tu la mesa y no me hayas llamado para ponerla— dijo Alma riéndose

—Pensé que llegarías cansada de tu primer día— aclaró su madre

—Gracias mamá, pero solo ha sido la presentación, no ha sido duro, lo difícil será cuando lleguen los exámenes y tenga que pasar noches sin dormir— afirmó Alma

—No pienses en eso ahora, ve estudiando día a día y no será tan difícil— 

La comida ya estaba preparada, Alma cogió los platos y los llevó a la mesa. 

—Entonces el primer día bien, ¿no? cuéntame, ¿como conociste a Mikel?— preguntó su madre

—Vi a un grupo de chicos cerca de la entrada gritándole y empujándole, no sé por qué, pero algo en mí hizo que quisiera ir a defenderle—

— No te habrán hecho nada a ti ¿no? — preguntó su madre asustada

— No mamá. Al entrar solo dijeron que yo no tenía nada que ver en ese tema y que me fuera, así que me fui con Mikel. A la salida no nos dijeron ni una palabra, espero que ya le dejen en paz— aclaró Alma

Terminaron de comer y Alma volvió a subir a su habitación, su madre subió tras ella.

—Alma, ¿te preocupa algo?— preguntó

—No mamá, solo estoy pensando en el grupo que estaba empujando a Mikel—

—Bueno pero tu misma has dicho que a la salida no han dicho nada, seguro que ya no vuelven a hacerle nada ni a decirle nada—

—No si no es por eso, es que hay un chico del grupo que le conozco, pero no se de qué, si de cuando eramos pequeños, de alguna fiesta, si es amigo de algún amigo... No tengo ni idea— explicó Alma

—¿Y por qué no le preguntas a Mikel como se llama? Alomejor le conoce a pesar de que le trate así— respondió

—No si el solo miraba como sus amigos le empujaban, por lo menos hoy. Igualmente mañana hablaré con Mikel, gracias mamá— se levantó de la cama y le dio un abrazo a su madre

Su madre volvió al piso de abajo, Alma se acercó al ordenador, puso de nuevo la música, cogió su móvil y habló a su mejor amiga. 

—Carlotta, ¿qué tal tu primer día?— 

Enviado a las 16:09

—Bastante bien, hay un grupo de chicas que son muy majas y al ver que soy la nueva me han tratado bastante bien, ¿y tú que tal?— 

Enviado a las 16:37

—Lo siento, me había quedado dormida. Mi día normalito la verdad, solo conocí a un chico, se llama Mikel y es bastante majo—

Enviado a las 18:24

—Si si un amigo, cuidadito con ese— 

Enviado a las 18:32

—No lo conoces, pero bueno, seguramente algún día te lo presente. Espero que no me cambies por alguna del grupo de tu clase eh—

Enviado a las 18:35

—Si si tu presentamelo! Y eso nunca Alma, ya lo sabes. Bueno cielo te dejo que estoy preparando cosas para mañana y si mis padres me ven con el móvil y sin prepararlo se enfadan, en fin, ya sabes como son—

Enviado a las 18:48

—Vale no te preocupes, hablamos cuando puedas—

Enviado a las 18:49

Alma dejó el móvil y bajó a la cocina a buscar una pastilla para el dolor de cabeza, se encontraba algo mal y no tenía ganas de hacer nada. Se tomó la pastilla, subió a su habitación, apagó el ordenador y le avisó a su madre que si no se levantaba ella a la hora de la cena que no la llamara, que se quedaba durmiendo hasta mañana.