C U A R E N T A & S E I S

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Pude evitar que River volviera a preguntar sobre donde estuve anoche, eso me sirvió un poco ya que si me preguntaba todavía no estaba en condiciones de responderle, los efectos del porro no se iban tan rápido. A la mañana me desperté y me sentía un poco mareada y con dolor de cabeza, así que lo primero que hice fue buscar mis amadas pastillas mágicas y darme un ducha, esto tranquilamente se podría convertir en una rutina. Me cambié y estuve un tiempo pensando si bajar o llamar a River, no lo quería molestar más de lo que ya lo molesto y preocupo, tampoco quería que sea el medio de comunicación entre mi familia y yo. Así que me armé de valor y bajé, el primero que me recibió fue Menta y entre mimos de su parte entré a la cocina.

Dos pares de ojos se fijaron en mí y agradecí que sean los de Nicole y Lucas.

— Azul...— el rubio se para y viene hacia mí para fundirme en un abrazo— ¿cómo estás?

— ¿Cómo podría estar?— le preguntó irónicamente, soltándome de su abrazo.

— Confundida y decepcionada— me agarra de los hombros evitando que me vaya— y no es para menos, no voy a decirte que te entiendo porque me vas a mandar a la mierda, conociéndote es lo que estás pensando ahora pero quiero que entiendas que yo no tengo nada que ver y si por las casualidades de la vida lo sabía te lo hubiera dicho, hubiera odiado verte así y odio verte así, quiero ayudarte, abrazarte y que vos también lo hagas que no me rechaces porque yo te quiero y haría todo para ver a mi hermanita de corazón feliz como antes.

Sus palabras me hacen reaccionar y pensar que me estoy enojando con personas que quizá no tengan nada que ver con la mentira de mi mamá. Mi actitud me decepciona al pensar que me estoy separando de los que si me quieren en verdad, causándole tristeza al igual que a mí misma.

— Perdón— le digo suspirando tratando de aguantar las ganas de llorar.

El sonríe para abrazarme nuevamente y esta vez no pierdo el tiempo en corresponderle. Me separo porque lo último que quiero es largarme a llorar frente a ellos, por primera vez puedo enfocarme en Nicole y en la tierna panza.

— ¿Me parece a mí o esa panza está más linda?— la miró tratando de sonreírle para ocultar, seguramente, ya mis cristalizados ojos.

— Esta panza está cada día más linda y más grande— dice con orgullo Lucas y puedo notar en su respuesta algo más.

— Para— levanto una mano y con la otra tapo mi boca, mis ojos ya no se contienen más y ya puedo sentir como una lagrima deslizarse por mi mejilla— ¿es una nena?

Ellos asienten y yo grito, salto para abrazar a Lucas tratando de transmitirle todo mi apoyo y felicidad que siento por él. También abrazo a Nicole mientras toco su panza, es increíble poder sentir sus pataditas debajo de mi mano haciendo saber que está ahí, que ella está ahí.

— Te lo íbamos a decir más adelante, a todos con una cena o almuerzo también— sonríe Lucas— pero...

— Arruiné todo— hago una mueca y juro sentir un dolor amargo en mi corazón— perdón— miro al suelo porque sé que si lo hago a sus ojos no voy a poder más— no quería esto para ella.

— Ey Azul— me abraza y ya no me resisto, me quiebro en sus brazos— no es tu culpa, no pienses mal de vos— me besa la cíen— no quiero que te sientas mal, es culpa de ellos que vos estés así, mentirte con algo tan importante para vos como es un padre para un hijo, dejarte vivir con alguien que realmente no te quería— me separa de él— Quiero verte sonreír de nuevo que seas esa Azul, que solo piensa en ella y aveces en los demás— hace una mueca y yo inconscientemente sonrío un poco— quiero que seas esa chica fría con las personas que lo merecen y que hables largando veneno, que vivas tu vida como lo hiciste hasta que conociste a River— sonríe— viví la vida loca con él, no dejes que los demás se metan en tu vida y te la arruinen, te mereces lo mejor y lucha vos también por lo mejor para vos, no dejes que te vean rota, sé feliz hermosa.

Inefable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora